SEIYA DE PEGASO
Edad: 13 años
Altura: 1.65 m
Peso: 53 Kg
Procedencia: Japón
Lugar de Entrenamiento: El Santuario (Grecia)
Maestra: Marin de Águila
Fecha de Nacimiento: 1 de Diciembre (Sagitario)
Seiyu: Tōru Furuya
Actor de Doblaje: Jesús Barrero Andrade (México); Juan José López Lespe (España)
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Historia:
Seiya y su hermana Seika son unos niños huérfanos que son acogidos en un orfanato en Tokio. Seika al ser la hermana mayor trataba a su hermano con mucho cariño y para el era como una madre. En el orfanato comparten estancia con otros huérfanos, entre ellos una niña llamada Miho, con la que Seiya solía jugar.
Un día Seiya fue escogido por la Fundación Kido para
llevar a cabo el entrenamiento de caballero y convertirse en uno de ellos.
Ambos fueron separados de forma brusca en contra de su voluntad.
Durante una noche de entrenamiento
todo el grupo es reunido por Tatsumi para sortear el campo de entrenamiento
donde irán a realizar los próximos años de entrenamiento. Seiya es forzado a
reunirse con el grupo antes del sorteo ya que desobedecía las órdenes de
Tatsumi.
Deben sacar el nombre de un lugar
de dentro de una caja. A Seiya le toca ir al Santuario, en Grecia, el lugar de
origen de los caballeros. Seiya presencia el cambio de destino de Shun e Ikki y
el revuelo montado por Tatsumi que es arreglado por Mitsumasa Kido.
Seiya le pregunta a Mitsumasa si
le dejará a ver a Seika si después de los 6 años de entrenamiento regresa con
la armadura de caballero. Mitsumasa le asiente y Seiya se marcha.
El mismo día de su marcha a
Grecia, Miho entra en la
Mansión de la Fundación
Kido a escondidas para hablar con Seiya. Miho le pregunta a
Seiya si realmente se va a marchar y Seiya le dice que si. Miho se enfada al
ver la forma en que contesta Seiya y le dice que podría morir.
Seiya le dice que no lo entiende y
que solo ve peligro. Miho se enfada más y le dice a Seiya que haga lo que
quiera. Poco después Seiya sale en coche de la Fundación con destino a Grecia.
Cuando Seiya llega a Grecia es
llevado y presentado ante el Patriarca del Santuario, que le asigna a Marin
como su maestra, para que le enseñe todos sus conocimientos, ya que ambos son
japoneses.
Marin le pregunta a Seiya a que ha
venido a Grecia, y este le dice que es por la armadura de Bronce, para llevarla
a Japón. Marin le pregunta que quiere hacer con la armadura, pero Seiya dice
que no se lo puede decir. Marin entrenó duro a Seiya, le ponía a hacer 1000
abdominales en el vacío colgado sobre un palo.
Un día Seiya quiere irse porque
escucha que en el Santuario algunos piensan que los japoneses no pueden
convertirse en caballeros por mucho que lo intenten. Marin intenta hablar con
Seiya, pero este se da la vuelta y en ese momento llega Aioria que le dice a
Seiya que la nacionalidad no tiene nada que ver con las cualidades para ser
caballero. Aioria le dice a Seiya que Marin es la prueba de eso y que se
entrene para conseguir una armadura, Seiya y Marin le dan las gracias por
intervenir y Aioria se marcha.
Una tarde Seiya persigue a un
conejo que quiere convertir en su cena hasta zona del Santuario alejada de la
que él usaba normalmente para entrenarse. Seiya llega hasta la zona de
entrenamiento de las mujeres caballero y allí ve como una sobresalía por encima
del resto. Esta chica se quita su máscara a la llegada del conejo asustado.
Entonces llegó Seiya y la chica se
enfada diciéndole que los hombres no pueden acercarse al campo de entrenamiento
de las mujeres. Seiya le dice que no se dio cuenta porque estaba intentando
coger su cena. La chica se lanza a pelear contra Seiya por ir allí, pero se
detiene por culpa de una herida que se hizo durante el entrenamiento.
Seiya se acerca, y tras arrancarse
parte de su camiseta, le venda el brazo a la chica para que deje de sangrar.
Seiya le dice que aunque se haga la dura, es sensible y que se dio cuenta en
cuanto la vio con el conejo. Seiya se va antes de meterse en más problemas
despidiéndose de la chica.
Otro aprendiz del Santuario
llamado Cassios abusaba de Seiya debido a su gran tamaño y se reía de él. Cassios
también estaba en el Santuario con el mismo objetivo de Seiya de convertirse en
caballero.
Una noche de entrenamiento Marin
le pide a Seiya que rompa una piedra con las manos, pero Seiya solo consigue
hacerse una herida. Marin coge la piedra y la pulveriza, y le explica a Seiya
que todo lo que hay en el universo está formado por átomos. Marin le dice que
destruir algo implica destruir sus átomos.
Seiya repite otra vez mientras Marin le dice que concentre su energía en el punto en el que va a golpear. Entonces Seiya rompe la piedra y también el soporte sobre el que estaba. Después Marin le dice que los verdaderos caballeros tienen una gran fuerza debido a que hacen explotar su universo interior. Marin le dice que su constelación guardiana será Pegaso.
Una de las enseñanzas que Marin le
da a Seiya que si un rival le toma la delantera debe atacarle en su punto
fuerte y ganarle en su propio terreno para mermarle psicologicamente. Marin
también le dice que debía hacer explotar su cosmos para que cada uno de sus
golpes se convirtiera en un meteoro.
Más adelante Marin enseña a Seiya
la técnica del “Sable del Samurai”, le dice que debe observar la táctica de su
adversario y comprenderla. Marin le explica que la técnica del “Sable del
Samurai” es la más rápida que se puede asestar, y que debe entender como
funciona para poder evitarla. Marin se ayuda de un sable que guarda en su vaina
para guardar una defensa perfecta y tener la posibilidad de atacar en cualquier
momento.
Marin le dice a Seiya que alguien
es invencible cuando consigue combinar defensa y ataque al mismo tiempo. Marin
le dice que cuando el sable está fuera de la vaina es cuando hay que atacar al
enemigo, pero hay poco tiempo para poder hacerlo aprovechando la sorpresa.
Marin dice que cuando el sable está fuera de la vaina se es muy vulnerable, “el
sable está muerto”. Seiya piensa que la forma de escapar de una muerte segura
es rompiendo la posición que reúne defensa y ataque al mismo tiempo.
Entonces Seiya se lanza contra
Marin para obligarla a desenvainar y Marin le rompe la hombrera con el sable,
pero ahora ya ha perdido el efecto sorpresa. Seiya salta y se pone al lado de
Marin y esta le quiere golpear con el sable, pero Seiya detiene la hoja con las
manos y derriba a Marin de una patada quitándole el sable. Marin felicita a
Seiya por conseguirlo y Seiya le dice que es gracias a ella.
En el torneo organizado por el
Santuario, Seiya vence a sus 9 primeros rivales hasta llegar a la final del
torneo, en la cual tiene que enfrentarse contra Cassios, y el ganador será
nombrado como el caballero de Bronce de Pegaso.
Cassios y Seiya son los únicos
guerreros supervivientes del torneo. Después de que el Patriarca dijese que al
vencedor le sería otorgada la armadura de Pegaso, Cassios derriba a Seiya de un
manotazo. Antes de que Seiya se levante intenta aplastarle de un pisotón pero
Seiya le esquiva.
Después le agarra con una sola
mano levantándole al aire y diciéndole que no permitirá que se lleve la
armadura. Entonces Cassios decide torturar primero a Seiya y se dispone a
cortarle una oreja, pero Seiya consigue liberarse siendo él que le corta la
oreja izquierda a Cassios.
Seiya le dice a Cassios que ya no
es el mismo que conocía, y le reta con la mano a que vaya a buscarle. Cassios
se lanza a por Seiya pero este le derriba de una patada en la cara. Seiya le
dice que no es tan débil como piensa. Después Cassios se levanta pero Seiya le
pone de rodillas tras darle una serie de puñetazos. Seiya dice que ha llegado
el momento de ganarle aunque le va a perdonar la vida.
Cassios se levanta enfadado y la
tira un puñetazo a Seiya pero este le esquiva. Acto seguido le dice que no
tiene derecho a llevarla por ser japonés y le tira otro puñetazo que Seiya
detiene con su mano. Seiya le dice que es él quién no tiene derecho dado que no
tiene el cosmos suficiente para ello.
Cassios reta a Seiya que le
demuestre como de fuerte es su cosmos. Entonces Seiya comienza a trazar con sus
manos la forma de la constelación de Pegaso y sus trece estrellas. Cassios dice
que no le asusta con eso y se lanza a por Seiya. Seiya sale corriendo hacia
Cassios y le ataca con los Meteoros de Pegaso. Cassios es derribado por el
ataque de Seiya y se le da el combate por ganado a Seiya.
El Patriarca dice que Atenea
reconoce a Seiya como un caballero y le entrega la armadura de Pegaso. El
Patriarca le dice a Seiya que los caballeros protegen a Atenea y combaten por
la justicia y que sólo debe llevar la armadura al servicio de la justicia y
nunca por motivos personales, a lo que Seiya asiente.
Por la noche, en la cabaña en la
que vivían dentro del Santuario, Marin sorprende a Seiya queriendo abrir la
urna de la armadura, y le recuerda a Seiya que solo puede abrirla si no tiene
otra opción, aunque comprende lo que siente. Entonces Marin percibe algo
extraño fuera y sale corriendo, y Seiya se va con ella llevando la urna de la
armadura de Pegaso.
Seiya le pregunta que ocurre y si
al dia siguiente se podrá ir a Japón, pero Marin le dice que mañana puede estar
muerto si no corre. Marin le dice que Shaina de Ofiuco y los soldados no
permitirán que se lleve la armadura. Marin se detiene y Seiya choca con ella
cayendo al suelo. Entonces aparece Shaina y Seiya le pregunta porque le está
persiguiendo si el no hizo ninguna trampa durante el combate.
Shaina le pregunta a Marin si va a
luchar ella, o va a dejar que luche Seiya. Marin rehúsa y le dice a Seiya que
si quiere volver a Japón deberá vencer a Shaina. Entonces Shaina ataca a Seiya
con las Garras del Trueno derribando a Seiya y lanzándole por una pendiente.
Seiya se levanta y ataca a Shaina con los Meteoros de Pegaso, pero Shaina
detiene todos los golpes de Seiya.
Shaina vuelve a usar las Garras
del Trueno derribando a Seiya de nuevo y tirándole aún más lejos, tanto que le
pierde de vista. Entonces Marin se comunica con Seiya diciéndole que use la
armadura de Pegaso si se encuentra en peligro. Seiya abre la urna y ve la brillante
armadura de Pegaso. Seiya toca la armadura y esta le reviste.
Seiya se siente el hombre más
fuerte del universo gracias a la armadura. Seiya hace un gesto con la mano
provocando una llamarada en el suelo. Seiya se lanza contra Shaina a una gran
velocidad que Shaina no puede superar y la hiere en el hombro. Cuando Seiya se
muestra Shaina ve que tiene puesta la armadura.
Shaina le dice que probará a ver
como se desenvuelve con ella y ataca a Seiya con las Garras del Trueno, Seiya
salta a por Shaina pero Shaina es quién golpea y Seiya cae al suelo. Shaina le
dice que todavía no es capaz de controlar la armadura y mientras siga así la
armadura solo es un trozo de metal. Entonces Shaina comienza a pisotear a Seiya
mientras este está en el suelo.
Seiya no entiende lo que sucede y
por que la armadura pesa tanto, impidiendo que luche con ella puesta. Seiya se
levanta y piensa que antes no le resultó tan pesada. Seiya se levanta y Shaina
le da una serie de patadas hasta volverle a derribar. Marin le dice que la
armadura por si sola no hace nada si el caballero no hace explotar su energía.
Marin le dice que se concentre, ya
que la armadura también necesita inteligencia y poder. Marin dice que si él no
hace nada, la armadura solo es una protección. Seiya dice que no puede combatir
sino encuentra su alma de guerrero en su interior. Cuando Seiya está tirado en
el suelo Marin le pide que reaccione o Shaina le matará. Cuando Shaina está a
punto de rematar a Seiya llegan los soldados de Shaina que le dicen que les
deje a ellos hacerlo.
Los soldados comienzan a golpear a
Seiya, pero este se enfada desprendiendo una gran energía y les ataca con los
Meteoros de Pegaso derribándoles a todos. La fuerza del ataque de Seiya rompe
la máscara de Shaina en dos partes, que le salta de la cara. Seiya le dice a
Shaina que sin la mascara no parece tan peligrosa.
Shaina le dice a Seiya que la
próxima vez que se encuentren le combatirá sin tregua y que deberá pelear con
todas sus fuerzas. Seiya se va y le dice que ojalá ese momento no llegue nunca.
Por la mañana Seiya y Marin se despiden y Marin le pregunta que es lo que hará
con la armadura al llegar a Japón, y Seiya le contesta que solo se lo diría si
le enseñase su cara.
Al regresar a Japón, Seiya va
directamente a la Mansión
de la Fundación Kido
donde es recibido por Saori Kido que le dice que se alegra de verle. Saori le
pide a Seiya que descanse para su combate de mañana y Seiya se sorprende. Saori
le pregunta a Tatsumi si no le ha explicado nada, y este le dice que pensó que
preferiría decírselo ella misma.
Saori le explica a Seiya en que
consiste el Torneo Galáctico y que se enfrentará al caballero del Oso. Seiya le
dice que no luchará, lo que enfurece a Tatsumi. Tatsumi le dice que le debe
respeto a Saori y va a por Seiya pero este le tira al suelo sin esfuerzo. Seiya
le dice que no le debe nada y que quiere ver a Mitsumasa Kido, pero Saori le dice
que murió al poco de ellos partieran a sus lugares de entrenamiento. Seiya dice
que se lo merece por hacer padecer a tanta gente durante su vida. Seiya le dice
que le hizo una promesa y quiere que se cumpla.
Seiya le dice que tiene una
hermana y que Mitsumasa les separó cuando le mandó a entrenar a Grecia, pero
que si volvía con la armadura de Bronce le permitiría volver a verla. Saori le
dice que lo recuerda, y Seiya le dice que ha traído la armadura y que quiere
ver a su hermana. Entonces entra Jabu desafiando a Seiya y ordenándole que le
entregue su armadura a Saori.
Seiya se niega hasta que no se
cumpla la promesa que le hicieron. Entonces, y dadas las confianzas tomadas por
Seiya, Jabu le lanza un puñetazo que Seiya detiene con una pierna. Seiya le dice
que se comporta como un perro que mueve la cola delante de su dueña, y recuerda
que ya tenía ese comportamiento hace tiempo. Jabu le dice que él sigue siendo
igual de arrogante y agresivo. Saori les detiene para evitar que luchen allí.
Saori le dice a Jabu que puede
luchar contra Seiya en el torneo y Seiya le dice que no participará y le pide
que le lleve con su hermana, pero Saori le dice que no sabe donde está su
hermana. Saori le explica que al poco de irse a Grecia ella desapareció del
orfanato en el que vivía lo que sorprende a Seiya. Seiya se dispone a marcharse
y Saori le pide que se calme y que no vaya a buscarla porque no es seguro que
vaya a encontrarla.
Saori le ofrece un pacto a Seiya,
si gana el Torneo Galáctico la Fundación Kido se encargará de buscarla. Jabu le
dice que comprende que quiera ir en busca de su hermana, pero debe darles la
armadura. Como Seiya no le hace caso, Jabu es quién se la quita gracias a sus
poderes psíquicos, acto seguido Seiya hiere en el hombro a Jabu y hace un agujero
en la pared y después se va.
Seiya se va al orfanato donde se
encuentra a Miho convertida en maestra y cuidadora de niños. Miho creía que
nunca más volvería a verle. Seiya le pregunta por el paradero de su hermana
Seika, pero Miho se pone a llorar por no poder ayudarle. Seiya no quiere
entristecer a Miho, se disculpa y le pide que le comprenda.
Miho le dice a Seiya que si
participa en el Torneo Galáctico le será más fácil encontrarla, dado que el
torneo se televisa a todo el mundo. Miho le pide que sea prudente en el torneo
y en ese momento son interrumpidos por Makoto, uno de los niños del orfanato. Makoto
reconoce a Seiya para sorpresa de este y le dice que es porque Miho siempre
habla de él, entonces Miho sale corriendo detrás de Makoto para hacerle callar.
Seiya piensa en ganar para encontrar a Seika.
Al día siguiente Seiya va al
coliseo de la fundación para su primer combate contra Geki de Oso. Cuando Seiya
llega al ring allí ya está Geki que le dice que se las arreglará para que salve
la vida mientras le pone la mano en el hombro. Pero Geki se quema y Seiya le
dice que no lo vuelva a hacer, ya que va a liberar su cosmos.
Geki se ríe y le dice que tiene
ganas de ver que es eso. El combate empieza y Seiya se lanza contra Geki al que
derriba de una patada. Geki se levanta y le dice que esperaba al mejor ya que
ha estado entrenando en Grecia. Después Geki intenta barrer a Seiya con una
fuerte cogida pero Seiya le frena en seco.
Seiya le dice que su ataque es una
pena, entonces Geki coge del cuello a Seiya con los brazos levantándole del
suelo. Geki presume de que al coger a alguien con sus brazos le resulta
imposible escapar. Geki presumía de haber vencido de esa forma a muchos osos en
su lugar de entrenamiento.
Seiya intenta liberarse pero sin
conseguirlo y poco después se desmaya mientras piensa en Seika. Mientras está
inconsciente Seiya recuerda el entrenamiento de Marin de atacar y ganar a sus
adversarios en su propio terreno. Cuando se despierta Seiya agarra los brazos
de Geki rompiendo la protección de los brazos de su armadura y consigue
quitárselos de su cuello y separarlos.
Entonces Seiya lanza una lluvia de
patadas sobre Geki al estilo de sus meteoros con el que le derriba. Seiya gana
el combate gracias a ese movimiento. Después saluda al público y oye como el
narrador dice que el ganador del torneo obtendrá como premio la armadura de Oro
de Sagitario.
Por la tarde Seiya pasea por el
puerto y hace autostop a un motociclista, pero este se para para burlarse de él
y continúa el camino. Entonces Seiya sale corriendo y se pone a la altura del
motociclista y se sube en la moto para que le lleve a su casa en el puerto.
Allí le estaban esperando Miho,
Akira, Makoto y Tatsuya. Al llegar ayuda a salir del agua a Makoto y Akira.
Después todos entran en la casa de Seiya y este les agradece que le ayudasen a
encontrar esa casa.
Al día siguiente va al coliseo
para presenciar el combate entre Hyoga de Cisne e Ichi de Hidra. Antes del
combate Hyoga desafía a todos los caballeros. Hyoga gana el combate y después
reta a Seiya y a Shiryu de Dragón ya que el ganador de su combate se
enfrentaría con él.
Al día siguiente tiene lugar el
combate entre Shiryu y Seiya. Al empezar el combate Seiya se lanza varias veces
contra Shiryu que le esquiva los golpes y se ayuda con su escudo. Después es
Shiryu quien golpea a Seiya derribándole de un puñetazo provocando un gran
revuelo en el coliseo.
Seiya queda tendido en el suelo
durante un rato aunque consigue levantarse. Shiryu le dice a Shunrey, su amiga
de la infancia que había llegado al Coliseo para decirle a Shiryu que su
maestro se estaba muriendo, que no tardaría mucho en vencer a Seiya.
Seiya le dice a Shiryu que no le
subestime y este le dice que le hace falta solo un golpe para evitar que se
vuelva a levantar. Shiryu ataca a Seiya con la Cólera del Dragón
derribando a Seiya. Pero Seiya se vuelve a levantar.
Shiryu no se cree que Seiya pueda
resistir su ataque. Seiya se levanta diciendo que no puede perder el combate y
ataca a Shiryu con los Meteoros de Pegaso. Shiryu desvía todos los meteoros con
el Escudo del Dragón evitando el ataque de Seiya para sorpresa de este. Seiya
repite el ataque pero Shiryu vuelve a pararlo.
Shiryu le explica a Seiya el
origen de la armadura del Dragón, que a él le contó Dohko, y de su resistencia
superior al resto de armaduras de Bronce. Shiryu le dice que es imposible
destruir su armadura y por tanto es inútil combatir. Shiryu le pide a Seiya que
abandone, pero este se niega.
Shiryu ataca a Seiya que quiere
parar el golpe con su armadura, pero Shiryu rompe el brazo izquierdo de la
armadura de Pegaso para sorpresa de Seiya que cae al suelo. Shiryu le dice a
Seiya que posee el puño más duro y el escudo más sólido. Seiya piensa en el
puño más duro y el escudo más sólido y encuentra una solución. Seiya vuelve a
levantarse y le dice a Shiryu que romperá el más duro y el escudo más sólido de
una sola vez.
Entonces Seiya ataca de frente a
Shiryu que bloquea el golpe de Seiya con su escudo y quiere aprovechar para
enganchar su cabeza entre el escudo y el puño, y se dispone a golpearle. Pero
Seiya se retira a tiempo haciendo que Shiryu golpee su propio escudo con su
puño quedando ambos destrozados. Seiya cae al suelo sangrando mucho por la
cabeza.
Seiya se desploma en el suelo
sangrando abundantemente. Seiya oye en su cabeza las voces de su hermana Seika,
su maestra Marin y de Miho que le animan a seguir combatiendo y le dicen que no
tiene derecho a perder.
Seiya vuelve a levantarse y Shiryu
se quita su armadura ya que sin su escudo y su puño la armadura no le es útil.
Aún así Shiryu está convencido de ganar, pero Seiya le dice que no quiere
ganarle con ventaja y él también se quita su armadura. Shun de Andrómeda
intenta parar el combate diciéndoles que no deben arriesgar sus vidas inútilmente,
pero ninguno le hace caso y continúan.
Shiryu le pregunta a Seiya porque
quiere ganar el combate, pero Seiya no responde. Shiryu afirma que seguramente
ninguno está aquí solo por la armadura de Oro de Sagitario, y que están
motivados por algo más profundo.
Shiryu y Seiya se lanzan uno
contra otro, pero ambos esquivan los golpes del contrario. Después ambos se
agarran por las manos ejerciendo una gran presión sobre sus manos. Entonces
Seiya lanza una patada que Shiryu esquiva mientras ambos sueltan las manos.
Seiya piensa que debe tener cuidado ya que sin la armadura cualquier golpe
puede ser fatal. Seiya piensa que Shiryu sin el Escudo del Dragón no tiene nada
que hacer.
Seiya cree que aunque detenga sus
meteoros con las manos, su cuerpo no aguantará mucho tiempo. Seiya ataca con
los Meteoros de Pegaso pero Shiryu los para. Shiryu le dice que no ha parado
sus meteoros como él cree, si no que esquivó unos y paró otros. Shiryu se
dispone a atacar a Seiya con la
Cólera del Dragón cuando comienza a sangrar y se pone de
rodillas al notar que recibió el golpe de uno de los meteoros.
Seiya se da cuenta de que no
esquivó todos los meteoros. Seiya repite el ataque y Shiryu salta por encima de
Seiya creyendo esquivar esta vez su ataque pero le vuelve a alcanzar. Seiya le
dice que quiere que use la
Cólera del Dragón, porque debe bajar la guardia para atacarle
y entonces le vencerá.
Shiryu ataca a Seiya con la Cólera del Dragón y este le
golpea en el momento justo en el corazón cuando ambos están en el aire. Shiryu
cae inconsciente al suelo y a Seiya le dan como vencedor del combate, pero a
Shiryu se le ha detenido el corazón a causa de la fuerza del golpe de Seiya.
Seiya se desmaya tras el esfuerzo
del combate. En seguida es atendido por unos doctores y es trasladado al
hospital de la fundación Kido. Shunrey va en busca de los doctores que se
llevaban a Seiya pidiendo ayuda para Shiryu para evitar que se muera. Shunrey
agarra de la mano a Seiya diciendo que él es el único que puede salvarle.
Shunrey dice que el viejo maestro
Dohko le explico que si el corazón de un caballero se detiene es posible
hacerlo revivir si recibe un golpe en la espalda de la misma potencia que el
que le detuvo. Shunrey dice que deben hacerlo antes de 4 minutos para evitar
que la sangre deje de llegar al cerebro y evitar la muerte.
Seiya se ofrece a ayudar a Shiryu.
Shunrey se lo agradece a Seiya. Shun coge a Shiryu que está inconsciente para
que Seiya pueda golpearle en la espalda. El dragón de la espalda de Shiryu
comienza a desaparecer y cuando lo haga del todo Shiryu morirá. Hyoga ayuda a
Seiya a ponerse a la distancia adecuada para golpear a Shiryu.
A Seiya le fallan las fuerzas y la
vista, y se cae al suelo. Entonces el público del coliseo comienza a animar a
Seiya. En ese momento llega Miho al coliseo para animarle. Seiya se levanta y
golpea la espalda de Shiryu, y Shun y el propio Shiryu salen despedidos
empotrándose contra una pared. Instantes después Shun le dice a Seiya que el
corazón de Shiryu vuelve a latir y el dragón vuelve a parecer en su espalda
mientras todos lo celebran.
Sacan a Seiya a hombros del
coliseo y se lo llevan al hospital de la fundación Kido para que sea atendido
tras el combate. Seiya es visitado en el hospital por Miho, acompañada de
Makoto, Akira y Tatsuya. Seiya se cae de la cama en la que estaba tras una
broma de los niños y Miho le pregunta que hace.
Seiya le dice que le duele mucho
la cabeza. Makoto se pone a llorar pensando que a Seiya le pasa algo, pero
Seiya le dice que no le ocurre nada y después Makoto le dice que no hablaba en
serio y Miho se ríe. Entonces llegan Shiryu de Dragón y Shunrey, Shiryu dice
que Shunrey le ha explicado todo lo que pasó y quiere darle las gracias por
haberle salvado la vida y Seiya le dice que lo olvide. Shiryu y Shunrey tienen
la intención de volver a China, pero antes quiere explicarle la sensación que
tuvo estando en el coliseo.
Shiryu cree que alguien muy
especial les estuvo observando durante su combate, y Seiya le pregunta si cree
que podría ser el caballero del Fénix. Shiryu dice que no está seguro, pero
cree que él es distinto de los demás caballeros. Shiryu le dice que la clave de
todo está en la Cadena
de Andrómeda.
Shiryu le dice que la Cadena de Andrómeda tiene
un gran poder defensivo y que se pone en guardia al percibir la presencia de un
enemigo. Shiryu cree que la cadena se puso alerta porque debió notar lo mismo
que él, que había un enemigo en el coliseo. Seiya le pregunta como sabe que es
un enemigo, y Shiryu le dice que si realmente es el caballero del Fénix querrá
luchar contra todos los caballeros.
Ambos tienen dudas de si es el
caballero del Fénix, pero Shiryu está convencido de que tiene que ser él.
Entonces ambos deciden ir al coliseo para comprobarlo sin avisar a Shunrey ni a
Miho que habían salido de la habitación.
Cuando llegan al coliseo, la Cadena de Andrómeda ya ha
percibido la presencia del enemigo del que hablaba Shiryu. Entonces se apagan
los focos del coliseo y de la urna de la armadura de Oro aparece el caballero
del Fénix. Shiryu le dice a Seiya que su intuición no le ha fallado.
Seiya se asombra al ver odio que
desprende el caballero del Fénix. Llega un momento en que Shun no puede
controlar la cadena y esta se lanza contra el caballero del Fénix, pero este la
frena con su brazo. En ese momento Shiryu le dice que el Fénix es Ikki. Shun
comienza a llorar de alegría al ver que Ikki ha regresado. Shiryu avisa a Shun
que tenga cuidado y entonces Ikki ataca a Shun rompiendo parte del hombro
izquierdo de su armadura.
Seiya no se cree que Ikki ataque a
su hermano. Shiryu le dice a Seiya que a pesar de la distancia a conseguido
herirle el hombro. Shun no se puede creer que sea su hermano, entonces Ikki se
levanta la mascara enseñando su rostro, le dice a Shun que le matará y le
derriba de una patada. Seiya ve como Ikki se deshace de Jabu sin esfuerzo. Ikki
comienza a amenazar a todos, y Shiryu tiene que frenar a Seiya que quería
luchar contra Ikki diciéndole que ha cambiado.
Nachi de Lobo se enfrenta a Ikki
tal y como les había emparejado el torneo, Nachi queda inmóvil tras un
movimiento de Ikki, para sorpresa de Seiya y Shiryu. Shiryu se fija que Nachi
está aterrorizado. Ikki dice que le ha dejado sin alma, entonces Ikki empuja a
Nachi con un dedo y este cae desplomado al suelo y al momento el marcador del
coliseo le da como vencedor del combate.
Ikki comienza a atacar a todos,
pero se para cuando Shun le pide que pare e Ikki dice que sería muy fácil. En
ese momento llegan las sombras del Fénix, que llevan armaduras negras del
Fénix.
Varias sombras frenan a los
caballeros e Ikki dice que se llevarán un recuerdo antes de irse. Ikki chasquea
los dedos y la armadura de Oro de Sagitario sale de su caja, Ikki hace otro
gesto para que las sombras se replieguen y la armadura de Oro desaparece.
Ikki le dice a Shun que no les
matará hoy a ninguno y que de momento les perdona la vida, entonces Ikki
desaparece. Shiryu, Seiya y Shun salen tras ellos pero se encuentran con Miho y
Shunrey que les dicen que no deben ir sin sus armaduras. Seiya le dice que deben
dar con ellos cuanto antes.
Shiryu y Seiya están convencidos
de marcharse cuanto antes y Seiya le dice a Miho que no tiene intención de
morir sin antes haber encontrado a su hermana. Shun se coloca en lo alto de un
edificio intentado localizarles con los poderes de su cadena pero sin éxito.
Entonces ve como se pone a nevar desde una dirección y Shun deduce que es una
señal de Hyoga que se había adelantado en la búsqueda.
Los 4 se reúnen y deducen por la
dirección que Ikki se dirige al puerto. Deciden ir hasta allí y Seiya consigue
llegar hasta la nave en que se escondía entrando con la ayuda de una grúa y
derriba a Ikki de una patada haciendo que la armadura de Oro de Sagitario
saltase del cuerpo de Ikki en piezas.
Ikki les dice a sus secuaces que
se vayan y se lleven la armadura de Oro de Sagitario. Acto seguido se lanza a
por Seiya al que derriba de un codazo en el cuello. Cuando llegan Shun, Shiryu
y Hyoga, Seiya les dice que las sombras se llevan la armadura de Oro de
Sagitario. Cuando se levanta Ikki le lanza una patada que esquiva y se marcha
con sus secuaces.
Shun le grita a Ikki durante su
huída y este se frena un instante pero al momento continúa. Seiya le dice a
Shun que olvide a Ikki un momento, y que lo importante ahora es recuperar la
armadura de Oro de Sagitario. Seiya se separa de Shun para encontrar a las
sombras. Seiya se encuentra con 4 sombras y se deshace de ellos rápidamente
pero ninguno llevaba ninguna parte de la armadura de Oro y continúa su camino.
Seiya se encuentra con otra sombra
en un parking repleto de coches. Seiya le dice que lo mejor para él será que le
de la armadura de Oro de Sagitario, y la sombra dice que sólo lleva la pierna
derecha. Entonces Seiya se lanza contra él haciendo que la parte de la armadura
quede entre ambos.
Seiya le dice que como ve que
tiene ganas de luchar entonces lucharán, la sombra le dice que no le ganará sin
llevar armadura. Entonces Seiya le ataca con los Meteoros de Pegaso derribando
a la sombra y rompiendo parte de su armadura. Seiya le dice que no le ha tocado
ninguna parte vital y que no morirá, pero le pregunta cuales son sus
intenciones.
La sombra le dice que ellos son
subordinados fieles a Ikki de Fénix, aceptando su dominación. Seiya le pregunta
porqué permiten eso. La sombra le dice que es por miedo, ya que los 4
Caballeros Negros le apoyan y que ni siquiera ellos les vencerán. Le dice que
con ellos dominará el mundo. Y en ese momento se corta la lengua para no hablar
más y se desmaya. Seiya se pregunta si todo lo que le ha dicho es verdad.
Ya de día los 4 se reúnen habiendo
conseguido los 2 brazos y las 2 piernas de la armadura de Oro de Sagitario. Hyoga
les dice a Seiya y Shiryu que sin sus armaduras no podrán combatir, pero Shiryu
dice que puede conseguir que las reparen ya que su maestro le dijo que hay
alguien que puede hacerlo.
Se van a la mansión de la fundación para llevarle a Saori las partes que ha recuperado y contarle las intenciones de Shiryu. Seiya dice que no permitirán que Ikki obtenga la armadura de Oro. Shiryu se marcha dejando a Shun, Seiya y Hyoga en la mansión de la fundación.
Se van a la mansión de la fundación para llevarle a Saori las partes que ha recuperado y contarle las intenciones de Shiryu. Seiya dice que no permitirán que Ikki obtenga la armadura de Oro. Shiryu se marcha dejando a Shun, Seiya y Hyoga en la mansión de la fundación.
Posteriormente Seiya llama a la
policía para que les envíen su mejor perro policía para que le ayude a buscar a
Ikki. Seiya se presenta en plena rueda de prensa de Saori y Tatsumi con el perro.
Seiya dice que la caja de la
Armadura de Oro de Sagitario debe estar impregnada con el
olor de Ikki, y que el mejor para seguir el rastro es un perro policía. Saori
le dice que si está tan convencido puede seguir adelante con esto. Entonces
Saori y Tatsumi se marchan.
El perro sale corriendo y Seiya se
va con él. El perro lleva a Seiya a un bosque cercano a la Mansión de la Fundación. En mitad del bosque
Seiya se encuentra a Shun de Andrómeda en el suelo, y a Hyoga de Cisne que está
a punto de empezar a luchar contra el Cisne Negro.
Seiya dice que el perro le ha
llevado hasta allí siguiendo una pista de Ikki, pero Shun le dice que hace
tiempo venía por esta zona a entrenarse. Seiya se ofrece a ayudar a Hyoga, pero
este se niega y dice que el solo lo hará.
Hyoga y el Cisne Negro comienzan a
luchar hasta que son interrumpidos por los otros caballeros Negros que vienen
en busca del Cisne Negro para ir a reunirse con Ikki y los 4 se marchan. Shun
se da cuenta que Hyoga esta herido aunque este creyó haber evitado el ataque
del Cisne Negro. Seiya cree que la situación se está poniendo interesante.
A la mañana siguiente Seiya está
en su casa lavándose la cabeza, cuando alguien llama a la puerta. Cuando Seiya
abre ve que es Saori y esta se sonroja al ver a Seiya con el pelo mojado y
desnudo de cintura para arriba. Seiya cierra la puerta y coloca la casa
rápidamente y se viste, para después darle permiso a Saori para entrar.
Saori le entrega a Seiya una carta
de Ikki de Fénix en el que le desafía dentro una semana en el Valle de la Muerte y que lleve las
partes restantes de la armadura de Oro de Sagitario. Saori dice que deben avisar a
Shiryu para que regrese cuanto antes con las armaduras. Seiya le dice que
Shiryu está corriendo un gran riesgo para conseguirlo, y que eso es más
importante.
Saori le explica que claro que se preocupa por Shiryu pero ahora es él quién le preocupa más. Saori le explica que si va a luchar contra Ikki sin su armadura será muy peligroso, Seiya dice que si tiene que morir lo hará como un caballero, después Saori se marcha. Seiya se extraña del comportamiento de Saori al tratarle como a un amigo cosa que antes no hacía.
Saori le explica que claro que se preocupa por Shiryu pero ahora es él quién le preocupa más. Saori le explica que si va a luchar contra Ikki sin su armadura será muy peligroso, Seiya dice que si tiene que morir lo hará como un caballero, después Saori se marcha. Seiya se extraña del comportamiento de Saori al tratarle como a un amigo cosa que antes no hacía.
Seiya se despierta por la noche
tras una pesadilla en la que ve morir a Shiryu tras grandes sufrimientos. Seiya
sale a andar mientras se preocupa por el destino de Shiryu. Seiya quiere verle
vivo de nuevo y piensa que juntos serían invencibles para los caballeros
Negros.
Seiya va junto a Hyoga y Shun al
desafío enviado por Ikki para su enfrentamiento en el Valle de la Muerte. Saori y
Tatsumi les acompañan en helicóptero hasta allí. Al llegar al lugar Saori
admite que su nombre da escalofríos, y que tiene miedo de que Seiya no volviera
y de no recuperar la armadura de Oro. Seiya le pregunta que qué es lo que la
inquieta más, si su muerte o la pérdida de la armadura de Oro.
Entonces Tatsumi dice que solo
cuenta la pérdida de la armadura de Oro, y Saori dice que eso no es cierto.
Tatsumi les da las partes de la armadura de Oro que tienen para que vayan al
encuentro de Ikki y los 3 saltan al vacío. Hyoga le dice a Seiya que sin su
armadura está indefenso y Seiya le dice que espera que Shiryu haya tenido
éxito. Allí son recibidos por Ikki que les dice que les esperará sobre el Monte
del Diablo.
Shun les dice que es una roca con
la forma de la cabeza de un león. Seiya se dispone a partir, pero antes Shun le
da a él y Hyoga unas campanillas para encontrarse más fácilmente si necesitasen
ayuda. Cuando se disipa la niebla Seiya ve la roca y las cadenas de Shun
reaccionan. Entonces se separan pero Shun le advierte a Seiya que tenga cuidado
ya que al no tener su armadura es presa fácil. Seiya le dice que Shiryu traerá
su armadura a tiempo.
Entonces Seiya oye pasos a lo
lejos. Cuando se acerca ve que es Shiryu. Seiya sale corriendo hacia él. Pero
cuando llega junto a él, el cuerpo de Shiryu se desvanece en la forma de un
dragón. Entonces la armadura que traía se abre y es la Armadura de Pegaso
completamente restaurada.
Esto confirma a Seiya que Shiryu
consiguió su objetivo y que podía confiar en él. Seiya se pone la armadura de
Pegaso y se pregunta dónde está Shiryu. Entonces la caja de la Armadura de Pegaso
comienza a levitar y Seiya lanza un golpe haciendo que caiga al suelo. Seiya ve
a un niño y le pregunta que es lo que hace en ese lugar. El niño le dice que ha
venido a traerle su armadura.
Seiya le pregunta quién es, y este
le dice que se llama Kiki y que le envía su maestro Mu porque Shiryu no está
condiciones de viajar. Seiya comienza a zarandear a Kiki y le pregunta que le
ocurre a Shiryu. Kiki le dice que su maestro Mu le dijo a Shiryu que solo su
muerte podría restaurar las armaduras. Seiya cree que Shiryu a muerto. Kiki le
explica exactamente lo que pasó.
Mu le dijo a Shiryu que debía
derramar la mitad de su sangre sobre las armaduras para poder restaurarlas,
algo que Shiryu hizo sin dudar. Shiryu derramó sangre hasta que se desmayó y Mu
le cerró las heridas para después reparar las armaduras. Kiki le dice que
cuando se fue Shiryu seguía vivo aunque grave.
Seiya le agradece a Kiki haberle
llevado su armadura y le ofrece su amistad. Seiya le da una pequeña campanilla
a Kiki y le dice que cuando regrese Shiryu se la dé de su parte. Entonces Seiya
se va en busca de Ikki de Fénix.
Más adelante Seiya se encuentra
con el Pegaso Negro. Seiya le pregunta quién es, y Pegaso Negro le dice que es
su doble, solo que el defiende al mal. Pegaso Negro se lanza sobre Seiya
atacándole con una lluvia de patadas que Seiya consigue esquivar.
Seiya le contraataca con la misma
técnica derribando a Pegaso Negro. Cuando Pegaso Negro se levanta Seiya golpea
una roca que estaba a su lado haciendo un gran agujero para asombro de Pegaso
Negro. Pegaso Negro ataca a Seiya con los Meteoros Negros derribando a Seiya.
Pegaso Negro le dice que le decepciona
y que no esperaba ganarle tan fácil. Entonces Pegaso Negro se da cuenta de que
Seiya está de pie a su espalda para su sorpresa. Pegaso Negro le pregunta como
se ha recuperado tan deprisa y Seiya le dice que fue gracias a su armadura que
ahora es más poderosa que antes.
Seiya ataca con los Metoros de
Pegaso y Pegaso Negro lo hace con los Meteoros Negros. Pegaso Negro cae
derribado pero uno de sus Meteoros Negros impacta de lleno a Seiya. A Pegaso
Negro se le escapa la parte de la armadura de Oro de Sagitario que custodiaba
la cual es recogida por Seiya.
Mientras Seiya se dispone a marcharse Pegaso Negro le dice que a pesar de haberle ganado ha sido golpeado por uno de los Meteoros Negros y pronto sufrirá la Muerte Púrpura. Esto hace que Seiya se quede pensativo.
Por el camino Seiya comienza a
encontrarse mal y a tener un calor que le quema por dentro. Seiya come nieve
para intentar remediar esa sensación, y después opta por quitarse su armadura.
Entonces ve unas manchas negras en sus brazos similares a quemaduras.
Seiya no entiende porque el tiene
esas marcas si su armadura está intacta. Seiya se quita toda la armadura y ve
que tiene marcas por todo el cuerpo. Las marcas aumentan de tamaño y Seiya
comprende que era esto a lo que se refería el Pegaso Negro. Seiya se levanta,
pierde el equilibrio y se cae por un precipicio junto con las partes de la Armadura de Oro de
Sagitario.
Seiya intenta escalar el
precipicio justo cuando Hyoga está cerca de él, pero no le ve y Seiya pierde
apoyo y vuelve a caerse por el precipicio. Seiya sigue intentando escalar el
precipicio pero sin éxito. Poco después Shun de Andrómeda ve a Seiya en el
fondo del precipicio.
Shun llama a Seiya y también oye
en su mente la voz de Marin de Águila, su maestra, para que encienda su cosmos.
Shun anima a Seiya a que escale el precipicio, pero Seiya no lo consigue. Shun
despliega su cadena para sujetarle por un brazo y subirle. Shun va subiendo a
Seiya poco a poco, cuando es atacado por una cadena negra.
Es Andrómedra Negro que dice que
Seiya está contaminado por el Meteoro Negro, que donde golpea deja una mancha
que va aumentando de tamaño hasta cubrir todo el cuerpo para después morir. Andrómeda
Negro le dice que como mucho le quedan un par de horas, y que es inútil
ayudarle, porqué ya está más en el otro mundo que en este.
El ataque de Andrómeda Negro hace
que la cadena de Shun resbale y Seiya caiga más en el precipicio. Seiya llama a
Shun y le pide que le suelte y le abandone para que pueda luchar. Shun dice que
no puede hacerlo y menos habiendo sido su hermano el que ha provocado esta
situación.
Seiya decide soltarse y rompe el
mismo la cadena para que Shun pueda combatir, mientras le grita que no la haga,
cuando Seiya cae al fondo del precipicio. Después Shun consigue vencer a Andrómeda
Negro y baja a ayudar a Seiya mientras Shiryu de Dragón lucha contra el Dragón
Negro.
Shiryu vence al Dragón Negro y se
asoma al precipicio preguntando a Shun por Seiya. Shun le dice que está grave y
que debe subirle rápidamente, Shiryu se ofrece a ayudarle. Shun se pone a Seiya
sobre los hombros y comienza a subir con la ayuda de Shiryu. Cuando llegan
arriba le ponen en el suelo viendo que su piel está completamente oscurecida y
que respira con debilidad.
Shiryu dice que solo les queda una
solución y golpea a en el pecho para que la sangre contaminada empiece a salir.
Shiryu le dice que le ha golpeado en un “Punto Estrellado”. Shiryu le explica
que estos puntos controlan su destino y les protegen. Esos puntos coinciden con
las constelaciones que les protegen, por eso se llaman así.
Shiryu dice que deben golpear a
Seiya en los puntos que forman la constelación de Pegaso. Cuando Shiryu termina
de golpear a Seiya en sus puntos estrellados, Shun le pregunta si Seiya se
salvará y Shiryu le dice que eso ahora depende de Seiya. Shun y Shiryu se van
con las partes de la armadura de Oro de Sagitario dejando solo a Seiya.
Seiya se salva, se pone la Armadura de Pegaso y va
tras los pasos de Shiryu y Shun. Cuando llega se encuentra a Shiryu
inconsciente en el suelo, y a Ikki a punto de golpear a Shun. Seiya ataca a
Ikki pero este le esquiva. Ikki y Shun se sorprenden de ver vivo a Seiya, y
este le dice que viene más fuerte de lo que se imagina.
Seiya le dice a Ikki que aunque
sea lo último que haga le eliminará. Entonces Seiya ataca a Ikki con los
Meteoros de Pegaso pero este le esquiva y después Seiya se tropieza y cae.
Seiya piensa que aún está débil y se pregunta si se ha precipitado al intentar
pelear contra Ikki. Ikki le dice que ha ido para nada y que ha llegado su
última hora.
Cuando Ikki se dispone a atacar a
Seiya, aparece Hyoga que tira su campanilla y le dice a Ikki que debería
guardar mejor su espalda, Ikki no se cree que Hyoga siga vivo después de
atravesarle el corazón. En ese momento Shiryu se despierta y Seiya le dice a
Ikki que abandone. Shiryu le dice que ni siquiera él puede contra 4 caballeros
al mismo tiempo.
Ikki se ríe y amenaza a Shun,
entonces Shun le coge de las manos y le recuerda las palabras que le dijo antes
de separarse cuando les envían a sus lugares de entrenamiento, pero Ikki se
dispone a golpearle cuando Hyoga lo evita.
Hyoga le dice a Ikki que no use la Ilusión del Fénix dado que
él mismo le dijo no es conveniente volver a usar una técnica que ya se ha usado
alguien. Ikki dice que le dará la ocasión de probarlo a ver de que es capaz.
Hyoga consigue hacer que el Polvo de Diamantes actúe de espejo y le devuelva la Ilusión del Fénix a Ikki.
Seiya ve que cuando Hyoga se
dispone a rematar a Ikki aprovechando que está inmóvil Shun le frena con su
cadena. Shun le dice que lo siente y le pide que perdone a Ikki. Hyoga le dice
que a pesar de ser hermanos ha querido matarle y que debe aprovechar esta
ocasión para acabar con él. Hyoga le grita que le suelte pero Shun se niega.
Cuando Ikki reacciona aprovecha
que Hyoga está retenido por la cadena nebular de Shun para golpearle de nuevo a
la altura del corazón. En la mano de Ikki se queda enredado un rosario con la Cruz del Norte. Ikki deduce
que gracias a él no le ha podido matar. Hyoga le dice que es el recuerdo que
guarda con más aprecio de su madre e Ikki lo rompe.
Hyoga le pregunta a Ikki porque no
le hace efecto la Ilusión
del Fénix, Ikki le dice que es porque no le que nada que ame y como su alma
está deshecha su no ataque surge efecto. Entonces Ikki les reta a todos y les
ataca con las Alas Ardientes del Fénix derribándoles a todos excepto a Seiya
que se salva gracias a la intervención de la armadura de Oro de Sagitario que
se pone por delante para protegerle.
Ikki le pregunta a Seiya que ha
ocurrido, pero Seiya le dice que el tampoco lo sabe y le dice que da la
impresión de que la armadura de Oro ha querido protegerle. Ikki dice qué porque
iba a querer proteger la armadura de Oro a un caballero como él. Seiya le dice
que no le puede responder, pero que no dejará que se apodere de ella.
Seiya ataca a Ikki con los
Meteoros de Pegaso derribando a Ikki y estampándole contra un muro. Ikki dice
que debería estar muerto, pero parece más poderoso que nunca. A pesar de todo
Ikki le dice que por muchas ayudas que tenga no podrá con él. Ikki y Seiya se
atacan mutuamente golpeando sus puños y ambos caen al suelo. Cuando se levantan
Seiya derriba a Ikki.
Ikki no se explica como ha
aumentado tanto la fuerza de Seiya en tan poco tiempo. Entonces la armadura del
Fénix estalla y se rompe por completo para sorpresa de Ikki. Ikki cree que
Seiya ha conseguido eso gracias a la ayuda de la armadura de Oro, y Seiya le
dice que así es. Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso volviéndole a
derribar.
Cuando está en el suelo, el cosmos
de Ikki aumenta y la armadura del Fénix le reviste de nuevo. Ikki le dice a
Seiya que la armadura del Fénix no puede ser destruida dado que la armadura del
Fénix puede renacer de sus propias cenizas. Ikki le dice a Seiya que no puede
vencerle. Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso, pero Ikki bloquea el
ataque.
Ikki le dice que cuando el Fénix
renace lo hace con nueva energía y que con ese ataque no le hará nada. Ikki le
dice que admita su derrota y le dice que si tiene algo que decir antes de
morir, como Seiya no dice nada, Ikki le ataca pero de golpe aparece el Escudo
del Dragón sobre el brazo de Seiya para bloquear el ataque de Ikki.
Ikki no se explica como ha llegado el escudo hasta ahí. Seiya le dice que él tampoco lo sabe aunque, pero que no será capaz de destruir un escudo tan poderoso como este. Ikki le dice que destruirá su alma. Cundo Ikki se dispone a atacar a Seiya con la Ilusión del Fénix es frenado por la Cadena Nebular de Shun, y está se pone después sobre el otro brazo de Seiya.
Seiya dice que esto indica que la
armadura de Oro quiere que él sea el vencedor del combate. Ikki se asombra y no
se lo explica. Seiya ataca a Ikki mientras le dice que perderá por despreciar
multitud de sentimientos humanos. Ikki le dice que se ocupará a la vez de
todos, Seiya le dice que no podrá. Ikki ataca a Seiya con las Alas Ardientes
del Fénix derribando a Seiya, pero le acaba frenando con el Escudo del Dragón.
Seiya ataca a Ikki con los Metoros
de Pegaso y entonces su ataque se mezcla con el Polvo de Diamantes de Hyoga
consiguiendo herir a Ikki. Ikki admite estar acabado. Ikki le admite a Seiya
que le ha vencido ya que no tiene a nadie bajo su mando entonces Shiryu, Hyoga
y Shun se levantan.
Ikki se desploma pero es sujetado
por Seiya que le pregunta que le ocurrió en la Isla de la Reina de la Muerte y este le dice que era el Infierno en la Tierra. Seiya le
dice que se explique pero Ikki le dice que no lo comprendería. Seiya le dice
que tiene que saberlo e Ikki le dice que no tiene que darle explicaciones y
empieza a darle puñetazos hasta que le derriba para después usar las Alas
Ardientes del Fénix.
Seiya usa los Meteoros de Pegaso
derribando a Ikki y estampándole contra un muro. Ikki no consigue levantarse y
es ayudado por Seiya. Ikki le dice que estaba seguro de que le ganaría y Seiya
le dice que tiene que contarles lo que le paso en la Isla de la Reina de la Muerte. Ikki agarra
la mano de Shun, pero entonces empuja a Seiya y Shun mientras se agarra la
cabeza.
Ikki les explica como fue su
entrenamiento en la Isla
de la Reina de la Muerte y como consiguió la
armadura del Fénix. Ikki les dice que desde entonces de humano solo tiene la
apariencia y que solo el odio le guiaría. Ikki dice que ahora que ha perdido el
odio no le queda nada. Los demás le dicen que se una a ellos, pero Ikki se
niega y dice que deben combatir.
Ikki trata de atacarles pero está
herido y no puede. Seiya le dice que no luche y se una a ellos, pero Ikki le
dice que no puede aunque quisiera porque se lo impediría el Santuario. Entonces
la cadena nebular de Shun reacciona y la tierra comienza a temblar y a
resquebrajarse dejando unas grietas de sale un gran número de enemigos que se
llevan la armadura de Oro de Sagitario y les atacan.
Seiya le pregunta a Ikki si son
hombres, pero Ikki le dice que ya no quedan más caballeros Negros. Ikki cae por
una de las grietas y Shun le ayuda a subir mientras Hyoga, Shiryu y Seiya
luchan contra los enemigos. Ikki intenta levantarse pero aún está débil. Seiya le
pregunta a Shun por Ikki que le dice que aún está vivo. Entonces llega el jefe
de los enemigos y sus secuaces le llaman Docrates y le dicen que solo les falta
el casco. Seiya comenta que se dice de él que su poder es absoluto.
Hyoga dice que la gente siempre
exagera y Docrates le dice que la hará una demostración de su poder. Antes de
que Docrates ataque Ikki le dice al resto que huyan. Docrates les ataca con la Fuerza de Heracles haciendo
2 enormes agujeros en el suelo dejando a todos los caballeros asombrados.
Docrates le ordena a Ikki que le
de el casco de la armadura de Oro de Sagitario. Ikki le dice que no acepta sus
órdenes y se lo da a Seiya para que lo guarde él. Justo después Ikki ataca a
Docrates con las Alas Ardientes del Fénix golpeando la roca sobre la que se
encontraba Docrates provocando un desprendimiento del que ninguno de los puede
escapar y son atrapados entre las rocas.
Shun intenta ayudar a Ikki, pero
es frenado por Seiya para que él no fuese atrapado también por las rocas. Seiya
arrastra a Shun para evitar que fuese atrapado llevándolo por la fuerza. Cuando
anochece los caballeros ponen una cruz en el valle en recuerdo de Ikki, y Seiya
promete que todos defenderán con su vida el casco que les dio a ellos en lugar
de a Docrates. Entonces llega Kiki para unirse con ellos por orden de su
maestro.
Los caballeros regresan a la
mansión de la fundación con una sola parte de la armadura de Oro de Sagitario.
Allí Tatsumi les echa la bronca por llevarse 4 y volver solo con 1. Saori le
ordena silencio amenazándole con expulsarle de la fundación, entonces Tatsumi
se calla y se marcha. Cuando se ha ido Saori les dice que todos están algo
nerviosos y les pide que le perdonen. Seiya le dice que Tatsumi tiene razón y
Saori que mientras conserven el casco mantendrán cierto equilibrio.
Saori dice que seguro vendrán a
por él, pero no sabe exactamente quién. Saori dice que deben averiguar quienes
son sus enemigos. Recordando el encuentro que tuvieron con Ikki, Shun deduce
que la clave podría estar en el Santuario. Saori dice que usarán a su red de
información para comprobarlo. Entonces oyen los gritos de Tatsumi y Seiya,
Shiryu y Hyoga van a ver que ocurre, viendo que es Kiki que está haciendo volar
a Tatsumi, después tras ver que se trata de Kiki salen Saori y Shun.
Después Seiya se va para pasar la
noche en su casa y le dice a Kiki que no arme ningún problema por la noche, y
Kiki le dice que él ya es un chico muy maduro. Seiya en su casa piensa como
terminará todo. Por la mañana Seiya se va al orfanato a ver a Miho y a los
huérfanos. Miho le dice que los niños estaban preocupados por el, pero Makoto dice
que era ella la preocupada, y después los niños van a abrazar a Seiya.
Seiya se va con Miho a andar por
el puerto, cuando entonces se teletransporta Kiki delante de ellos asustando a
Miho. Kiki le dice a Seiya que están atacando la fundación y que necesitan
ayuda. Seiya llega a la fundación cuando Docrates está a punto de coger a
Saori. Docrates reconoce a Seiya, y le dice que fue él quién robo la armadura
de Bronce de Pegaso. Seiya le dice que no la robo sino que la ganó por su
valor.
Docrates le reta a que le muestre
ese valor y le ataca con la
Fuerza de Heracles, y aunque Seiya evita el ataque, este
destroza parte de la mansión, dejando a Seiya asombrado. Cuando Docrates y
Seiya están a punto de atacarse mutuamente se oyen sirenas de la policía,
entonces Docrates secuestra a Saori y le dice a Seiya que si la quiere volver a
ver viva tendrá que darle el casco de la armadura de Oro de Sagitario.
Saori le pide que no lo haga y le
dice que la armadura de Oro es más importante. Docrates también se lleva a
Tatsumi y reta a Seiya en el coliseo de la fundación. Los caballeros de Bronce
y Kiki van al planetarium donde Saori tiene escondido el casco de la armadura
de Oro de Sagitario. Seiya quiere ir al coliseo pero Hyoga le frena para pensar
en otra opción en caso de las cosas no salgan bien. Seiya dice que lo
conseguirá, pero Shiryu le dice que Hyoga tiene razón.
Shun pregunta donde tendrán
escondido el resto de la armadura de Oro de Sagitario. Kiki les dice cree que
está en el Valle de la Muerte
junto a la roca con forma de cabeza de león. Shiryu dice que deben confiar en
él por los poderes que Kiki tiene. Shun y Seiya van al coliseo llevándose el casco de la armadura de Oro de Sagitario.
Varios secuaces de Docrates se
muestran y Docrates le pide el casco y Seiya le dice que no lo hará hasta que
no libere a Saori y Tatsumi. Saori dice que debe proteger a la humanidad y que
para eso necesita la armadura de Oro, y Seiya le dice que no lo olvida, pero
que no podrá salvar a la humanidad si no es capaz de salvar la vida de una
persona.
Docrates vuelve a pedirle el casco
y Seiya le dice que es un cambio. En el momento del cambio los secuaces de
Docrates se quedan con el casco y retienen a Saori, dejando en libertad solo a
Tatsumi. Seiya y Shun salen corriendo detrás del secuaz que se llevaba a Saori
hasta que Docrates les corta el camino.
Docrates dice que ahora tiene toda
la armadura de Oro de Sagitario, solo le falta tomar la vida de Seiya. Docrates
le dice a Seiya que él es hermano de Cassios. Docrates le dice que por su culpa
Cassios no se convirtió en caballero y que ahora va a vengarle. Shun interviene
y le dice a Docrates que él es el culpable de la muerte de su hermano Ikki.
Docrates le dice a Shun que ahora
se reunirá con él, y los secuaces de Docrates le derriban. Shun le dice a Seiya
que él se encargará de los secuaces, y mientras él lucha contra Docrates.
Docrates evita los primeros ataques de Seiya. Después Seiya ataca con los
Meteoros de Pegaso pero Docrates los detiene con las manos y acto seguido ataca
a Seiya con la Fuerza
de Heracles derribándole y estampándole contra una pared.
Seiya piensa que hasta los hombres
de tanta altura tienen puntos débiles, y que debe encontrarlos. Seiya no ve el
punto débil de Docrates. Docrates le dice a Seiya que no tiene nada que hacer
contra él. Docrates vuelve a usar la
Fuerza de Heracles, haciendo que Seiya se golpee contra el
suelo al intentar evitarle. Docrates salta sobre Seiya intentando caer con su
rodilla sobre la espalda de Seiya, aunque este le esquiva.
Justo después Seiya se lanza
contra Docrates, pero este le coge por una pierna y le saca el casco de un
golpe contra una de las barras del hexágono de lucha del Torneo Galáctico.
Docrates le dice a Seiya que le hará sufrir como él hizo sufrir a su hermano
Cassios. Docrates coge a Seiya sin dejarle mover y en la mano derecha de su
armadura salen unas garras de acero y cuando está a punto de matar a Seiya, Docrates
se detiene al oír la voz de Shun que le ataca con la Cadena Nebular.
Docrates suelta a Seiya y derriba
a Shun. Al levantarse Shun hace que con su cadena se caigan los focos del techo
del coliseo sobre Docrates, pero Docrates sale enseguida del montón de hierros
que tenía encima de él, para sorpresa de Shun, Seiya y Saori. Seiya aprovecha
para salvar a Saori, aunque Saori está triste por haber perdido el casco, pero
Seiya le dice que lo recuperarán.
Entonces, cuando se dispone a
golpear a Shun, interviene Hyoga dando una patada en la cara a Docrates, y
mostrando el casco de la armadura de Oro de Sagitario que había recuperado.
Hyoga le da el casco a Saori. Docrates se enfurece y se dispone a atacarles a
los 3 con la Fuerza
de Heracles. Seiya dice que no ha conseguido encontrarle un punto débil a
Docrates. Hyoga les dice que sus piernas pueden ser su punto débil y se ofrece
a atacarle ya que dice conocer una técnica secreta.
Se pone a nevar debido al cosmos de Hyoga, que le ataca con
el Polvo de Diamantes. Seiya se pregunta si con eso será suficiente. Hyoga
consigue congelar el suelo sobre el que estaba Docrates y entonces se lanza
sobre él para caer sobre sus piernas y congelárselas poco a poco.
Hyoga se pone en pie y levantando a Docrates del suelo al
mismo tiempo. Hyoga le dice a Seiya y Shun que ahora es su turno. Seiya ataca a
Docrates con los Meteoros de Pegaso y Shun lo hace con la Cadena Nebular.
Docrates cae derribado y finalmente termina muriendo.
Cuando se reúnen en la mansión de
la fundación con Shiryu, Tatsumi les echa la bronca por no forzar a hablar a
Docrates antes de matarle. Saori le dice que no tenían otra opción y que
alguien que maneja los hilos en busca de completar la armadura de Oro. Shun
recuerda que las últimas palabras de Ikki iban en ese sentido y que Docrates no
les atacó por casualidad. Saori dice que no pueden especular continuamente y
necesitan pruebas concretas.
Más adelante Saori les informa que
han secuestrado un petrolero de la fundación y que los piratas exigen que los
caballeros de Bronce lleven el casco de la armadura de Oro de Sagitario para
liberar el petrolero, o sino estallaran el barco con sus tripulantes dentro.
Entre todos deciden ir allí, que no perderán el casco como sugería Tatsumi y
que salvarán el barco.
Entonces los caballeros de Bronce
se van en un helicóptero hasta el petrolero. Por el camino Seiya dice que
seguramente vayan a una trampa y que también querrán eliminarles. Cuando
llegan, se encuentran con Serpiente de Mar y Delfín, que les dicen que deberán
hacer todo lo que les digan y les advierten que si intentan cualquier cosa
extraña harían estallar el barco.
Le piden a Seiya que ponga el
casco en el suelo. Seiya intenta obtener información del resto de la armadura
de Oro de Sagitario, pero no obtiene resultado. Le dan 3 grilletes para que se
los ponga a los demás. Después les obligan a ponerse de rodillas. Estos hacen
comentarios acerca de cómo derrotaron a Docrates, y Seiya dicen que están más
informados de lo que dicen.
Serpiente de Mar se cansa de la
palabrería de Seiya y le reta a que les muestre sus habilidades. Seiya le da
varios puñetazos a Serpiente de Mar pero sus golpes resbalan y no le impactan
para sorpresa de Seiya. Entonces Delfín derriba a Seiya y después le agarra del
cuello y Serpiente de Mar se aprovecha para seguir golpeando a Seiya. Cuando
ambos se disponen a rematar a Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun se sueltan y Seiya
les dice que ahora es su turno.
Seiya les ataca con los Meteoros
de Pegaso, Shiryu con la Cólera
del Dragón y Hyoga con el Polvo de Diamantes. Serpiente de Mar dice que ahora
harán explotar el barco, entonces Shun le dice que no, y saca a Medusa de la
sala de maquinas del barco con la cadena de Andrómeda.
Seiya dice que les harán
prisioneros para que hablen. Entonces tras unos rayos extraños aparecen una
multitud de barcos piratas. Los piratas abordan el barco pero cuando los
caballeros quieren golpearles estos se evaporan. Los 3 secuestradores
aprovechan para marcharse llevándose el casco de la armadura de Oro de Sagitario.
Entonces los caballeros se dan
cuenta que esos barcos piratas solo eran una ilusión y se quedan con cara de
tontos por lo ocurrido. Seiya mira al cielo y le pide a Pegaso que le perdone
por su comportamiento, y promete que volverá a ser digno de él. Al día
siguiente Saori y Tatsumi se reúnen con ellos en el barco. Cuando llegan, Seiya
está tocando la guitarra. Saori les dice que ha venido para reconfortarles y
entonces comienza a lanzar sus joyas al mar.
Seiya le pregunta porque lo hace,
y Saori le dice que es para demostrarles que lo que le importa son ellos dado
que son irremplazables, no como los objetos sin alma que ha tirado al mar.
Después se reúnen con Shun y les muestran un video, en el que siguiendo a sus
enemigos por el satélite encuentran su escondite, una isla llamada la Isla del Espectro. Entonces
los caballeros se marchan con destino a la Isla del Espectro.
Geist derriba el helicóptero en el
que los caballeros van a la isla haciendo que caiga en el mar. Estando en el
agua Shun es llevado a una zona más profunda por Serpiente de Mar. Hyoga va en
su ayuda consiguiendo que Serpiente de Mar suelte a Shun. Salen a la superficie
y Serpiente de Mar le dice que estando en el agua el tiene ventaja y le da una
patada a Shiryu y después saca a Hyoga del agua de un cabezazo.
Hyoga aprovecha para congelar
parte del agua para formar un pequeño islote de hielo para sorpresa de
Serpiente de Mar. Serpiente de Mar se da un golpe en la cabeza al caer sobre el
hielo y después Seiya se aprovecha para, antes de que escape, atacarle con los
Meteoros de Pegaso y matarle.
En la isla tienen que escalar un
enorme muro y Shun les ayuda a todos a subir gracias a su cadena. A mitad del
recorrido son atacados por insectos y Hyoga resbala por falta de fuerzas tras
su combate aunque es sujetado por Shun. Hyoga les dice que continúen sin él,
pero Shun se niega y le da la orden a la cadena para que les suba.
Al llegar arriba se encuentran con
Delfín pero Shiryu consigue deshacerse de él. Hyoga decide quedarse atrás al
notarse sin fuerzas y le resto sigue adelante. De camino al castillo de la
isla, la cadena de Shun percibe un peligro y entonces son atacados por
murciélagos.
Shun y Seiya consiguen deshacerse
de algunos, pero Shiryu que se había lanzado a un río para evitarlos es herido
por alguien y les dice que sigan. Shun y Seiya se desplazan por el río subidos
en un tronco, pero son tirados al agua por Medusa. Seiya le ataca con los
Meteoros de Pegaso, pero Medusa le esquiva y le atrapa con sus tentáculos.
Mientras Medusa intenta
estrangular a Seiya, Shun corta los tentáculos con la Cadena Nebular
desde el tronco al que se había vuelto a subir. Medusa se oculta bajo el agua y
vuelve a tirarles del tronco. Shun atrapa un brazo de Medusa con su cadena, y
este le lanza la Descarga
de un Millón de Voltios de la
Medusa a través de la cadena como conductor eléctrico.
Seiya aprovecha para atacar a
Medusa con los Meteoros de Pegaso cuando está ocupado atacando a Shun, y este
no lo puede esquivar recibiendo el golpe de pleno. Shun le dice a Seiya que
vaya a recuperar el casco mientras se queda inconsciente encima del tronco.
Seiya llega al castillo. Dentro del castillo Seiya busca el casco hasta que
tras derribar una pared lo encuentra.
En ese momento el casco desaparece
y Geist, aparece detrás de él le dice que su especialidad es crear ilusiones.
Entonces Seiya cree ver varios cascos delante suyo en lugar de uno.
Seiya ataca a los cascos con los
Meteoros de Pegaso y todos se rompen excepto el auténtico. Cuando Seiya descubre
cual es el verdadero Geist aparece delante del casco y dice que ya se ha
divertido bastante. Geist le dice a Seiya que ahora va a morir, entonces le
ataca con la Garra
del Trueno pero Seiya consigue evitarla.
Seiya se sorprende de que Geist
sepa utilizar ese ataque y creía que Shaina de Ofiuco era la única que lo
conocía. Seiya le pregunta cual es su relación con el Santuario y Geist le dice
que si vence se lo dirá. Geist ataca de nuevo a Seiya hasta que le derriba, y
cuando está en el suelo se dispone a clavarle sus garras en la cara, pero Seiya
la esquiva.
Geist comienza a aparecer y
desparecer por la sala para atacar por sorpresa a Seiya hasta que le derriba.
Geist provoca la caida de una gran lámpara de la sala para que caiga sobre
Seiya aunque este la evita. Acto seguido se derrumba parte del castillo lo que
Geist aprovecha para enviar una ilusión a Seiya en la que ella aparece muchas
veces, aunque realmente está escondida tras una columna.
Seiya ataca con los Meteoros de
Pegaso golpeando en la columna en la que escondía Geist, que le pregunta a
Seiya como pudo saber donde estaba. Seiya le dice que ella tiene un olor y las
imágenes no. Con otra ilusión Geist estampa a Seiya contra la pared dejándole
atrapado por multitud de sus brazos.
Geist se aprovecha de que Seiya no
puede moverse y le provoca varias heridas con sus garras. Cuando Geist se
dispone a rematar a Seiya, el casco de la armadura de Oro de Sagitario sale
volando y golpea a Geist en la cabeza rompiendo su casco y su máscara. Seiya
consigue liberarse de los brazos que le retenían y ataca a Geist con los
Meteoros de Pegaso.
Geist cae al suelo y Seiya la coge
y le pregunta cual es su relación con el Santuario. Geist le dice que no puede
decírselo y le dice que si tiene corazón, que tenga piedad y la mate ahora.
Seiya le dice que no porque debe contestarle. Geist le dice a Seiya que es
noble y se alegrá de que él la haya vencido. Justo después Geist muere a causa
de las heridas que tenía.
Seiya sale del castillo con el
casco de la armadura de Oro de Sagitario y fuera se encuentra con Shiryu, Hyoga
y Shun. Shiryu le pregunta si está herido, pero Seiya le dice que las heridas
no importan y les enseña el casco.
Los caballeros se reúnen con Saori, Tatsumi y Kiki en la
mansión de la fundación. Allí ven en las noticias de televisión como se ha
producido un incendio, que pudo ser provocado, en el coliseo de la fundación.
Finalmente deciden que Saori y Shun se escondan en las montañas para proteger
el casco de la armadura de Oro de Sagitario, mientras el resto busca
información. Seiya dice que ira a hablar con su maestra Marín para que les
aconseje.
Seiya va al Santuario esperando
dar una sorpresa a Marín. Cuando Seiya se encuentra en los límites exteriores
del Santuario, un grupo de soldados le interceptan. Seiya les reconoce como los
soldados a los que venció previamente a su combate contra Shaina de Ofiuco la
noche antes de partir del Santuario. Seiya les dice que les volverá a vencer,
pero estos le dicen que han mejorado, Seiya les dice que él también.
Los soldados se lanzan contra
Seiya pero este se libra de ellos sin problemas. Entonces llega Shaina que le
rompe una de las asas con las que lleva a la espalda la armadura de Pegaso.
Shaina le dice a Seiya que ahora vengará a Geist. Esto le confirma a Seiya que
ambas se conocían. Seiya dice que no ha venido a luchar.
Shaina le rompe la otra asa de la
armadura y esta cae al suelo. Shiana le dice que le matará y se quedará con la
armadura de Pegaso. Seiya le dice que volverá a fracasar y se pone la armadura.
Shaina se lanza contra él, pero Seiya detiene sus golpes para después atacar
él. Seiya no golpea a Shaina y esta tampoco consigue hacerlo, y tras uno de los
golpes de Shaina una enorme roca cercana se parte en 2, y Shaina le dice a
Seiya que se ha puesto pálido.
Seiya ataca a Shaina con los
Meteoros de Pegaso, pero Shaina los esquiva y Seiya le admite que se defiende
bien. Shaina le dice que se ha entrenado duro desde su último combate. Shaina
le dice que está llena de ira y odio, y eso le da fuerza. Shaina usa las Garras
del Trueno derribando a Seiya y estampándole contra una roca.
Seiya se levanta y Shaina le dice
que está perdido. Seiya le dice que todavía le defiende su armadura, pero
Shaina le dice que acabará con él. Entonces se atacan mutuamente con los
Meteoros de Pegaso y las Garras del Trueno, chocando ambos y saliendo
despedidos los dos. Seiya es el que acaba en peor estado tras el choque.
Entonces Shaina salta sobre el y
le agarra del cuello y cuando esta a punto de matarle, interviene Marin, que le
dice a Shaina que está prohibido salir del Santuario. Marin le dice a Seiya que
se vuelva. Seiya le dice que ha venido buscando su consejo, entonces Marin le
derriba de un puñetazo.
Seiya le dice que ha venido
buscando su consejo, entonces Marin le derriba de un puñetazo. Cuando Seiya
está en el suelo se acerca a él y le dice que Hyoga está en peligro, entonces
le levanta dándole una bofetada y gritándole. Seiya pregunta que es lo que
pasa, pero Marin continúa golpeando a Seiya para decirle en voz baja que
Cristal no sabe lo que hace.
Cuando Marin derriba a Seiya,
Shaina pregunta por el motivo de esa farsa. Marin le dice que solo está
cumpliendo con su deber, no permitir el paso de gente ajena al Santuario.
Entonces Seiya se marcha pero dice que volverá. Shaina quiere salir tras él,
pero Marin se interpone, permitiendo que Seiya pueda irse sin problemas.
A las afueras del Santuario Seiya
recuerda las palabras de Marin acerca del peligro que corre Hyoga con Cristal,
pero Seiya cree que Hyoga ya debe de estar en Siberia. Cuando Seiya llega a
Siberia espera que no sea demasiado tarde para prevenir a Hyoga. Seiya camina
en medio de una ventisca hasta que llega a la aldea Kohoutek.
En una casa Seiya encuentra a un
niño dormido al que despierta. Seiya le dice que él debe ser Jacob y que le han
hablado de él. El niño le dice que si es Jacob y pregunta quien es. Seiya le
dice que es un amigo de Hyoga, y Jacob se da cuenta de que es el caballero de
Pegaso. Jacob le dice a Seiya que Hyoga ha ido en busca de los aldeanos a las
obras de construcción de la
Pirámide de Hielo.
Jacob se ofrece para guiar a Seiya
hasta las obras de la pirámide. Seiya lleva sobre su espalda a Jacob en el
camino a la pirámide y le dice que Cristal ha cambiado mucho desde su visita al
Santuario. Cuando llegan a la pirámide Hyoga de Cisne está luchando contra
Cristal, su maestro.
Entonces se oye el disparo de una
de las ametralladoras de los guardias de las obras, pero Seiya detiene las
balas que iban dirigidas a Hyoga, que no podía moverse al tener las piernas
congeladas y estar siendo golpeado por Cristal. Seiya que ataca con los
Meteoros de Pegaso a Cristal derribándole y liberando a Hyoga.
Seiya ayuda a Hyoga y Cristal le
pregunta quién es y Seiya le dice su nombre, Cristal le reconoce como el
discípulo de Marin de Águila. Seiya dice que Marin ya sabía que Cristal se
había puesto en su contra para sorpresa de Hyoga. Cristal les desafía a luchar
los dos contra él, pero Hyoga frena a Seiya y le dice que este combate es cosa de
él y de su maestro.
Entonces Cristal y Hyoga se atacan
mutuamente con el Polvo de Diamantes y Hyoga es el que cae derribado. Seiya va
a ayudar a Hyoga y le pregunta como está, y Hyoga le dice que como un hijo que
le ha levantado la mano a su padre. Seiya le ayuda a levantar y le dice que
ahora es su enemigo.
Hyoga le ataca con el Polvo de
Diamantes, pero Cristal no puede hacerlo dado que el dolor de cabeza interrumpe
su concentración, recibiendo de lleno el ataque de Hyoga, gracias a lo cual
Cristal vuelve a ser el de siempre. Hyoga dice que jamás podrá perdonarse haber
atacado a su maestro, Seiya le dice que ha sido un combate justo entre
caballeros, pero Hyoga dice que eso da igual.
Cristal se levanta y usa toda su
energía para atacar a la pirámide de hielo y destruirla, sorprendiendo a Seiya,
entonces Cristal cae exhausto. Hyoga y Seiya van a mientras le dice que debe
seguir siempre el camino de la justicia. Cristal le dice que no debe dudar al
atacar y que eso es muy peligroso para un caballero.
Hyoga le dice que no hable para
guardar fuerzas, pero Cristal le dice que no le interrumpa y que debe aceptar
su muerte como el mismo lo hace. Cristal le pide que proteja a la humanidad de
la mejor forma. Cristal muere mientras derrama una lágrima, y Hyoga llora
gritando su nombre. Seiya se queda triste por la muerte de otro caballero y
piensa que deberían ser inmortales como las amenazas que tiene la tierra.
Seiya ve como Hyoga entierra a Cristal debajo de una cruz de
hielo en el lugar donde Cristal le entrenaba, jurando luchar por los ideales
que defendía Cristal, mientras espera que Hyoga tenga valor, y pensando en como
le irá a Shiryu. Más adelante Seiya tiene un mal presentimiento y Hyoga le dice
que en Siberia ya no tienen nada que hacer. Ambos regresan a Japón al refugio
de Saori.
Cuando se acercan ven que el
bosque colindante al refugio está en llamas y se apresuran para llegar y ver
que ocurre. Al llegar ven que Ikki de Fénix ha conseguido sobrevivir y todos
lloran de alegría por reunirse de nuevo.
Más adelante llega Shiryu y por la
noche todos brindan por regreso de Ikki. Entonces Shun se pone a llorar de
nuevo e Ikki le dice que los caballeros no lloran, pero Shun le dice que son
lágrimas de alegría, Ikki le dice que le comprende pero le pide que deje de
llorar. Seiya dice que presiente que se acerca la batalla final. Entonces ya
saben que su enemigo está en el Santuario.
Todos piensan que su enemigo es el
Patriarca y Hyoga les recuerda que su maestro Cristral no tuvo oportunidad
contra él. Saori les comenta que la armadura de Oro está destinada a proteger a
la humanidad y que uno de ellos la vestirá. Piensan que quiere recuperar la
armadura de Oro para tener todas las bazas en su mano.
Ikki dice que el Patriarca quiere recuperar la armadura de
Oro de Sagitario para unirla a su colección personal. Seiya propone atacar el
Santuario, pero Saori les dice que no deben precipitarse y que es mejor
elaborar un buen plan con toda la información que tienen, y que también deben
descansar aunque sean caballeros.
Seiya se va al orfanato a ver a
Miho. Ambos se van a la playa de Luxor acompañados por Kiki. Miho le dice a
Seiya que tiene la impresión de que ha cambiado mucho últimamente.
Seiya le dice los últimos
acontecimientos le han madurado mucho. Miho le pregunta si seguirá combatiendo
y Seiya le dice que ha ido para descansar y que prefiere no hablar de eso, Miho
le pide perdón por haberlo mencionado. Cuando ambos estaban más tranquilos,
Kiki ve a alguien y le pregunta a Seiya quien es.
Seiya le dice que es Marin de
Águila, su maestra. Cuando Seiya se acerca a Marin aparece Misty de Lagarto.
Misty le dice a Seiya que ha recorrido medio mundo para darle dos opciones, o
se suicida o le mata él mismo. Marin le dice a Seiya que Misty es un caballero
de Plata. Misty dice que todas las armaduras pertenecían a Grecia, pero que el
anterior Patriarca cometió el fallo de permitir que cualquier extranjero
llevase una armadura, y que él estaba allí para rectificar ese error.
Seiya se dispone a luchar con
Misty y le dice a Miho, que le acompañaba por la playa, que avise a Saori y al
resto de caballeros. Misty le dice a Seiya que se lamentará y entonces lo
golpea tan rápidamente que este no puede cubrirse. Al caer en la arena Misty le
pisa la cabeza y le repite las dos opciones que le dio antes.
Seiya no le responde, entonces
Misty se dispone a rematarlo cuando este detiene su golpe con las manos y le
dice que va luchar contra él. Seiya lanza a Misty al aire, pero este cae de pie
sin problema. Misty se echa a reír pensando que un caballero de Bronce quiere
luchar contra uno de Plata y le dice que entre ellos hay mucha diferencia.
Seiya le dice que no tiene gracia.
Misty le dice que además el no tiene puesta su armadura, entonces Kiki le dice
a Seiya que el se la puede traer. Para sorpresa de Misty, Kiki con sus poderes
psicoquinéticos trae la armadura de Pegaso hasta la playa y Seiya le da las
gracias a Kiki y se la pone para luchar contra Misty. Seiya ataca a Misty con
los Meteoros de Pegaso, pero estos no afectan a Misty que no se mueve, para
sorpresa de Seiya.
Cuando Misty se dispone a atacar a
Seiya, Marin está reteniendo a Seiya y le dice que no puede luchar contra un
Santo de Plata por mucho valor que tenga. Marin golpea a Seiya en el corazón
derribándole y haciéndole una gran herida. Marin entierra a Seiya en la playa.
Cuando Misty se queda solo en la
playa tras ordenarle a Marin que se marche, saca de la arena a Seiya y ve que
ni siquiera la armadura de Seiya tiene un arañazo. Misty dice que Marin no le
golpeo de verdad y que pensará que le había engañado.
Misty le dice a Seiya que ahora
Marin no podrá salvarle, entonces ataca a Seiya y le lanza al mar. Esto le
confirma a Seiya el poder que tienen los caballeros de Plata. Misty dice que
Seiya le da pena, al ser un caballero de Bronce. Luego le dice a Seiya que
nunca ha sido golpeado por ningún enemigo. Seiya le dice que aunque pierda
seguro le golpeará.
Seiya ataca a Misty con sus
Meteoros de Pegaso, pero este vuelve a pararlos igual que antes, aunque Seiya tiene
la impresión de que Misty usa una especie de barrera magnética. Misty le dice
que le dejará vivir 10 segundos más antes de matarle y reunirle con Marin, dado
que ella intento engañarle desobedeciendo al Patriarca, y que su castigo es la
muerte. Esto hace a Seiya preocuparse por Marin.
Cuando Misty termina la cuenta
atrás, ataca a Seiya con su Mavrou Trypa, lanzando a Seiya al mar, pero es
manchado por la sangre de Seiya mientras caía. Entonces Misty dice que tiene
que purificar su cuerpo, se quita su armadura y entra a bañarse en el mar. Misty dice
que le da pena tener que haber matado a Seiya, aunque era su obligación.
Pero Seiya sale del mar. Misty
admite que le ha subestimado. Seiya le dice que se ponga su armadura porque va a
luchar contra él. Misty le repite que un Santo de Bronce no puede vencer a uno
de Plata. Seiya deja que Misty se ponga su armadura y cuando lo hace le ataca con
los Meteoros de Pegaso, aunque Misty le devuelve el golpe y tira de nuevo a
Seiya al mar. Entonces Misty siente como uno de los golpes de Seiya le ha
alcanzado para su sorpresa, dado que en un primer momento no percibió nada.
Seiya le dice a Misty que no sabe
que las derrotas pueden enseñar más que un entrenamiento, y como él no ha
sufrido ninguna no sabe lo que es el afán de superación. Entonces Seiya se
lanza a por Misty. Seiya y comienza a girar su cuerpo concentrando toda su
energía en su puño derecho impactando contra Misty. Misty le pregunta como ha
conseguido eso y Seiya le dice que con la suficiente fuerza de espirítu nada es
imposible.
Misty le dice que tiene una gran
fuerza pero que no es capaz de atravesar su armadura de Plata. Misty ataca a Seiya
con su Mavrou Trypa pero Seiya resiste y consigue frenar el ataque de Misty,
gracias a su concentración en el cosmos mientras recuerda palabras de Marin,
para sorpresa de Misty que no sabe como Seiya es capaz de hacerlo. Misty entra
en estado de shock al ver esto y se queda totalmente inmóvil.
Seiya agarra por la espalda a
Misty diciéndole que tiene miedo, y le ataca con el Torbellino de Pegaso
cayendo ambos sobre el mar. Misty sale del agua y se desploma muerto sobre la
arena de la playa, justo entonces Seiya sale del mar. Seiya admite que lo que
ha pasado es una lástima. Seiya se va a su casa al puerto.
Seiya se pregunta por el paradero
de Marin, pero como Misty ha muerto ya nadie sabe que intentó protegerle. Seiya
cree que Marin ha podido regresar al Santuario. Entonces Seiya percibe el
cosmos de Marin que le pide ayuda y al momento llega Kiki que le confirma que
Marin está en peligro.
Seiya vuelve a la playa y se
encuentra con otros 2 caballeros de Plata, y Marin atada boca abajo en una cruz
en medio del mar y cuando suba la marea terminará por ahogarse. Moses de
Ballena se pone por delante para que no salve a Marin, y le dice que mientras
están luchando verá como Marin se va ahogando poco a poco en el mar.
Seiya quiere ir a ayudar a Marin, Moses
se levanta y Seiya se dispone a golpearle de nuevo, pero Moses detiene el golpe
y le tira por los aires con su Bombardero de Ballena, sorprendiendo a Seiya con
su fuerza, y al caer le da un puñetazo en la cabeza.
Moses vuelve a lanzar a Seiya al
aire, y le dice erróneamente que Marin es su hermana, lo que hace reaccionar a
Seiya. Moses se dispone a darle un puñetazo al caer, pero Seiya le da un
pisotón en su mano rompiendo parte de su armadura. Después Seiya ataca a Moses
con los Meteoros de Pegaso, derribándole, rompiendo más su armadura y
matándole.
Entonces Seiya se dispone a salvar
a Marin, pero Asterion de Perros de Caza se pone por medio. Asterion le dice
que puede leer sus pensamientos y prever los movimientos que va a hacer.
Seiya ataca a Asterion con los
Meteoros de Pegaso, pero este lo evita sin problemas, para sorpresa de Seiya.
Seiya se dirige a soltar a Marin pero Asterion se interpone, y tras evitar un
puñetazo de Seiya, le ataca con la
Legión de Fantasmas derribando a Seiya. Asterion le dice a
Seiya que sus golpes son el doble de potentes. Seiya se acaba quedando
inconsciente.
Es Seiya es despertado por Hyoga
junto con Kiki. Seiya pregunta por Marin pero no la ve, y dice que necesita
saber si es su hermana. Encuentran un mensaje de Marin escrito en la arena de
playa que dice: “Seiya protege a Atenea”. Seiya se pregunta porqué se ha ido
con tanta prisa.
Hyoga y Seiya se reúnen en el
coliseo de la fundación con los demás caballeros, Tatsumi y Saori. Allí Seiya
les habla de Marin de Águila, su maestra y de su posible parentesco según
palabras de Asterion del Perro Cazador. Seiya les habla de su entrenamiento en
el Santuario con Marin y que ellos eran los únicos japoneses del Santuario.
Seiya se queda pensando en la
forma de averiguar si realmente son hermanos. Hyoga cuenta que en la playa
encontraron un mensaje de Marin que decía: “Seiya protege a Atenea”. Ikki dice
que antiguamente los caballeros luchaban por proteger a la diosa Atenea. Shiryu
dice que Atenea no existe en la actualidad. Seiya dice que si Marin le ha
dejado ese mensaje es que la diosa ha vuelto. Tatsumi se lo confirma.
Tatsumi les cuenta la historia de
Atenea que le contó Mitsumasa de que Saori es Atenea. Acto seguido del casco de
la armadura de Oro de Sagitario y de Saori comienza a emanar un cosmos que
llena toda la zona, dejando a todos sorprendidos. Finalmente se convencen que
la historia que les cuenta Tatsumi es cierta y que Saori es Atenea.
Entonces aparece en el coliseo el
caballero de Plata Babel del Centauro. Hyoga se adelanta para plantarle cara a
Babel. Babel le ataca con el Remolino de Fuego, pero Hyoga cree que es una
ilusión porque las llamas no le queman. Seiya quiere luchar contra el, pero
Shiryu le detiene y le dice que aún está débil para luchar. Al momento Seiya le
ataca con los Meteoros de Pegaso, pero está muy débil y no le hace nada a Babel
que lo esquiva sin dificultad.
Seiya termina cayendo al suelo, y
es ayudado por Shiryu. Cuando peor pintaban las cosas surgen 3 estrellas en el
cielo, que resultan ser 3 caballeros, pero no se sabe de que parte están. Hyoga
es quién lucha con Babel, protegiendo al grupo.
En un momento del combate Babel
ataca a los 3 caballeros, pero estos consiguen frenarle y dicen ser los
caballeros de Acero. Al final Hyoga consigue vencer a Babel y Atenea le coge de
la mano cuando está a punto de morir.
Después el grupo habla sobre los
caballeros de Acero y Shun le pregunta a Saori, pero dice que no sabe nada.
Ikki cree que puedan trabajar para alguien distinto al Santuario y Shun le dice
que él mismo ha visto lo que han hecho. Seiya dice que es el momento de ir al
Santuario, mientras espera que Marin haya podido llegar allí sin problemas.Al
día siguiente Saori les muestra una base secreta subterránea al coliseo.
Allí deciden atacar el Santuario. Seiya se ofrece como guía
ya que conoce parte del Santuario y organiza al grupo dejando a Ikki y Hyoga
allí y siendo acompañado por Shun y Shiryu. Los 3 marchan en un coche hacia el
aeropuerto donde toman un vuelo con destino a Grecia.
Cuando se acercan a su destino ven
caer un raro muy extraño desde el cielo y el avión se ve atraído hacia el
suelo. El piloto evita la caída al mar aterrizando una pequeña isla de la zona.
Finalmente aterrizan en la isla aunque de forma muy brusca. Shiryu, Seiya y
Shun salen del avión con sus armaduras sacando a los pilotos justo antes de que
explote.
En ese momento la cadena de
Andrómeda percibe una presencia y le indica a Shun la zona donde está el
enemigo. Seiya ve a Shaina de Ofiuco acompañada de 2 caballeros y les dice a
los pilotos que se pongan a cubierto mientras esperan la llegada de ayuda.
Shaina le dice a Seiya que vengará a Geist y Cassios, y que ella misma le
matará.
Shaina les dice que llegaron allí
gracias a Spartan, uno de los mejores del Santuario en el dominio de la
materia. Shiryu cree que es un monstruo en cierto sentido. Shaina le dice que
el Santuario tiene grandes talentos contra los que no dan la talla. Seiya le
recuerda a Shaina que ya han vencido a varios caballeros de Plata.
Shaina le dice que eso no volverá
a pasar, y hoy no está Marin para salvarle. Entonces interviene Argol de Perseo
y le dice a Shaina que no le habrá traído solo para mirar. Shaina le dice que
ella se ocupará de Seiya, él único que le interesa, y el se hará cargo del
resto junto a Spartan.
Spartan elige luchar contra Shiryu
y Argol lo hará contra Shun. Seiya le dice a Shaina que la matará para entrar
al Santuario. Entonces empiezan los 3 combates entre los caballeros. Shaina se
lanza contra Seiya al que derriba de un puñetazo y luego se lanza sobre el para
darle una patada, pero Seiya la esquiva saltando.
Mientras Seiya está en el aire,
Shaina le agarra por una pierna lanzarle contra una roca, aunque Seiya consigue
rehacerse evitando el impacto. Shaina sale tras Seiya y al llegar a su altura
este ataca con los Meteoros de Pegaso, pero Shaina consigue bloquearlos todos.
Shaina le dice a Seiya que es ella
es más rápida. Entonces Seiya se lanza al aire y usa el Puño de Pegaso
impactado de lleno a Shaina y derribándola. Shaina le pregunta cuando aprendió
ese ataque, y si se lo enseño Marin en Japón y Seiya le dice que es el fruto de
la desesperación en un combate, y que Marin fue a Japón a matarle.
Shaina le dice que desde entonces
Marin está desaparecida. Esto despista a Seiya, lo que Shaina aprovecha para
atacarle con las Garras del Trueno, cuando Shaina está a punto de derribar a
Seiya le escucha decir que Marin es su hermana, y le pregunta quién se lo dijo,
Seiya le contesta que fue Asterion del Perro Cazador.
Ahora la que se despista con esto
es Shaina, lo que Seiya aprovecha para liberarse y Seiya la ataca con el
Torbellino de Pegaso estampándola contra las rocas. Shaina se queda sin fuerzas
y Seiya le dice que no la matará para que vuelva al Santuario y le diga al
Patriarca que su objetivo es matarle. Shaina intenta levantarse pero se
desmaya.
Seiya ve que Shiryu está en
dificultades y corre para ir a ayudarle. Por el camino ve como Argol de Perseo
convierte a Shun en piedra, para su sorpresa. Seiya sale corriendo para luchar
contra Argol y ambos saltan al aire golpeándose uno contra otro. Justo después
cuando Seiya y Shiryu van a socorrer a Shun, Argol les explica que Shun miro el
Escudo de la Medusa,
y se lo pone en el brazo izquierdo.
Argol les cuenta parte de la
historia mitológica de la
Medusa. Argol pone el Escudo de la Medusa en dirección a Seiya
y Shiryu, y este le dice a Seiya que no mire el escudo, pero Seiya no le hace
caso a Shiryu y termina convertido en una estatua de piedra.
Seiya vuelve a la normalidad
cuando Shiryu consigue matar a Argol. También lo hacen Shun y Spartan que
habían sido petrificados por Argol. Spartan se va de la isla llevándose a
Shaina con él. Cuando terminan de despertarse Shiryu les pide que le den la
mano y al mirarse se dan cuenta que tiene sangre en los ojos.
Sho, uno de los caballeros de
Acero, que estaban en la isla ayudando a Shiryu, les dice que sacrifico su
vista para poder vencer a Argol y poder salvarles. Shun y Seiya le dan las
gracias y Shiryu les dice que se siente feliz por ellos, lo que les hace sentir
aún más el gesto de Shiryu. Seiya quiere hablar con los caballeros de Acero,
pero Shun le dice que tienen que atender a Shiryu.
Daichi les dice que avisó a la
fundación y un avión vendrá a recogerles. Shun les pregunta quienes son y estos
le dicen que pregunten al jefe del laboratorio de la fundación y después se
marchan. Poco después llega el avión en el que viajan Hyoga e Ikki, y el grupo
regresa a Japón.
Al llegar llevan a Shiryu al
hospital de la fundación para que le operen. Mientras esperan el resultado de
la operación se encuentran en un gimnasio de la fundación a los caballeros de
Acero. Saori les pregunta que tipo de caballeros son, y estos les dicen que sus
armaduras son mecánicas.
Entonces llega el jefe de
laboratorio de la fundación, y Saori le pide explicaciones acerca de los
caballeros de Acero. Este le cuenta como Mitsumasa le pidió que creara las
armaduras de Acero y lanzará este grupo para servir de apoyo a los caballeros
de Bronce. Saori le pregunta porque no le dijo nada, pero este le dice que fue
una orden de Mitsumasa. Seiya dice que Shiryu se alegrará al oír esto, entonces
Hyoga le tapa la boca y le dice que puede que no sobreviva.
Entonces Seiya va junto al resto
hasta la puerta del quirófano para esperar el resultado de la operación. Cuando
terminan, Saori le pregunta al médico como está Shiryu y este le dice que
sobrevivirá pero que lo más probable es que sea ciego el resto de su vida. La
noticia deja a todos muy afectados especialmente a Seiya.
Seiya, junto con Saori y el resto
de caballeros de Bronce y de los caballeros de Acero, hace una visita a Shiryu
en su habitación del hospital de la fundación. Shiryu no quiere agradecimientos
del resto y que cualquiera habría echo lo mismo que él. Luego aparece en la
puerta del hospital cuando se despiden de él, que regresa a los 5 Picos junto a
Shunrey.
Reaparece en la base subterránea
del coliseo junto con los demás caballeros de Bronce y allí Saori les explica a
los caballeros que ha enviado un helicóptero para captar el Santuario, y les
muestra el vídeo que grabó en el que la imagen se borra al llegar a las
cercanías del Santuario. Se ponen a hablar sobre la ceguera de Shiryu, y cuando
Saori dice que se recuperará, Ikki les dice que son muy optimistas.
Seiya le pregunta si lo que dice
es una intuición, pero Ikki le dice que es más, ya que los médicos han
diagnosticado que será ciego para siempre, pero Seiya le dice que confía en él.
Ikki le dice que debe saber asumir la realidad. Ikki le dice reflexione y que
si atacan el Santuario irán directos al fracaso. Ikki le dice que debe ser
demasiado joven para reflexionar, entonces Seiya intenta golpear a Ikki pero
este le esquiva y le derriba de un puñetazo.
Ikki dice que desde ese momento se
convierte en un caballero solitario, Saori le pide que vuelva, pero Ikki le
dice que ya lo tiene decidido. Seiya le pregunta que donde irá, e Ikki le dice
que no se unirá al enemigo. Shun sale corriendo detrás de él, pero se frena
cuando se detiene la puerta de la base.
Cuando se quedan solos Seiya,
Hyoga y Shun, Seiya reconoce que lo que ha pasado es culpa suya. Shun dice que
Ikki le prometió que jamás volverían a separarse. Hyoga les dice que Ikki es un
solitario pero siempre luchará por la misma causa que ellos. En ese momento los
3 tienen una sensación extraña.
Suben a las ruinas del coliseo y
ven a unos cuervos que se llevan volando a Saori atada con unas cuerdas. A las
puertas del coliseo se encuentran con unos caballeros con armaduras negras
contra los que Shun y Hyoga se quedan luchando mientras Seiya va en busca de
Saori.
Seiya persigue a los cuervos hasta
las afueras de la ciudad, llegando a unas montañas. Seiya se encuentra con un
caballero de Plata llamado Jamian de Cuervo, al que le prohíbe tocar a Saori.
Jamian le pregunta quien es, y Seiya le dice su nombre. Jamian le reconoce dado
que Seiya fue quién mató a su amigo Misty de Lagarto. Seiya le dice que pronto
les reunirá, pero Jamian le dice que es superior a él por ser caballero de
Plata y por sus cuervos.
Entonces aparecen todos los
cuervos y Seiya se da cuenta de que obedecen sus órdenes. Jamian le dice que
son mejores amigos y derriba a Seiya con varios golpes. Seiya cree que estando
sólo no tiene posibilidades. Jamian le ataca con la Pluma Negra y Seiya
ataca con los Meteoros de Pegaso derribando a varios cuervos y cuando Seiya
cree haber evitado a Jamian comienzan a caer sobre él una lluvia de plumas de
cuervo.
Las plumas comienzan a pegarse al
cuerpo de Seiya sin que pueda evitarlo. Las plumas cubren por completo el
cuerpo de Seiya sin dejarle mover ni respirar, entonces Seiya cae desmayado al
suelo. Jamian golpea a Seiya cuando este está en el suelo. Jamian ordena a los
cuervos llevar a Saori al Santuario.
Jamian percibe que Seiya sigue
vivo y le propina una serie de patadas para intentar matarle, pero de pronto
Seiya recupera las fuerzas y consigue quitarse las plumas que tenía por el
cuerpo y derribando a Jamian con la onda expansiva. Jamian se queda sorprendido
y le pregunta a Seiya como lo ha hecho, pero Seiya sale corriendo para rescatar
a Saori.
Jamian le dice que jamás podrá
alcanzarla. Con una serie de saltos y rebotes Seiya consigue llegar hasta Saori
y romper las cuerdas con las que se la llevaban los cuervos, pero entonces
Saori se cae al vacío. Seiya se lanza tras ella y consigue cogerla, pero al
caer apoya todo el peso de su cuerpo en su brazo derecho y se lo rompe.
Saori se le escapa pero en el
último momento la agarra de la mano evitando que continúe con la caída.
Entonces llega Jamian y se lanza contra Seiya, pero este consigue subir a Saori
y desequilibra a Jamian tirándole por el precipicio. Jamian consigue agarrarse
a las rocas y le pide ayuda a Seiya, que se niega, pero finalmente Jamian
consigue subir por si solo.
Entonces llega Shaina de Ofiuco
aunque le dice a Jamian que no piensa ayudarle. Seiya se ve rodeado entre
Jamian y Shaina, con Saori desmayada en los brazos y con el brazo derecho roto,
y delante de un barranco. Shaina le dice a Seiya que hubiera hecho mejor
olvidándose de Saori. Seiya se ve rodeado entre Jamian y Shaina, con Saori
desmayada en los brazos y con el brazo derecho roto, y delante de un barranco.
Shaina le dice que ahora no puede
escapar, y que está rodeado. Shaina le dice que o les mata a ellos o él muere.
Shaina le dice a Seiya, que le de a Saori a Jamian y que luche con ella, pero
Seiya se niega. En ese momento Saori se despierta y le dice a Seiya que estará
cansado de llevarla, pero Seiya le dice que es un caballero.
Seiya le pregunta a Saori si es capaz de seguirle a pesar de
las consecuencias, y Saori dice que sí y que confía en él. Saori se sujeta a
Seiya y ambos se lanzan por el precipicio, pero se libran de sufrir daños
gracias a los poderes divinos que Saori posee. Ambos quedan inconscientes y
cuando Saori se despierta se encuentra a Seiya tirado en el suelo e
inconsciente tras la caída y Saori se queda a su lado velando por él.
Saori protege a Seiya de Shaina y
Jamian mientras está inconsciente, hasta que les ayudan Hyoga y Shun. Entonces
llegan los Caballeros de Plata Dante de Cerbero y Capella de Auriga para
llevarse a Saori, pero gracias a la ayuda de Ikki de Fénix consiguen vencerles.
Después llevan a Seiya al Hospital de la Fundación Kido.
Allí Seiya es cuidado por Saori.
Cuando Seiya despierta Shun le cuenta que Ikki está en la Isla de la Reina de la Muerte y que los caballeros
Negros que quedan en la isla quieren enfrentarle contra Jango el nuevo dueño de
la isla y que Ikki ha aceptado. Shun quiere ir a reunirse con él y Seiya quiere
ir también.
Seiya sale aunque está siendo
retenido por Hyoga y Shun que quieren convencerle de que no puede ir a ayudar a
Ikki, y que lo harán ellos. Saori le dice a Seiya que no puede ir a la Isla de la Reina de la Muerte, pero Seiya le dice
que Ikki le salvó la vida y que tiene que ayudarle. Saori le dice que presiente
que la isla está controlada por una fuerza maléfica.
Seiya dice que ni siquiera sus
órdenes le frenarán. Saori le pide que no vaya, pero aún así Seiya se marcha. Shun,
Seiya y Hyoga se dirigen a la
Isla de la
Reina de la
Muerte en un helicóptero. Al llegar intentan hablar con Ikki,
pero este no reacciona. El Fénix Negro les dice que está bajo la influencia de la Ilusión del Fénix Negro y
que pronto morirá.
Entonces Ikki reacciona, se pone su armadura y derrota al
Fénix Negro. Shun, Seiya y Hyoga saltan del helicóptero y le dicen a Ikki que
ellos vencerán a los caballeros Negros, e Ikki luchará contra Jango. Seiya
derrota a uno de los caballeros Negros con los Meteoros de Pegaso, al igual que
Hyoga y Shun.
Ikki termina venciendo a Jango y todos se ríen después de
una broma de Ikki a Seiya. Poco después hay un terremoto en la isla y el volcán
se pone más activo. El suelo de la isla se resquebraja rodeando a los
caballeros. La isla comienza a hundirse en el océano y entonces los caballeros
de Bronce salen de la isla en esferas de energía creadas por Atenea que estaba
en barco cerca de la zona.
Ya en la mansión de la fundación
Kido, Shun ve como Ikki discute con Seiya al decir que Shiryu en su estado
actual es un estorbo. Seiya le dice que no conoce la amistad y que ellos
siempre luchan juntos, y aunque esté herido no le abandonarán. Ikki le dice a
Seiya que atacar el Santuario no es juego de niños y con un herido a cuestas
imposible.
Shun le dice a Ikki que Shiryu
debe ir con ellos, dado que el Santuario es un rival difícil por eso deben
contar con la ayuda de Shiryu. Hyoga dice que el también confía en Shiryu. Ikki
le dice a Seiya que como el dijo, es un solitario y que por eso irá solo allí,
entonces Ikki se marcha.
Seiya dice que curará el mismo a
Shiryu, pero Shun le dice que no tienen noticias y que ni el viejo maestro ha
podido curarle. Entonces Seiya se dispone a ir en busca de Mu de Jamir para ver
si el es capaz de curar la ceguera de Shiryu, pero Saori le pide que espere, y
este le pregunta si va a abandonar a Shiryu, pero Saori le dice que entienda lo
que Ikki le ha querido decir, y después Seiya se va.
Seiya escala por grandes
precipicios para encontrar el Castillo de Mu en la región de Jamir. Seiya
atraviesa la Tumba
de la Armadura
y llega hasta un precipicio con un viejo puente de madera tras el cual se ve la Torre de Mu. Seiya cruza
lentamente el puente, pero este se rompe y Seiya corre para cruzarlo. No lo
consigue y queda colgado de una cuerda en el precipicio, pero no piensa
rendirse aunque se deje la vida en su objetivo y escala por la cuerda para
llegar arriba.
Finalmente Seiya llega a la Torre de Mu donde se
encuentra a Kiki. Kiki le dice que Mu no está y que tampoco sabe donde se ha
ido. Kiki le dice que cuando desparece de esa forma suele tardar semanas en
regresar. Seiya piensa que no puede esperar tanto tiempo.
Kiki recuerda la historia de la Fuente de la Juventud, situada en la
cima de la Montaña
Yandara, de la que se dice que sus aguas mágicas pueden curar
cualquier enfermedad. Seiya dice que van de inmediato y que llevarán el agua
mágica a Shiryu.
Al llegar a los pies de la Montaña Yandara, Seiya percibe
una gran fuerza en el ambiente. Kiki intenta teletransportarse a la cima pero
no lo consigue debido al poder que emana de la montaña. Kiki le dice a Seiya
que según Mu es casi imposible llegar a la cima. Kiki le dice a Seiya que Mu
nunca escaló la montaña.
Seiya se decide a subir la montaña
y le dice a Kiki que le espere abajo. Seiya comienza a escalar la montaña hasta
que encuentra un estrecho sendero de roca como camino. Seiya comienza a avanzar
por el sendero con dificultades cuando un fuerte viento le hace caer unos
metros. Seiya sube de nuevo al sendero sin intenciones de abandonar.
Entonces el sendero comienza a
desmoronarse y Seiya tiene que correr para evitar caerse, salta en el último
momento y queda agarrado por una mano mientras jura llevarle el agua mágica a
Shiryu aunque se deje la vida. Seiya al saliente y entonces ve como una roca
gigante de piedra cae sobre él.
Seiya consigue destruir la roca
usando su cosmos. Seiya llega a la parte alta de la montaña cuando entonces le
atacan las águilas que viven en la montaña. Seiya se cansa y decide atacarles
golpeando a una de ellas, mientras el resto se posan sobre las rocas. Seiya
coge al águila herida diciendo que solo les quería espantar mientras dice que
no entiende lo que la montaña quiere de él.
El águila herida sale volando, la
luz del sol inunda la cúspide de la montaña y las águilas se quitan mostrándole
a Seiya el manantial de la montaña. Seiya recoge el agua del manantial y baja
de la montaña. Al llegar abajo se encuentra a un caballero de plata que tira a
Kiki contra unas rocas, pero Seiya le salva en el último momento.
Aracne se regodea pensado la
reacción del Patriarca al decirle que le ha matado. Seiya le da el agua a Kiki
y se dispone a luchar contra Aracne. Aracne se ríe de las posibilidades que
tiene Seiya de poder derrotarle. Seiya
nota que el cosmos de Aracne no se parece al del resto de caballeros de Plata.
Aracne ataca a Seiya con la Tela de la Tarántula y derribándole
de varios puñetazos. Seiya piensa que no tiene ninguna opción ya que ha agotado
su cosmos en la montaña y que tendría alguna si tuviera su armadura. Aracne se
sorprende de que Seiya pudiese vencer a Misty de Lagarto, luego derriba a Seiya
de una patada y lo atrapa en la
Tela de la
Tarántula.
La Tela de la Tarántula retiene a Seiya y le va quitando su
energía poco a poco. Cuando Aracne salta para golpear a Seiya interviene el
Santo de Acero Sho. Aracne ataca a Sho con la Tela de Tarántula, pero este la absorbe gracias a
su armadura. Sho le dice a Seiya que debe concentrar toda su energía.
Al reunir toda su energía Seiya
consigue romper la Tela
de Tarántula y se pone la armadura de Pegaso que había venido volando desde la Torre de Mu, donde Seiya la
había dejado. Aracne se lanza sobre Seiya, pero este le ataca con sus Meteoros
de Pegaso matando a Aracne.
Seiya dice que llevará el agua
mágica a Shiryu pero Sho le dice a Seiya que tiene que volver a Japón porque el
casco de la armadura de Oro de Sagitario ha desaparecido. Entonces Seiya le
dice a Kiki que vaya a los Cinco Picos y le de el agua mágica a Shiryu, y que
él volverá a la base.
Cuando Seiya regresa Saori le agradece el esfuerzo por
conseguir el agua mágica de la montaña Yandara para ayudar a Shiryu. Cuando los
caballeros se disponen a reanudar la búsqueda del casco de Oro de Sagitario,
Seiya sufre un desvanecimiento y Saori le dice que debe descansar tras su
viaje, pero Seiya se niega. Shun y Hyoga convencen a Seiya y Saori pide que le
lleven al hospital de la fundación.
Seiya no aguanta estar en el hospital y sale cojeando con
una muleta para volver a la lucha. Entonces llega Miho que le dice a Seiya que
tiene que descansar, entonces Seiya sale corriendo hacia el bosque colindante
pese a los gritos de Miho. Miho persigue a Seiya pero este no se deja coger
pese a la insistencia de Miho. Cuando Seiya regresa al hospital y se duerme,
Miho le ata los brazos para evitar que volviese a marcharse.
Cuando Seiya despierta ve a Shaina de Ofiuco a punto de atacarle,
y se gira a tiempo de evitar su golpe. Seiya le tira a Shaina las mantas, pero
cuando intenta levantarse se da cuenta de que Miho le ha atado para evitar que
vuelva a irse. Shaina repite el ataque, pero Seiya se gira, y el golpe de
Shaina le libera de su atadura.
Shaina le dice que no puede volver al Santuario sin llevarle
algo al Patriarca, y después le tira el jarrón con flores que Miho tenía en la
mesa. Seiya lo esquiva y se tira por la ventana del hospital para huir de
Shaina. Seiya se va cojeando hacia el bosque. Shaina se tira también y sale
detrás de Seiya. Cuando Shaina se acerca bastante salta contra un árbol para
coger impulso y atacar a Seiya, pero la esquiva.
Shaina le pregunta a Seiya porque está huyendo. Seiya le
dice que no quiere luchar contra ella. Shaina le dice que no la considere como
una mujer, pero Seiya le dice que no puede hacerlo. Shaina le explica a Seiya,
que desde no hace mucho el Santuario acepta a las mujeres caballero, pero les
obliga a llevar una mascara para ocultar su feminidad.
Shaina le dice que si a una mujer caballero la ven sin su
mascara es el peor insulto posible. Seiya le pregunta que si es por eso que no
le deja tranquilo, y Shaina se lo confirma. Shaina le dice que además de
haberle visto la cara también le vio su corazón hace mucho tiempo.
Entonces Shaina se quita la mascara y Seiya recuerda la
historia del conejo y el campo de entrenamiento de las mujeres en el Santuario.
Seiya se da cuenta de que la chica a la que conocío en el campo de
entrenamiento de las mujeres es Shaina. Shaina le dice que ha intentado olvidar
aquello volcándose en los entrenamientos, pero no ha podido. Shaina le dice que
debe matarle, y se le ponen los ojos llorosos.
Shaina se lanza contra Seiya pero este le esquiva aunque con
alguna dificultad. Shaina le dice que se defienda, pero Seiya le dice que no
luchará contra ella aunque tenga que morir. Shaina no se cree lo que dice Seiya
y se pone a llorar. Shaina vuelve a lanzarse contra Seiya, pero este se limita
a esquivar los golpes. Finalmente Seiya sujeta a Shaina para repetir que no
tiene intención de luchar contra ella.
Entonces ambos sienten un fuerte cosmos que se acerca,
Shaina reconoce de quién es y le dice a Seiya que tienen que huir. Seiya se
extraña de la reacción de Shaina que en un momento pasa de querer matarle a
intentar salvarle. De golpe los comienzan a flotar en el aire y son arrastrados
hasta el lugar del que emana el cosmos que sienten.
Al final chocan contra un árbol y caen al suelo, entonces
ven a Aioria de Leo. Shaina se sorprende de que Aioria sea un caballero de Oro.
Seiya se sorprende cuando se entera de que hay más armaduras de Oro a parte de
la de Sagitario. Aioria le pregunta a Seiya que donde estaba la armadura de Oro
de Sagitario pero Seiya le dice que ellos también la están buscando.
Aioria se dispone a luchar contra Seiya, pero entonces
Shaina le dice que ella lo hará y Aioria le dice que se retire después de no
haberlo conseguido tras varios intentos. Aioria advierte a Shaina que si le
protege la considerará como una traidora al Santuario. Entonces Shaina ataca a
Aioria con la Garra
del Trueno pero Aioria la derriba con un solo dedo, y acto seguido también
derriba a Seiya con el mismo dedo.
Seiya se sorprende de los ataques que hace Aioria con un
solo dedo. Seiya recuerda que Marin le comento que Aioria era el hermano de
Aioros ejecutado por orden del Patriarca. Aioria le dice que quiere limpiar su
honor manchado por su hermano. Entonces Seiya se prepara la luchar contra
Aioria a pesar de que este le dice que no da la talla. Seiya ataca con los
Meteoros de Pegaso pero Aioria ni se mueve y le dice que su velocidad es muy
lenta.
Aioria le dice a Seiya que los caballeros de Oro pueden
moverse a la velocidad de la luz. En ese momento Seiya se da cuenta de la
diferencia entre los caballeros de Bronce y los caballeros de Oro. Aioria ataca
a Seiya con el Rayo Relámpago, pero Shaina se pone por medio recibiendo ella el
golpe.
Seiya le pregunta a Shaina porqué le ha protegido. Shaina le
dice a Seiya cuando a una mujer caballero le ven el rostro solo puede matar o
amar a quién se lo ha visto. Shaina admite que no se merece su amar por lo mal
que se h a portado, y espera que Seiya pueda perdonarle algún día.
Shaina le pide que use su fuerza para luchar por la causa
justa, y que no haga como ella. Entonces Shaina se desmaya. Aioria se da la
vuelta para irse, pero es frenado por Seiya que le pregunta porque no detuvo su
golpe cuando Shaina se ponía por medio. Seiya le da un puñetazo a Aioria en la
cara y Aioria le dice que no se dio cuenta de la intervención de Shaina.
Entonces Aioria emite una pequeña parte de sus poderes curativos en Shaina y le
dice a Seiya que se recuperará.
Cuando Aioria se iba llevandose a Shaina en brazos, aparecen
los caballeros de Plata Sirius del Can Mayor, Arghetti de Heracles y Dio de
Mosca encargados de vigilar a Aioria. Aioria se sorprende de la presencia de
los 3 en Japón y de que el Patriarca les envíe para vigilarle. Aioria les dice
que vuelvan al Santuario a decirle al Patriarca que no tiene de que
preocuparse. Sirius le dice que no ha cumplido sus órdenes y que ellos lo harán
por él.
Alghetti es el primero que ataca a Seiya derribándole sin
problema y Dio le califica como uno de los más fuertes caballeros de Plata. Dio
atrapa a Seiya por los pies antes de caer y le dice a Alghetti que el también
quiere vengar a sus compañeros caídos. Dio suelta a Seiya y le golpea en el
aire, Sirius interviene y dice que el también quiere vengar a sus compañeros y
lo lanza al suelo.
Seiya piensa que desarmado no tiene oportunidad contra 3
caballeros de Plata, y que si tuviera la armadura de Pegaso tendría alguna
opción. Dio, Sirius y Alghetti acuerdan lanzar a Seiya al aire y lanzarse los 3
contra él para matarle. Cuando Seiya está en el aire y los 3 están a punto de
golpearle Seiya desaparece para su sorpresa y en su lugar surge la armadura de
Oro de Sagitario. Entonces la armadura de Oro de Sagitario reviste a Seiya y
lanza unos rayos dorados que matan en el acto a Alghetti, Sirius y Dio.
Aioria no entiende porque la armadura de Oro de Sagitario ha
ido a proteger a Seiya. Aioria decide luchar contra Seiya y le ataca con su
Lightning Bolt, pero Seiya da un gran salto gracias a la armadura de Oro de
Sagitario, que le sorprende incluso a él, consiguiendo esquivarla y al caer
derriba a Aioria con los Meteoros de Pegaso. Seiya no se cree lo que acaba de
conseguir. Aioria se levanta y tras quitarse la capa ataca de nuevo a Seiya con
el Lightning Bolt y esta vez si consigue derribarle.
Seiya no se explica porque Aioria sigue las órdenes del
Patriarca. Aioria le dice que porque actúa en beneficio de Atenea y Seiya le
dice que eso es falso. Cuando Aioria se dispone a atacar otra vez a Seiya
llegan Hyoga de Cisne y Shun de Andrómeda aunque sin sus armaduras.
Seiya les dice que escapen porque están frente al caballero
de Oro Aioria. Ambos se sorprenden de que Aioria también lleve una armadura de
Oro y de que Seiya tenga la armadura de Oro de Sagitario. Cuando Aioria alza el
brazo para atacar a Seiya se lanzan sobre el Hyoga y Shun pero los detiene con
un brazo.
Seiya, Hyoga y Shun le explican a Aioria que el Santuario
está corrompido por el mal. Aioria no aguanta sus palabras y derriba a Shun y
Hyoga. Cuando va a retomar la lucha con Seiya llega Saori emanando una gran
energía. Seiya le pide a Saori que no se acerque ya que es una situación muy
peligrosa. Saori le explica a Aioria que su hermano Aioros le salvo la vida en
el Santuario hace 13 años.
Aioria comienza a dudar y le pide alguna prueba definitiva a
Saori sobre si es la verdadera Atenea. Aioria le dice que si realmente es
Atenea no tendrá problema en parar su Rayo Relámpago. Seiya le dice que como se
atreve a proponerle eso. Saori acepta la prueba. Seiya le dice que si realmente
es un caballero de Oro no necesitaría pedir pruebas.
Aioria la ataca pero Seiya se levanta y detiene el ataque
con la mano para sorpresa de Saori y de Aioria, a pesar de que ni el mismo sabe
como lo ha hecho. Seiya le dice que no debía atreverse a haberlo hecho. Poco
después Seiya le devuelve a Aioria su Rayo Relámpago derribándole. Seiya se
sorprende por todo lo que acaba de ocurrir.
Aioria se levanta pero se da por vencido y le pide perdón a
su hermano Aioros por los fallos cometidos. En ese momento la armadura de Oro
de Sagitario deja a Seiya para su sorpresa y se pone al lado de Saori. Aioria
se arrodilla ante Atenea pidiéndole perdón por dudar de ella y por atacarla.
Aioria se va de regreso al Santuario llevando en brazos a Shaina y pidiendo a
Seiya que proteja a Atenea.
Entonces de la punta de la flecha de Sagitario sale un rayo
en dirección hacia el Santuario y Saori percibe que se acerca el día de la
batalla final contra el Patriarca. Al día siguiente Shun, Seiya y Hyoga se
reúnen en casa de Seiya, y comentan que no tienen noticias ni de Shiryu ni de
Ikki. Seiya cree que Kiki ya debe estar en los Cinco Picos.
Seiya les dice que deben prepararse para el ataque al
Santuario y que tienen el ejemplo de Aioria para saber el nivel de sus
enemigos. Al atardecer están mirando el horizonte esperando el regreso de
Shiryu y pensando en su ataque al Santuario.
Seiya reaparece junto con Shun, Hyoga y Saori a las puertas
del orfanato donde estos crecieron. Fueron allí para avivar sus recuerdos y
reunir energías de cara a su ataque contra el Santuario. Hyoga le dice a Saori
que no tiene porque acompañarles en su viaje al Santuario y Saori dice que cree
que será un estorbo. Hyoga le aclara que no quería decir eso y que allí
lucharan con gente muy poderosa y no quiere que le ocurra nada malo.
Saori dice que no deben preocuparse por eso y que no dejaría
que corrieran solos peligros tan grandes. Saori dice que no les vencerán.
Entonces Seiya, Hyoga y Shun entran a jugar con los niños del orfanato. Al
anochecer todos se disponen a marcharse pero Saori le dice a Seiya que él puede
quedarse un rato más, y Shun, Hyoga y Saori se marchan.
Miho y Seiya van solos al puerto a contemplar las estrellas.
Miho en esos momentos recuerda su infancia cuando Seiya marchó a Grecia a para
recibir el entrenamiento de caballero. Miho le cuenta a Seiya que le vio
marcharse pero que no se despidió de él por que estaba herida y tenía mucho
orgullo como para hacerlo. Miho le dice que se puso muy feliz al verle de
regreso después de 6 años, y Seiya le dice que él también.
Miho le dice que cree que esta vez él y los demás caballeros
les dejan para siempre. Seiya le pregunta que porqué cree que se van a volver a
irse. Miho le dice que lo sabe y que se lo nota dado que crecieron juntos. Miho
le dice que sabe que correrá grandes peligros arriesgando su vida, pero que
ella espera que deje de hacerlo algún día para vivir con ella.
Seiya le dice que para poder vivir feliz y en paz tiene
luchar para conseguirla. Seiya le dice a Miho que debe ser fuerte por ella y
por los niños del orfanato y además quiere encontrar a su hermana. Seiya le
promete a Miho que volverá a verla mientras esta se pone a llorar. Entonces se
caen del árbol que estaba al lado Makoto, Akira y Tatsuya. Miho y Seiya les
echan la bronca por espiarles.
A la mañana siguiente cuando Seiya y Hyoga llegan al
aeropuerto se encuentran con Tatsumi vestido con su atuendo de Kendo y se
burlan de él. Todos tienen que partir pero Shun se retrasa en llegar y Hyoga
dice que no tardará mucho en llegar. Seiya se pregunta porque tarda tanto y
ante su demora Hyoga cree que le ha pasado algo y los caballeros de Acero
deciden ir en su busca. Poco después estos regresan pero ninguno le ha visto.
Hyoga dice que no le gusta nada lo que está ocurriendo y
Seiya dice que irán todos a buscarle, pero Saori le pide que espere y dice que
está segura de que volverá pronto. Saori les dice que si no confían unos en
otros no saldrán victoriosos de su combate en el Santuario, y que confíen en
Shun. Los caballeros de Acero insisten en ir a buscarle y Saori confía en que
llegue. Seiya y Hyoga les dicen que confíen en Shun.
Poco después llega Shun con una chica en brazos, June de
Camaleón, y le preguntan que le preguntan que es lo que le ha ocurrido para
llegar tarde, pero Shun les dice que se lo explicará más tarde. Hyoga le
pregunta quién es la chica y que le ocurre, pero Shun le dice que solo se ha
desmayado. June queda a cuidados de la fundación Kido y Shun se marcha al
Santuario junto a Saori, Seiya y Hyoga.
Shun les cuenta a Seiya y Hyoga que la Isla de Andrómeda ha sido
destruida por un solo caballero de Oro. Durante el viaje Saori reflexiona
acerca del Patriarca del Santuario y duda de sus orígenes como Patriarca.
Hablando con los caballeros de Bronce llegan a la conclusión de que el Patriarca
tiene “2 caras”, el bien y el mal.
Saori también dice que a cada uno de los 12 signos del
zodíaco les representa un caballero de Oro, y puesto que este es el rango más
elevado de caballero, el Patriarca será uno de ellos. El avión aterriza en el
coliseo del Santuario, el lugar en el que Seiya ganó la armadura de Pegaso.
Entonces un hombre con una túnica y una máscara se dirige hacia ellos que les
da la bienvenida y le dice a Saori que el Patriarca la espera impacientemente.
Los caballeros de Bronce se sorprenden de que el Patriarca
sepa que iban a ir al Santuario y Saori les dice que ella le envío una carta
avisándole de ello. El hombre les
pide que le sigan, y les lleva a los pies de una pequeña montaña. En la cima de
la montaña estaba esperando Shiryu de Dragón, que se une al grupo, dejándoles a
todos sorprendidos. Shiryu le agradece a Seiya que le enviase el agua mágica y
que gracias a su ceguera ahora su armadura es más fuerte.
Después el hombre
les lleva hasta el borde de las escaleras que llevan a las 12 Casas del
Zodiaco. El hombre les explica que la única forma de llegar hasta el salón del
Patriarca es pasar primero por las 12 Casas del Zodiaco.
El hombre les
advierte que cada casa está protegida por un guardián al que deben vencer para
pasar por la casa. El hombre también les dice que nadie nunca ha sido capaz de
pasar a través de las 12 Casas del Zodiaco, y Seiya le dice que entonces ellos
serán los primeros de la historia en conseguirlo.
Cuando todos
habían comenzado a subir las escaleras camino de la Casa de Aries, el hombre les
dice que ni siquiera serán capaces de llegar hasta allí, entonces se quita la
túnica y la máscara que llevaba y les revela su identidad, Ptolemy de Flecha un
caballero de Plata. Entonces Ptolemy les ataca con las Flechas Fantasmas.
Los caballeros
intentan evitar las flechas, pero Shiryu, gracias a su ceguera, se da cuenta de
que solo son una ilusión. Seiya se da cuenta de lo que dice Shiryu y ataca a
Ptolemy con los Meteoros de Pegaso. Seiya derriba a Ptolemy y queda muy mal
herido tras el ataque de Seiya que sorprende de haber vencido a Ptolemy de un
ataque.
Ptolemy le dice
que su misión era matar a Saori Kido, y que su misión está casi cumplida.
Entonces los caballeros se dan cuenta de que Saori ha recibido el impacto de
una flecha de oro en el corazón. Seiya la coge antes de que caiga al suelo.
Hyoga dice que todas las flechas eran una ilusión, pero Ptolemy le dice que
todas menos una, que era una trampa y han caído en ella.
Ptolemy les dice que el único que puede salvarla es el
Patriarca. Ptolemy les explica que la única forma de conseguirlo es llegar
hasta la Cámara
del Patriarca antes de que todas las llamas del reloj de fuego se apaguen, en
12 horas, y entonces Ptolemy se muere. Shun pregunta qué hacer con Saori, si
dejarla sola o llevarla con ellos. Seiya dice que si la llevan correría más
peligro y que es mejor que se quede.
Saori les dice que no se preocupen y que se marchen
dejándola sola. Saori dice que tiene que enfrentarse a su destino y que debe
aceptar su sufrimiento sin quejarse, pero antes de que se vayan Saori les pide
perdón por el daño que les causó en el pasado. Saori les dice que no perderá la
esperanza y que aguantará el dolor para no manchar el nombre de Atenea. Seiya
cree que debe de ser muy complicado vivir como la reencarnación de una diosa.
Seiya promete que volverán antes de 12 horas, y Saori le dice que su vida está
en sus manos.
Los caballeros de Bronce se marchan dejando sola a Saori
rodeada por las cajas de sus armaduras. Seiya piensa que sería espantoso que no
volvieran antes de 12 horas y que Atenea no puede morir. Cuando se disponen a
entrar en la Casa
de Aries una piedra gigante cae sobre ellos, aunque todos consiguen evitarla
retrocediendo unos pasos. Entonces Mu de Aries les da la bienvenida y les dice
que les estaba esperando.
Seiya le pregunta que está haciendo en el Santuario dado que
creía que estaba en las montañas. Hyoga dice que pensaba que estaba de su
parte, y que no les impedirá salvar a Saori. Mu les pregunta que harán si eso
fuese cierto. Seiya no se lo cree, pero Shiryu le dice que no pueden confiar en
él. Shun le dice que causa justa y que deben salvar a Saori.
Seiya quiere lanzarse contra Mu, pero Shiryu le frena
diciendo que lo hará él. Shiryu se lanza contra Mu pero este le frena con un
solo dedo y después le derriba con ese mismo dedo estampándole contra un muro.
Shun le pregunta a Shiryu si está herido y entonces aparece Kiki diciendo que
Mu apenas toco a Shiryu y que no tienen nada que temer.
Hyoga se da cuenta de que el Escudo del Dragón está rajado.
Mu les dice que debido a sus combates prolongados durante tanto tiempo sus
armaduras están en mal estado. Mu le pide a Kiki que revise sus armaduras, y
este las observa y le hace un gesto negativo. Mu les dice que sus armaduras
necesitan ser reparadas y que sino se romperán de un golpe. Mu les avisa que
tendrán que vencer a los seres más poderosos del mundo.
Mu les dice que según su opinión deberían dejarle
arreglarlas aunque tardará 1 hora en hacerlo, pero la decisión final es suya.
Seiya mira al resto y le da la razón Mu pidiéndole que las repare. Mientras
esperan fuera de la Casa
de Aries admiten haberse equivocado en las intenciones de Mu, entonces tras
despejarse la niebla que había en la zona Shun ve un reloj con unas llamas
llamando al resto.
Comprenden que a eso era a lo que se refería Plotemy,
entonces ven como se apaga la llama de Aries. Entran en la Casa de Aries y le dicen a Mu
que no pueden esperar más tiempo y que tienen que marcharse. En ese momento Mu
les dice que ha terminado y los caballeros se ponen sus armaduras notándolas
mucho más resistentes que nunca.
Mu les dice que el poder de un caballero lo determina la causa que defiende y su cosmos. Mu les dice que los caballeros de Oro tienen un cosmos muy desarrollado y que la base del cosmos de un caballero es el 7º sentido. Entre todos comprenden que el 7º sentido es el más poderoso de todos y que si no lo descubren no podrán vencer en sus combates contra los caballeros de Oro.
Mu les dice que nadie les puede enseñar el 7º sentido a
parte de si mismos. Mu les dice que se vayan y Kiki les tranquiliza diciendo
que ellos se harán cargo de Saori hasta su regreso. Los caballeros se marchan
hacia la Casa de
Tauro. Al llegar a las puertas de la casa no notan ninguna presencia, ni
siquiera la cadena de Andrómeda percibe nada.
Cuando se disponen a entrar son repelidos hacia atrás,
entonces se muestra ante ellos Aldebarán de Tauro. Shun se asombra de que aún
cuando Aldebarán se muestra ante ellos la cadena sigue sin reaccionar. Saben
que aunque le ataquen todos juntos no conseguirán nada mientras no descubran el
7º sentido. Seiya piensa que el derrotará ya que aquel que defienda la causa
justa ganará.
Seiya les dice al resto que el atacará a Aldebarán y que
aprovechen ese momento para cruzar la casa. Seiya ataca a Aldebarán con los
Meteoros de Pegaso, pero este ni se mueve y derriba a Shun, Hyoga y Shiryu con
un solo gesto dejándoles inconscientes. Aldebarán le dice a Seiya que jamás
vencerán a un caballero de Oro. Seiya le dice que es pronto para cantar
victoria y piensa que no puede perder el combate y recuerda las palabras de Mu
de Aries sobre el 7º sentido.
Seiya cree que si descubre el 7º sentido podrá vencer a
todos los caballeros de Oro. Aldebarán no ataca y Seiya le dice que está
esperando, pero Aldebarán le dice que no necesita estar en posición de combate
para vencerle. Aldebarán derriba con su cosmos el suelo y varios pilares de la
casa, pero Seiya los esquiva gracias a sus reflejos.
Seiya piensa que aún no le ha visto atacar, a no ser que esa
posición sea tapadera parecida a la técnica del Sable del Samurai. Seiya se
lanza a por Aldebarán pero este vuelve a usar su cosmos para repetir el ataque
anterior que Seiya esquiva para atacarle después con los Meteoros de Pegaso.
Aldebarán ni se mueve y derriba a Seiya sin moverse rompiendo varias paredes de
la casa.
Seiya se queda asombrado por la fuerza de Aldebarán y dice
que es la primera vez que alguien rompe su ataque. Aldebarán vuelve a atacar a
Seiya y de nuevo rompe varias paredes de la casa. Seiya dice tener todos los
huesos destrozados mientras está en el suelo. Aldebarán quiere pisar a Seiya
mientras está en el suelo pero este para el golpe, pero la fuerza de Aldebarán
termina por hundir a Seiya en el suelo.
Seiya se queda paralizado y cree si no es una locura pensar
que los caballeros de Bronce podrían vencer a los caballeros de Oro. Entonces
espíritu de Saori habla con Seiya. Le recuerda a Seiya que prometió cruzar las
12 Casas del Zodiaco para salvarla de la muerte, y le pide que no abandone el
combate. También el espíritu de Marin de Águila le da ánimos a Seiya y le dice
a Seiya que recuerde el Sable del Samurai.
Seiya recuerda esta enseñanza de Marin y piensa que
Aldebarán usa esta técnica. Seiya se levanta emanando un fuerte cosmos y le
dice a Aldebarán que sabe como ganarle. Seiya le dice que le ayuda el cosmos de
Saori, mientras su cosmos aumenta. Seiya le dice que sabe como evitar sus
golpes al igual que con el Sable del Samurai.
Aldebarán dice que tendrá que demostrar si tiene la fuerza
para realizarlo. Seiya lanza sus Meteoros de Pegaso, los cuales Aldebarán evita
facilmente pero los meteoros se convierten en el Cometa de Pegaso que le obliga
a romper su postura y le estampan contra la pared. Seiya entonces reta a
Aldebarán diciendole que rompera una de sus astas.
Aldebarán dice que si lo consigue le concederá la victoria.
Entonces Aldebarána ataca a Seiya con su Gran Cuerno derribándole. Seiya vuelve
a levantarse para sorpresa de Aldebarán y cree que ha comprendido y visto los movimientos
de Aldebarán durante el ataque. El cosmos de Seiya aumenta y entonces Aldebarán
vuelve a atacarle con el Gran Cuerno pero Seiya logra detenerlo, aunque termina
siendo derribado.
Seiya vuelve a levantarse y le dice a Aldebarán que no podrá
matarle con su Gran Cuerno ya que sólo es útil en una posición que combine
defensa y ataque, pero la suya ya no lo es. Seiya le dice a Aldebarán que ya no
puede hacer nada contra él. Seiya aumenta su cosmos al máximo y comienza a
formarse detrás de él su aura con la forma de Pegaso.
Seiya le dice a Aldebarán que va a sufrir su primera
derrota. Aldebarán le ataca con su Gran Cuerno, pero Seiya consigue retener el
ataque y devolverselo a Aldebarán que cae al suelo. Aldebarán se levanta y no
ve a Seiya que salta sobre él por sorpresa le rompe el cuerno izquierdo de su
casco tal y como le dijo antes.
Seiya le pregunta si se da por vencido o si le tiene que
quitar el otro para convencerle. Aldebarán le reconoce el mérito a Seiya le
permite pasar por la Casa
de Tauro. En ese momento llegan Shiryu, Hyoga y Shun y cuando Seiya les dice
que deben marcharse Aldebarán dice que solo Seiya tiene vía libre y que los
demás tienen que combatir. Seiya se niega, pero le convencen que es lo mejor
para ayudar a Saori. Seiya acepta pero antes de irse les previene de la rapidez
y potencia de Aldebarán.
Seiya se va y al salir ve como se apaga la llama de Tauro y
confía en que el resto pueda superar a Aldebarán, mientras se dirige a la Casa de Géminis. Al llegar a la Casa de Géminis, Seiya entra
y corre en línea recta. Cuando sale ve a Shiryu, Hyoga y Shun para su sorpresa,
pero entonces se da cuenta de que ha vuelto a la entrada. Seiya les explica que
cuando creía andar recto ha vuelto sobre sus pasos dentro de la casa sin darse
cuenta, pero que notó una fuerza dentro de la casa.
Esta vez entran los 4 juntos y dentro perciben una extraña
fuerza y como hay múltiples zonas de sombra y de luz dentro de la casa. Cuando
salen de la casa se dan cuenta de que han vuelto a la entrada. Entonces ven
como la casa se divide en 2. Hyoga propone dividirse en 2 grupos, Shiryu y
Seiya entrarán en la casa de la derecha y él y Shun en la izquierda y alguien
consigue pasar irá a la siguiente casa sin preocuparse del resto.
Antes de separarse juntas las manos para darse fuerza mutua
y entonces se van cada grupo por un camino. Dentro de la casa Seiya dice que
han encontrado a su rival, y Shiryu pregunta si ve al caballero de Oro de
Géminis, ya que él no le siente. Seiya le dice que está delante de ellos y que
no tiene duda de que es él, ya que tiene un casco con un rostro a cada lado.
Shiryu se mueve unos pasos y se concentra pero no consigue
percibirle. Seiya le repite que está delante de ellos. Seiya quiere atacarle
para hacer desaparecer la ilusión que proyecta sobre ellos. Cuando Seiya se
dispone a atacarle es frenado por Shiryu y le dice que no debe atacarle así o
su propio ataque le golpeará. Shiryu le dice que el caballero de Oro de Géminis
no está aquí.
Seiya no se lo cree y le insiste que está delante de ellos.
Seiya quiere atacarle, pero Shiryu le dice que tiene la sensación de que el
cosmos que hay en la Casa
de Géminis viene proyectado desde otro sitio. Shiryu dice que su enemigo no
está aquí y que todo esto está hecho para confundirles.
Shiryu se concentra y dice que delante de ellos no hay
ningún obstáculo y que percibe con claridad la salida de la Casa de Géminis. Seiya dice
que solo ve los muros de la Casa
de Géminis. Shiryu dice que puede salir y Seiya le pregunta como. Shiryu le
dice que le siga y que no le suelte.
Seiya cree que Shiryu se ha vuelto loco ya que ve al
caballero de Oro de Géminis delante de ellos. Shiryu le dice que eso es un
espejismo y comienza a mover los pies de Seiya con los suyos para empujarle
hacia delante. Shiryu le dice a Seiya que no tema mientras el cree que van a la
perdición. Shiryu le dice a Seiya que no ataque y que no crea lo que ven sus
ojos.
Entonces Shiryu echa a correr arrastrando a Seiya que cree
que chocarian contra el caballero de Oro de Géminis. Finalmente ambos consiguen
salir de la Casa
de Géminis en la dirección correcta para sorpresa de Seiya. Shiryu le dice que
todo era un espejismo, y que dentro de la casa no había ni caballero de Oro ni
laberinto.
Seiya dice que a pesar de todo sintió una presencia dentro
de la Casa de
Géminis. Shiryu cree que el espejismo y el laberinto son obra de la misma
persona. Shiryu dice que quien pueda hacer estas cosas posee grandes poderes y
probablemente vuelvan a encontrarse con él en su camino. Seiya cree que lo es
peor es que no conozcan su identidad.
Seiya le dice que Hyoga y Shun aún están dentro, pero Shiryu
le recuerda el pacto que hicieron antes, y que deben continuar si quieren
salvar a Atenea. Shiryu le dice que seguramente encuentren la forma de salir de
la trampa. Entonces ambos se marchan en dirección a la Casa de Cáncer.
Por el camino ambos perciben que el cosmos de Shun pierde
fuerza y creen que Shun está en problemas, pero deben dejarle luchar ya que
prometieron seguir adelante para tener la posibilidad de salvar a Atenea. Más
adelante ambos perciben como desparece el cosmos de Hyoga y creen que ha
muerto.
Cuando llegan a la
Casa de Cáncer, Shiryu le pide a Seiya que le deje luchar a
él solo, y que debe llegar cuanto antes a la Casa de Leo. Seiya le pregunta el motivo de eso,
y Shiryu le dice que mire el reloj del Santuario, Seiya le dice que ya está en
el signo de Cáncer.
Shiryu dice que sólo les quedan 9 horas para salvar a
Atenea. Seiya le dice que la forma de enfocarlo es diciendo que todavía les
quedan 9 horas. Seiya le advierte que si piensa de forma negativa no podrá
superar los obstáculos de su camino y se le escapará la victoria. Seiya dice
que ha aprendido esto en los combates que ha librado, no perder la esperanza y
pensar de forma positiva, y que sino será presa de su enemigo.
Shiryu lo comprende y Seiya le dice que aún les quedan 9
horas, pero no deben perder tiempo. Shiryu le dice a Seiya que Hyoga corre
grabe peligro y que deben ayudarle. Entonces ambos entran en la Casa de Cáncer.
Dentro de la
Casa de Cáncer el ambiente está muy cargado y tienen la
sensación de sentir la presencia de la muerte. Seiya dice que parecen estar en
un cementerio. Entonces Shiryu pisa algo y le pide a Seiya que mire a sus pies
para ver que es. Seiya ve el rostro de una persona y ambos se quedan extrañados
por su presencia allí.
Seiya se percata de que el suelo está lleno de rostros y que
las paredes y el techo están igual. Seiya dice que todas las caras parecen
sufrir horriblemente y que esto parece la casa de la muerte. En ese momento se
muestra Mascara de Muerte el caballero de Oro de Cáncer. Al verle Seiya dice
que no se equivocaba al pensar que esta casa olía a muerte.
Shiryu le dice que a Mascara de Muerte que su reputación
mancha el honor de los caballeros de Oro, y este dice que se arrepentirán de
sus palabras cuando les reúna con los rostros que cubren la casa. Mascara de
Muerte les explica que esos rostros son de las personas que el mismo mató, que
están condenadas a errar para siempre en la Casa de Cáncer, y que son sus medallas.
Mascara de Muerte dice que ahora saben el motivo de su
nombre. Shiryu dice que solo representan su crueldad y locura. Seiya entonces
divisa rostros de niños, Mascara de Muerte explica que cree que los mato cuando
luchaba con sus enemigos y que son valiosos sacrificios. Esto provoca la ira de
Seiya y Shiryu, a lo que Mascara de Muerte les explica que es como la guerra,
cuando sueltas las bombas es imposible evitar a mujeres y niños.
Shiryu le dice que los caballeros evitan matar a los
inocentes, y Mascara de Muerte cree que ambos son unos niños. Shiryu le dice
que no merece llevar una armadura de Oro y que para limpiar el daño que ha
hecho a la orden de los caballeros le destruirá. Seiya quiere ayudar a Shiryu,
pero este le dice que vaya a la
Casa de Leo como dijeron antes de entrar.
Entonces Seiya ataca a Mascara de Muerte con los Meteoros de
Pegaso que este consigue detener fácilmente, y Seiya aprovecha para irse hacía
la siguiente casa. Mascara de Muerte intenta ir tras Seiya, pero Shiryu se
interpone para luchar contra Mascara de Muerte y que Seiya tenga tiempo de
irse.
Fuera Seiya percibe unas vibraciones negativas provenientes
de la Casa de
Cáncer y espera que no le haya ocurrido nada a Shiryu. Seiya recuerda las palabras
de Shiryu pidiéndole luchar contra el caballero de Cáncer y que él fuese a la Casa de Leo. Seiya ve como
mengua la llama de Cáncer mientras mantiene su confianza en Shiryu y piensa que
debe luchar contra Aioria de Leo, y recuerda el combate que ya tuvo contra él.
Cuando Seiya llega la Casa de Leo se encuentra con Aioria de Leo, al
que le dice que se alegra de ver que llego al Santuario sin problemas tras su
estancia en Japón. Seiya le pregunta por Shaina y por la reacción del Patriarca
con su actitud tras jurar fidelidad a Saori. Seiya dice que por desgracia no
tienen tiempo para hablar, a lo que Aioria le dice que tienen todo el tiempo
que quieran.
Seiya le pregunta que si sabe lo que pasará si no cruzan las
12 casas, pero Aioria le dice su deber es defender la Casa de Leo y evitar que
nadie pase. Seiya le pregunta si ha olvidado su promesa tan pronto. A pesar de
los intentos de Seiya por convencer a Aioria este no cede, Seiya le nota algo
diferente a Aioria, y entonces Aioria le ataca con el Plasma Relámpago
derribándole.
Seiya no ha visto el ataque de Aioria y queda inmóvil en el
suelo tras la descarga. Seiya piensa que le matará si no reacciona pero no
puede moverse. Aioria lanza un rayo a una de las columnas de la casa detrás de
la cual había 2 soldados enviados por el Patriarca. Aioria les dice que Seiya
no pasará de allí y que se vayan antes de que los mate.
Seiya piensa que las acciones de Aioria podrían ser para
despistar a los soldados del Patriarca. Seiya le pregunta porque actúa de ese
modo pero Aioria le vuelve a atacar. Seiya se levanta diciendo estar seguro de
que algo ha ocurrido. Seiya le pregunta que fue lo que le pasó cuando regresó
al Santuario. Cuando Seiya le dice que Atenea va a morir Aioria parece sufrir
un extraño dolor en la cabeza, pero le dice que no puede dejarle pasar.
Seiya no tiende lo que le ocurre renunciando a razonar con
Aioria y decide atacarle, pero Aioria le lanza su Plasma Relámpago haciendo que
Seiya rompa varios pilares de la casa por la mitad. Seiya dice que sólo ha
visto un relámpago a la altura de su hombro derecho y recuerda que la otra vez
que luchó contra él llevaba la armadura de Oro de Sagitario para protegerse.
Seiya piensa que debe analizar su técnica, sino perderá
pronto el combate. A Seiya le cuesta bastante volverse a levantar, pero Aioria
vuelve a derribarle con el Plasma Relámpago. Cuando Aioria se dispone a matar a
Seiya, este se levanta aumentando su cosmos y oye a lo lejos la voz de Marin de
Aguila, su maestra, lo que le hace aumentar su cosmos más todavía.
Aioria le ataca con el Plasma Relámpago, pero esta vez Seiya
consigue ver la trayectoria de los rayos y los evita hasta que consigue darle
una patada en la cara a Aioria. Seiya recuerda haber sentido el cosmos de Marin
a su alrededor pensando que lo ha proyectado para ayudarle y cree que ella
también está en el Santuario.
Aioria se levanta tras el golpe con una mirada salvaje y
cuando Seiya se despista al tocar con el pie un pilar de la casa Aioria le
lanza un golpe, aunque Seiya lo esquiva y después salta para iniciar su ataque,
pero Aioria también salta y cuando Seiya se gira lo golpea de lleno en la
pierna derecha y Seiya da con esa pierna sobre una piedra al caer.
Seiya asume que no es el caballero que conocía. Seiya
consideraba que Aioria tenía los valores ideales de un caballero pero había
cambiado y vuelve a preguntarle que le paso a su regreso al Santuario. Aioria
ataca a Seiya con su Bola de Fuego. Cuando Seiya se levanta ataca a Aioria con
los Meteoros de Pegaso, pero Aioria para el golpe de Seiya con una mano y ataca
de nuevo a Seiya con el Bola de Fuego estampándole contra uno de los pilares
que había caídos en la casa.
Seiya tiene fuertes dolores en la pierna y le cuesta
mantenerse en pie. Aioria vuelve a golpear a Seiya con la Bola de Fuego derribándole.
Mientras Seiya está en el suelo Aioria le pisa la pierna derecha varias veces.
Seiya dice que no dejará aplastar pero después Aioria le da un puñetazo en el
pecho derribando a Seiya de nuevo.
Seiya vuelve a levantarse tras oir la voz de Shiryu de
Dragón a lo lejos. Seiya piensa que debe encontrar la forma de parar sus
ataques. Aioria vuelve a atacar a Seiya, aunque esta vez Seiya consigue
esquivarle y ve el fundamento de la técnica de Aioria, aunque en el siguiente
golpe Seiya recibe el impacto. Luego tras una sucesión de golpes Aioria derriba
a Seiya.
Seiya cree que no puede hacer nada contra su rapidez. Aioria
derriba otra vez más a Seiya con el Plasma Relámpago y cuando va a golpearle de
nuevo aparece Cassios. Cassios le dice a Aioria que él es el único que tiene
derecho a matar a Seiya. Seiya se sorprende de ver a Cassios allí. Cassios le
dice a Seiya que desde que le venció ha soñado todos los días que volverían a
encontrarse para matarle. Entonces Cassios se lanza contra Aioria tirándole un
puñetazo que Aioria detiene sin problemas.
Seiya le pregunta qué esta haciendo, y Cassios le dice que
intentará retenerle lo más posible para que él pueda escapar. Entonces Cassios
coge a Aioria con los dos brazos y ante otra pregunta de Seiya le dice que hace
todo esto por Shaina. Cassios le dice a Seiya que Aioria está controlado por el
Patriarca gracias al Puño Satánico Imperial. Le dice que Aioria no será el de
antes hasta que no vea morir a alguien.
Seiya comprende ahora todo lo que ocurre. Aioria comienza a
golpear a Cassios en el cuello para que le suelte ante las suplicas de Cassios
a Seiya para que se vaya. Seiya se niega a marcharse y finalmente Aioria
consigue soltarse dándole un rodillazo en el pecho a Cassios. Al caer Cassios agarra
de nuevo a Aioria, pero Aioria le derriba de un golpe.
Cassios le explica de nuevo la situación a Seiya y este le
pide que tenga valor. Aioria ataca a Seiya y Cassios cuando están juntos con la Bola de Fuego, pero Cassios
se levanta rápidamente e intercepta el golpe de pleno cayendo tras recibir el
impacto. Seiya le pide ayuda a Atenea para igualar el cosmos de Aioria.
Aioria vuelve a atacar a Seiya con la Bola de Fuego, pero Seiya
está vez consigue ver la trayectoria y la esquiva para atacar a Aioria con el
Cometa de Pegaso para estamparle contra un pilar. Seiya va socorrer a Cassios
pero ve como muere a causa del golpe de Aioria que en ese momento recobra su
verdadero ser.
Entonces llegan Shiryu de Dragón y Shun de Andrómeda, y
Seiya le explica a Aioria que ha matado a Cassios tras estar poseído por el
ataque del Patriarca. Seiya dice que su sacrificio no será en vano. Shun y
Shiryu comprenden que la intención de Cassios era sacrificarse.
Aioria promete al cuerpo de Cassios que su muerte no sería en
vano. Seiya se despide de Aioria pidiéndole que entierre a Cassios como merece,
pero cuando pisa el suelo con su pierna derecha siente un fuerte dolor. Aioria
aplica su cosmos en la pierna lastimada de Seiya para que ya no sienta dolor y
pueda continuar luchando.
Antes de que Seiya, Shiryu y Shun se vayan Aioria les
advierte del poder de Shaka de Virgo y les aconseja que le venzan antes de que
abra los ojos. De camino a la
Casa de Virgo, Shun se detiene a lo que Seiya y Shiryu le
preguntan que ocurre pero Shun les dice que nada.
Finalmente llegan a la Casa de Virgo en la que perciben un atmósfera muy
pacifica. Perciben un poderoso cosmos y se dirigen hacia él encontrando a Shaka
de Virgo que está meditando. Los 3 se ponen alrededor de Shaka y Seiya se da
cuenta de que su concentración es perfecta. Seiya es el primero en atacarle
pero Shaka le derriba sin moverse. Shun y Shiryu van a socorrerle cuando Shaka
se pone en pie.
Shaka les dice que no respetan nada y Seiya se levanta
dolorido asombrado del poder de Shaka. Shiryu ataca a Shaka con la Cólera del Dragón, pero
Shaka frena el ataque en el último momento para sorpresa de Shun y Seiya. Shaka
derriba a Shiryu y Shun le ataca con la cadena nebular, pero Shaka consigue
frenarla antes de que le toque sin hacer un movimiento para sorpresa de Shun,
que ve que ocurre lo mismo que cuando luchó contra el caballero de Oro de
Géminis.
Shaka con una sola palabra hace
que la cadena envuelva y estrangule a Shun. Shun no se cree que la cadena se
vuelva en su contra y que alguien distinto a él pueda controlarla. Shaka le
dice que si quiere puede romperle el cuello, entonces Seiya se lanza contra
Shaka para que este suelte a Shun, pero Shaka derriba a Shun y este golpea a
Seiya en su caída.
Seiya y Shiryu preguntan a Shun
como está y dice que al menos está vivo. Seiya dice que Shaka posee una fuerza
incalculable. Shaka concentra su energía entre sus manos para después atacarles
a los 3 derribándoles y dejándoles inconscientes.
Shiryu y Seiya se despiertan más
adelante gracias al cosmos emanado por Ikki de Fénix que está luchando contra
Shaka, y Shun está observando el combate. Ambos se dan cuenta de que Shaka ha
abierto los ojos en su combate con Ikki.
Entonces Shaka usa el Tesoro de
Cielo para destruir el pensamiento y la voluntad de Ikki, derribándole, sin que
Shun, Seiya y Shiryu puedan hacer nada. Cuando ya dan a Ikki por perdido Shun
se encara con Shaka pero el cosmo de Ikki vuelve a aumentar y le pide a Shun de
nuevo que no intervenga. Todos se asombran de que Ikki sea capaz de hacer eso.
Deducen que Ikki ha conseguido
desarrollar el 7º sentido. El cosmo de Ikki comienza a crecer increíblemente,
hasta que consigue paralizar los movimientos de Shaka y teletransportarse a su
lado. Shaka le pide a Ikki que le explique como lo ha conseguido.
Ikki le responde que lo entendió
al verle luchar siempre con los ojos cerrados, para aumentar su cosmo
suprimiendo de forma voluntaria uno de los 5 sentidos. Seiya comprende ahora
porque Aioria de Leo les dijo que no dejasen que Shaka abriese los ojos. Ikki
le dice que dejó destruir sus sentidos a posta sin hacer nada para evitarlo,
para aumentar su cosmos. Ikki le dice que esa era la única forma que tenía de
poder vencerle.
Entonces Ikki agarra a Shaka y le
dice que ahora morirán juntos. Ikki dice que es la forma que tiene de poder
destruirle definitivamente. Ikki se despide de Shun y le pide que continúe la
lucha hasta el final contra el Patriarca, y aumentando su cosmo provoca una
enorme explosión que se siente en todo el Santuario sin dejar rastro de ambos.
Acto seguido caen del cielo los
fragmentos de la armadura de Oro de Virgo que se reconstruye delante de Shun,
Seiya y Shiryu. Shun se pone de rodillas y comienza a llorar. Seiya y Shiryu le
dicen a Shun que se quede y que ellos continuarán para salvar a Atenea y que el
sacrificio de Ikki no sea en vano.
Justo antes de que les diera
tiempo a salir de la Casa
de Virgo, Shiryu y Seiya oyen a Shun que les pide que le esperen, estos le
dicen que no tiene que seguirles, pero Shun les dice que si ya que es el
hermano de Ikki de Fénix, y los 3 se dirigen a la Casa de Libra.
Al llegar a la Casa de Libra encuentran un
ataúd de hielo en el que está dentro Hyoga de Cisne. Shun dice que debió ir a
otra dimensión en su combate contra el caballero de Oro de Géminis. Se
preguntan quién pudo encerrar de esa forma a Hyoga, y Shiryu dice que debió
hacerlo Camus de Acuario.
No saben porqué Camus fue hasta la Casa de Libra para luchar con
Hyoga. Entonces sienten una vibración muy débil procedente de Hyoga y deducen
que sigue vivo. Seiya ataca al ataúd con los Meteoros de Pegaso pero no
consigue nada para su sorpresa. Shiryu le dice que si realmente está hecho por
Camus ni un caballero de Oro podría sacarle.
Todos creen que deben hacer algo
para sacar a Hyoga del ataúd de hielo antes de que muera. En ese momento el
suelo comienza a brillar y de él surge la armadura de Oro de Libra. Seiya no se
explica como aparece ante ellos, y Shiryu le dice que es por la voluntad de su
maestro Dohko, que es el caballero de Oro de Libra. La armadura de Oro de Libra
comienza a emanar cosmos y a conectar con Shiryu, que se desprende de su
armadura y les muestra a Shun y Seiya las armas de Libra.
Shiryu escoge la espada de Libra
para romper el ataúd de hielo. Shiryu consigue romper el ataúd y sacar a Hyoga
del hielo, pero está muy débil. Shun les dice a Seiya y Shiryu que él se
ocupará de Hyoga elevando la temperatura de su cuerpo y que se reunirá con
ellos más tarde.
Seiya y Shiryu se van hacia la Casa de Escorpión y Shun se
queda con Hyoga en la Casa
de Libra. Justo cuando entran en la
Casa de Escorpión ambos perciben como explota el cosmos de
Shun. Esta situación le recuerda a Shiryu una historia que le conto su maestro
Dohko en los 5 Picos.
Un viajero estaba a punto de morir
de hambre cuando 3 animales fueron en su ayuda, un oso, un zorro y un conejo.
El oso le llevó un pez y el zorro un racimo de uvas, pero el conejo que no pudo
traer nada ni tenía nada para ofrecer, se lanzo al fuego para ofrecerse al
viajero, sacrificando su vida.
Seiya no puede creer que Shun
intente lo mismo, y se sacrifique para salvar a Hyoga. Shiryu cree que Shun
aumentado su cosmos al límite para salvar a Hyoga. Seiya dice que Shun jamás
podría invertir los golpes mortales de Camus estando tan débil como está.
Shiryu cree que Shun es consciente de lo que hace y está haciendo lo mismo que
hizo Andrómeda en la mitología.
Seiya dice que deben ir a
impedirlo. Pero cuando se dan la vuelta para volver a la Casa de Libra, alguien les
dice que esperen, y que no les dejará que se marchen. Entonces ven que se trata
de Milo el caballero de Oro de Escorpión. Seiya le dice a Shiryu que Shun le
contó que Milo se apoderó de la
Isla de Andrómeda en un instante.
Milo ataca a Seiya y Shiryu con la Restricción
paralizándoles por completo. Shiryu piensa que deben escapar de su influencia y
Milo le dice que la única forma de hacerlo es morir. Shiryu dice que debe
atacarle primero antes de que lo haga Milo. Shiryu le ataca con el Dragón
Naciente pero no consigue ni tocarle. Milo le reta a que le ataque de nuevo
diciéndole que esta vez en lugar de esquivar el ataque lo parará.
Shiryu repite el ataque pero Milo
lo frena juntando las manos en una cruz, lo que sorprende a Seiya. Después con
la fuerza del propio ataque de Shiryu le lanza contra el techo de la Casa de Escorpión, quedando
paralizado tras la caída. Seiya quiere socorrer a Shiryu y le dice a Milo que
se arrepentirá por lo que ha hecho.
Seiya ataca a Milo con el Cometa
de Pegaso, y Milo intenta detener su ataque de la misma forma que el de Shiryu,
pero falla y recibe un pequeño golpe que le hace un corte en la mejilla y le
quita el casco de su armadura. Seiya se sorprende de que ese golpe solo le haya
hecho un rasguño. Milo se sorprende de que Seiya este en el camino de aprender
el 7º sentido.
Seiya ataca a Milo con los
Meteoros de Pegaso, pero es Milo el que le golpea con la Aguja Escarlata.
Seiya y Shiryu se levantan y atacan los 2 juntos a Milo con los Meteoros de
Pegaso y el Dragón Naciente, pero Milo les derriba con la Aguja Escarlata. Ambos
perciben como expande por sus cuerpos el veneno del escorpión. Milo les dice
que no les dio un golpe mortal, solo les demostró el poder de la Aguja Escarlata.
Cuando se dispone a atacarles de
nuevo llega Hyoga con Shun en brazos, ante la sorpresa de todos que le daban
por muerto. Seiya y Shiryu le dicen que estaba casi muerto cuando le liberaron
del Ataúd de Hielo. Hyoga dice que gracias al sacrificio de Shun está vivo, lo
que asusta a Seiya y Shiryu.
Seiya le pregunta si ha muerto, y
Hyoga le dice que no permitirá que muera alguien que ha sacrificado su vida por
él. Hyoga les pide a Seiya y Shiryu que se levanten ya que todavía les queda
mucho que hacer para conseguir su objetivo y estos se levantan con esfuerzo
tras los golpes recibidos por Milo.
Milo le dice que eso es un sueño.
Milo le dice que si cree que llegarán todos juntos a la Cámara del Patriarca está
soñando, y que el se lo impedirá. Milo ataca a Hyoga con la Restricción mientras
Seiya y Shiryu le dicen que resista, pero no le hace efecto, para sorpresa de
estos, y es Hyoga quien inmoviliza a Milo con su Anillo de Hielo.
Hyoga les pide a Seiya y Shiryu
que continúen el camino y que se lleven a Shun con ellos. Hyoga dice que
luchará contra Milo y que se reunirá con ellos más tarde. Seiya le dice que eso
es imprudente cuando apenas se ha recuperado. Hyoga insiste en que se marchen
para que pueda luchar contra Milo sin impedimentos.
Hyoga les dice que ya le han
salvado y les pide que le dejen este combate. Seiya y Shiryu se van hacia la Casa de Sagitario llevándose
a Shun con ellos. Seiya es quien carga con Shun a su espalda. Por el camino
sienten como Hyoga está en peligro, pero continuan avanzando a pesar de ello.
Después ven como se apaga la llama de Escorpión y saben que
deben darse prisa, además de pensar en si Hyoga habrá podido vencer a Milo. Más
adelante se paran al percibir que Hyoga tiene problemas, pero continuan su
camino. Según avanzan ven la Casa
de Sagitario y creen que debe estar deshabitada ya que su guardían Aioros de
Sagitario está muerto, y por lo que no deberían tener problema en cruzarla.
Este hecho les llena de ánimo y
creen que entre todos conseguirán cumplir su misión. Entonces oyen como una
melodía inunda el Santuario, y se pregutan que puede estar pasando. Siguen
avanzando y ven como una luz brillante se posa sobra la Casa de Sagitario.
No entienden lo que pasa y siguen
subiendo hasta que llegan a la
Casa de Sagitario y dentro encuentran la armadura de Oro de
Sagitario, y comprenden que eso es lo que vieron posarse antes. Seiya se acerca
a la armadura de Oro de Sagitario y está se mueve poniendo su flecha en
dirección a Seiya. Seiya da unos pasos a otro lado pero la armadura también se
mueve para seguir apuntándole.
La armadura tensa el arco y Shiryu
le grita a Seiya que tenga cuidado cuando en ese momento se lanza la flecha de
Sagitario a por Seiya. Shiryu le pregunta a Seiya si está herido y este le dice
que no, cuando ven que la flecha se ha clavado en la pared entre el brazo y el
pecho de Seiya. Seiya no se explica porque la armadura habrá querido matarle.
Seiya duda el motivo de esto ya que la armadura de Oro de Sagitario ya le había
ayudado en el pasado.
Shiryu tampoco se explica lo que
ha pasado. En ese momento Shun se despierta y ve lo ocurrido. Entonces la pared
comienza a brillar y se abre el camino de un pasadizo. Como no ven otro camino
deciden entrar en él, pero antes Shun les pregunta a Seiya y Shiryu por Hyoga y
estos se callan.
Shun se teme lo peor entonces se
oye hablar a Hyoga a lo lejos que ha conseguido llegar hasta allí. Shun se
alegra por ver vivo a Hyoga y este le agradece por haberle salvado la vida. Los
4 entran en el pasadizo y al momento la entrada se cierra a sus espaldas.
Piensan que pueden ser una trampa y dicen que deben ir con cuidado.
Oyen un ruido y se paran. Al
momento el techo comienza a hundirse y todos intentan pararlo a duras penas.
Entre todos intentan frenarlo y Hyoga se ofrece a quedarse y darles tiempo para
salir, pero Shiryu le dice que aún está débil tras su combate con Milo de
Escorpio, y dice que él se quedará sujetando para darles tiempo a llegar a la
salida. Seiya no quiere pero Shiryu le convence diciendo que deben salvar a
Saori.
Seiya, Shun y Hyoga se marchan
corriendo consiguiendo salir de la trampa pero notan como el techo se derrumba
encima de Shiryu. Seiya quiere ir a ayudarle, pero Hyoga le frena diciendo que
deben confiar en Shiryu. En ese momento Shun ve una luz que puede ser la
salida. Cuando llegan allí ven que es una especie de espuma luminosa.
Seiya les dice que esperen y que
él pasará primero para comprobarla. Seiya les dice que no hay peligro, pero
cuando Shun y Hyoga entran, la espuma desaparece y caen en un foso llegando a
una gruta. Perciben mucha humedad en el ambiente y entonces la cadena nebular
comienza a oscilar apuntando hacia una de las paredes y Shun cree que se trata
de algún enemigo.
En ese momento unas rocas salen
disparadas hacia ellos pero Shun consigue romperlas todas con la cadena que al
final se queda atrapada con una de las paredes. La pared se rompe y la gruta
comienza a llenarse de agua. Hyoga les dice que vayan a la orilla mientras él
frena la entrada de agua.
Seiya y Shun consiguen salir del
agua, pero Hyoga se queda en el camino. Seiya y Shun continúan y se encuentran
un desfiladero. Shun usa la cadena nebular enganchándola a un pico del techo y
así ayudarse para cruzar al otro lado. Pero mientras están saltando el pico
comienza a romperse y Shun lanza a Seiya para llegue al otro lado, pero él cae.
Seiya se agarra al acantilado,
pero resbala y cae sobre un saliente. Seiya se levanta e intenta escalar el
acantilado mientras cree que el sacrificio de Shiryu, Hyoga y Shun no será en
vano. Seiya vuelve a caer al saliente mientras se acuerda de Saori. Vuelve a
iniciar el ascenso pero resbala de nuevo cayendo más en el acantilado.
Seiya intenta el ascenso de nuevo
pero se le nubla la vista y termina cayendo. Seiya pide perdón a sus amigos
diciendo que no puede más y cree que no lo conseguirá. Entonces un cosmos
dorado le rodea aumentando sus energías y su valor para que continúe su camino.
Seiya reinicia la escala sintiendo que ahora nada puede detenerle.
Cuando Seiya llega arriba ve la
armadura de Oro de Sagitario, que emana un enorme cosmos que le transporta a la
sala principal de la Casa
de Sagitario donde se reencuentra con los demás.
Entonces la armadura de Oro de
Sagitario dispara su flecha contra una de las paredes dejando a la vista un
texto escrito en griego antiguo. Seiya es el único que conoce ese idioma y se
lo traduce al resto mientras llora. Seiya les dice que es el testamento de
Aioros de Sagitario y que les encomienda Atenea para que la protejan.
Los 4 repiten el testamento de
Aioros mientras lloran. Después de alabar la misión de Aioros la pared se rompe
dejando ver de nuevo el camino. . Acto seguido los 4 se dirigen a la Casa de Capricornio. Dentro
de la Casa de
Capricornio encuentran 2 estatuas, una representa a la diosa Atenea. Shiryu
explica que la otra es el caballero más fiel a Atenea y por ese motivo y sus
logros a la justicia le fue otorgada la espada mágica Excalibur.
Seiya no entiende el motivo de la presencia de las estatuas
en la Casa de
Capricornio, y Shiryu le dice que debe ser porque el caballero de Oro de
Capricornio es el que se cree el más fiel defensor de Atenea. Hyoga dice que
deben ignorar esa historia y continuar el camino. Consiguen salir de la casa
sin encontrar a su guardián. Cuando creen estar seguros, Shiryu percibe algo y
les empuja para que no reciban un golpe.
Se forma una grieta en el suelo que Hyoga y Seiya consiguen
saltar, pero Shun cae por ella. Instantáneamente lanza la cadena nebular hacia
arriba y Seiya la agarra. Shun les dice que le esperen y sube rápidamente con
la ayuda de la cadena, pero entonces se dan cuenta de que Shiryu se ha quedado
atrás.
En ese momento aparece Shura de
Capricornio. Shiryu quiere luchar contra Shura a pesar de los gritos de Seiya y
Shun. Hyoga les dice que respeten la decisión de Shiryu y que deben continuar
adelante. Seiya no se despide de Shiryu ya que cree que se volverán a ver en
poco tiempo. Mientras suben anima a Hyoga y Shun, diciendo que van a conseguir
su objetivo.
Seiya, Hyoga y Shun avistan la Casa de Acuario justo en el
momento en le que se apaga la llama de Capricornio del reloj de fuego. Cuando
están a punto de llegar a la Casa
de Acuario perciben una explosión y ven una estrella fugaz dirigirse al cielo
bajo la forma de un dragón.
Shun se pone de rodillas mientras llora y grita el nombre de
Shiryu. Entonces Hyoga les dice que aún no deben llorar a Shiryu y que miren
detrás. Seiya y Shun se giran y ven a Camus de Acuario, quién encerró a Hyoga
en la Casa de
Libra. Hyoga les pide a Seiya y Shun que sigan adelante mientras él lucha
contra su maestro. Hyoga les insiste varias veces para que se vayan y ambos
pasan al lado de Camus sin que este intente detenerles.
Justo cuando salen de la Casa de Acuario sienten una
explosión dentro y Shun se gira, pero Seiya le dice que Hyoga quería
enfrentarse él sólo contra Camus y que deben continuar su camino. Más adelante
se frenan al oír una explosión más fuerte y en ese momento comienza a nevar y
Shun lo interpreta como una despedida de Hyoga antes de morir. Seiya le dice
que tienen que seguir ya que todavía les queda una casa más por cruzar.
Seiya avista la
Casa de Piscis y dice que cuando la hayan cruzado nada podrá
detenerles. Shun tropieza y Seiya le pregunta como está, pero Shun le dice que
no tiene que preocuparse. Shun le pide a Seiya que le deje luchar contra el caballero
de Oro de Piscis a él sólo. Seiya le reprocha, pero Shun le dice que tienen
cumplir su promesa con Saori y uno debe llegar hasta el Patriarca. Shun le dice
que deben reducir los riesgos y evitar que los esfuerzos de Hyoga, Shiryu e
Ikki no tengan sentido.
Seiya le da la razón. Antes de seguir Seiya le pregunta a
Shun si estaba decidido a sacrificarse por Hyoga en la Casa de Libra, como Shiryu le
hizo entrever con una vieja historia. Y que ahora quiere quedarse sólo para que
él pueda seguir el camino, aunque seguramente su cosmos está al mínimo. Shun le
dice no tiene intención de morir a pesar de estar agotado, pero tiene que
cumplir con la promesa que le hizo a Ikki antes de morir.
Shun le dice que cree poder derrotar al caballero de Oro de
Piscis y reunirse después. Shun le explica uno de los conocimientos que
aprendió de Albiore de Cefeo en la
Isla de Andrómeda, que es qué su cosmos es eterno
independientemente de su estado físico. Shun le dice que mientras este
consciente en el combate podrá vencer a cualquier enemigo.
En ese momento ven como se apaga la llama de Acuario y
retoman el camino a la Casa
de Piscis. Seiya admite que se ha equivocado al pensar que Shun no estaba hecho
para ser caballero. Más adelante alguien les tira 2 rosas rojas, que ambos
evitan tirándose a un lado. Entonces ambos ven al caballero de Oro de Piscis. Seiya
sabe que este caballero se llama Afrodita. Shun se queda pálido al ver la rosa
roja que Afrodita lleva en la boca y Seiya le pregunta si ocurre algo.
Shun le dice que no pasa nada y que siga hasta la Cámara del Patriarca y que
pronto se reunirán. Ambos salen corriendo hacia la Casa de Piscis y Seiya salta
por encima de Afrodita y tras parar otra rosa roja de Afrodita se va corriendo
hacia la Cámara
del Patriarca. Seiya consigue cruzar las 12 Casas, pero a la salida de la Casa de Piscis ve que el
camino hasta la Cámara
del Patriarca está cubierto de rosas rojas.
Esto sorprende a Seiya, pero Seiya sigue adelante a pesar de
ello. Seiya corre a través de las rosas, pero las espinas y el veneno que
desprenden van adormeciendo a Seiya, hasta que termina por caer inconsciente. Seiya
despierta más adelante pero sin fuerzas para levantarse. Seiya se pregunta si
el resto habrán sacrificado sus vidas para nada.
Poco después Marin de Águila le encuentra tirado en el
suelo. Marin se quita su máscara y se la pone a Seiya para evitar que continúe
siendo perjudicado por las rosas y le levanta para llevarle al palacio del
Patriarca. A Seiya le recuerda a su hermana, la persona que le está ayudando.
Después al oírla hablar se da cuenta de que es Marin.
Seiya le pregunta por que está allí y Marin le dice que
guarde fuerzas, y que mientras lleve la máscara estará protegido durante un
tiempo. Seiya dice que seguro no sufre solo por las Rosas Reales Demoníacas y
le pregunta que le ocurrió antes de llegar, pero Marin le dice que no piense en
eso y que vaya a salvar a Atenea, entonces Marin se desmaya.
Seiya le pone la máscara y piensa dejar que Marin sacrifique
su vida para nada. Seiya dice que mucha gente ha muerto por querer ayudarle.
Entonces Seiya lanza los Meteoros de Pegaso para despejar el camino de las
Rosas Reales Demoníacas. Seiya quiere ayudar a Marin antes de ir a la Camara del Patriarca.
En ese momento aparece Shaina de Ofiuco. Shaina le dice a
Seiya que se vaya mientras ella se ocupa de Marin. Antes de que Seiya se marche
le dice que tienen una cuenta pendiente y que tiene que volver vivo para poder
saldarla. Seiya le promete que vivirá y se marcha hacia la Cámara del Patriarca.
Cuando Seiya llega delante la puerta de la habitaión del
Patriarca no puede abrirla, y para no perder tiempo usa los Meteoros de Pegaso
para hacerlo. Seiya entra y se encuentra al Patriarca sentado en su trono. El
Patriarca se quita la máscara para sorpresa de Seiya.
El Patriarca felicita a Seiya por llegar hasta allí, pero
Seiya no quiere cumplidos y sale corriendo hacia el y le golpea. El Patriarca
le dice que el no puede quitarle la flecha a Atenea. Seiya le contesta que le
habían dicho que él era único que podía quitársela. Seiya le ataca de nuevo con
el Meteoro de Pegaso pero el Patriarca no se mueve.
Entonces el Patriarca se pone a llorar, y le explica a Seiya
a que es el Escudo de Atenea el que la puede salvar si la orienta en dirección
hasta donde está Atenea. Entonces el Patriarca comienza a sufrir un extraño
dolor, pero a pesar de eso le insiste a Seiya en que vaya coger el Escudo de
Atenea.
En ese momento el color de pelo del Patriarca cambia de azul
a gris, y también cambia su personalidad y ataca a Seiya. Seiya no entiende
nada de lo que está pasando y percibe como el mal aumenta en torno al
Patriarca. El Patriarca cree que si vence a Atenea y recupera su cetro, Niké la
diosa de la Victoria,
y junto con el Escudo de Atenea podría desafiar a los Dioses.
Seiya se levanta y le ataca con el Meteoro de Pegaso,
rompiendo la ropa del Patriarca. Entonces el Patriarca trae de vuelta su
armadura, la Armadura
de Oro de Géminis, para sorpresa de Seiya. Seiya se da cuenta de que no es el
Patriarca, sino Saga el caballero de Oro de Géminis y se pregunta como ha
podido gobernar el Santuario.
Saga ataca a Seiya con la Otra Dimensión pero
entonces la personalidad buena de Saga interviene interrumpiendo el ataque y
salvando a Seiya. Seiya se da cuenta de que ha vuelto al lugar de origen y ve
como Saga sufre mientras se pregunta que secreto oculta.
Seiya ve como Saga discute consigo mismo. La personalidad
malvada continua dominando su cuerpo, y Saga decide que si no puede matarle
entonces le privara de los cinco sentidos y comienza a quitarselos a Seiya uno
por uno. Después Seiya se vuelve a levantar proyectando un enorme cosmos y
diciendo que mientras esté con vida su cosmos aumentará para luchar por la
justicia y por Atenea.
Seiya ataca a Saga con los Meteoros de Pegaso en un
principio Saga consigue detenerlos pero cuando van ganando velocidad y potencia
se convierten en rayos de luz y terminan derribándole. Seiya cree haber vencido
a Saga y quiere acercarse a tientas hacia la estatua de Atenea, con la ayuda de
la propia Atenea. Sin embargo Saga se levanta y golpea a Seiya, y cuando se
dispone a rematarlo Seiya reacciona y le agarra, atacandolo con el Torbellino
de Pegaso.
Mientras están en el aire, Seiya percibe que la última llama
del zodiaco se extinguirá pronto y que debe darse prisa. Los dos impactan
contra el suelo, pero Saga se levanta sin ninguna herida y Seiya se pregunta
como ha podido sobrevivir. Cuando Saga se dispone a golpear a Seiya, pero los
rostros del casco de la armadura de Oro de Géminis comienzan a llorar.
Seiya se levanta y Saga le golpea derribándole y destruyendo
el casco de Seiya. Cuando Saga iba a rematar a Seiya, aparece Ikki clavándole
varias plumas de Fénix en la mano y frenándole. Seiya se levanta y se dirige
hacia la estatua de Atenea pero Saga le ataca, aunque Ikki se pone por medio
para protegerle.
Seiya va subiendo lentamente las escaleras hacia la estatua
de Atenea, aunque se cae hacia atrás debido a su falta de fuerzas, y acaba
tendido en las escaleras. Los cosmos de Shun, Shiryu y Hyoga se ponen en
contacto con Seiya para animarle y recordarle la promesa que le hicieron a
Saori.
Seiya sube las escaleras arrastrándose por ellas para ir a
la estatua de Atenea. Seiya se acaba poniendo de pie y termina llegando a la
estuta de Atenea, pero no sabe en que dirección se encuentra Saori. Seiya coge
el Escudo de Atenea y el cosmos de Atenea le muestra la la dirección en donde
está para que oriente el escudo en su dirección y la salve.
Entonces aparece Saga, que ha coseguido librarse de Ikki, y
justo cuando sale la luz proyectada del escudo Saga golpea Seiya
desestabilizándole. A pesar del golpe Seiya consigue mantenerse de pie, pero la
luz del escudo sale hacia muchos puntos del Santuario. Seiya termina cayendo al
suelo tras el golpe de Saga cuando se apaga la luz que emana el escudo.
Uno de los rayos de luz del escudo cubrió a Saori salvándola
haciendo desaparecer la flecha de oro que tenía clavada en el pecho. Una luz
divina que emana de su cuerpo indica que Atenea estaba viva.
Después Saga comienza a atacar a Seiya que no es capaz de
defenderse, rompiendo parte de la armadura de Pegaso. Seiya no sabe si Atenea
se ha salvado y ha cumplido su misión. Cuando Saga está a punto de rematarle
aparece Ikki para proteger a Seiya. Saga consigue vencer a Ikki.
Cuando quiere rematar a Ikki llega Atenea junto con el resto
de los caballeros de Bronce y los caballeros de Oro que habían sobrevivido.
Seiya se levanta después de que Saga derribe a Shiryu, Hyoga y Shun quienes le
habían atacado, y tras encararse con los caballeros de Oro. Esto sorprende a
Saga, pero Seiya le dice que le combatirá mientras le quede el menor soplo de
vida.
A Seiya le cuesta mucho levantarse y Aldebarán de Tauro
quiere ayudarle, pero Aioria de Leo le dice que Seiya lo conseguirá el sólo.
Seiya se pone de pie tras mucho esfuerzo, y también se levantan Shiryu, Hyoga,
Shun e Ikki que unen sus cosmos con Seiya, que recupera en ese instante la
vista, para atacar a Saga.
Seiya ataca a Saga con los Meteoros de Pegaso, destruyendo
la armadura de Pegaso con la energía liberada.Los Meteoros de Pegaso que
rapidamente se transforman en un rayo gigante, golpean a Saga que sale
despedido hacia el cielo. Todos caen exhaustos al suelo.
Cuando todos dan por derrotado a Saga este cae desde el
cielo. Entonces los caballeros de Oro se ponen en posición para atacar a Saga,
pero Atenea interviene y entonces Saga decide luchar contra Atenea. Cuando Saga
se abalanza sobre Atenea la armadura de Oro de Géminis se desprende de su
cuerpo.
Saga se lanza contra Atenea a pesar de todo, y entonces la
personalidad buena de Saga surge de nuevo controlando uno de sus brazos con el
que agarra el cetro de Atenea clavándoselo sobre su propio pecho. En ese
momento la mente de Saga se purifica regresando completamente su parte buena,
pero también había recibido un golpe mortal, poco después muere en los brazos
de Atenea tras pedirle perdón por todo.
Finalmente Seiya es recogido del suelo por Atenea, mientras
Atenea les agradece a los caballeros de Bronce el esfuerzo realizado para
salvarla, especialmente a Seiya.
Tras la batalla del Santuario, la armadura de Pegaso es
regenerada con la sangre de Aioria de Leo, adoptando una nueva forma y más
poder. Cuanso Seiya ve lo que hacen los caballeros de Oro para restaurar las
armaduras les pregunta que están haciendo. Mu le dice que las armaduras son
seres vivos y que necesitan la sangre de alguien para regenerarse.
Comentan que si pierden mucha sangre pueden morir y que
arriesgan sus vidas para reparar sus armaduras, aunque los caballeros de Oro
les dicen que es su deber y que es un precio pequeño después todo lo que les
hicieron pasar. Después de restaurar su armadura, Seiya les dice a los
caballeros de Oro, que su armadura ha resucitado gracias a la sangre que han
dado por ella, y por eso jura que jamás aceptará la derrota.
Seiya reaparece en la mansión de la fundación Kido, justo
después de que llegase Shun, para salvar a Atenea del ataque del Guerrero
Divino Syd de Mizar, que había sido enviado por Hilda de Polaris para matar a
Atenea, al que Seiya derriba de una patada. Su llegada llena de alegría a
Saori. Syd se levanta y les reta, siendo Seiya quién se dispone a luchar contra
Syd.
Antes Jabu informa a Seiya y Shun que había derrotado a
Aldebarán de Tauro para sorpresa de Seiya. Syd ataca y derriba a Seiya con Las
Garras del Tigre Vikingo, además de helar la superficie de su armadura. Saori y
Shun corren a socorrerle y ven como la superficie de su armadura está helada
por el ataque de Syd.
Seiya se pregunta quién es y Kiki le dice que ha dicho que
venía de Asgard. Saori explica que Asgard es un reino del hemisferio norte que
protege una zona sagrada, y que los Guerreros Divinos provienen de la mitología
nórdica. Saori el pregunta por que han renacido de nuevo los Guerreros Divinos,
y Syd le explica que Hilda de Polaris ha tomado la decisión de gobernar el
mundo.
Seiya se levanta con intención de luchar contra Syd, pero
Shun le dice que lo hará él. Syd combate contra Shun por el bosque colindante a
la Mansión de
la Fundación Kido
hasta que Syd consigue derribar a Shun. Cuando Syd quiere rematar a Shun
estesalvado por Ikki de Fénix. Cuando ambos se disponen a luchar llega Seiya
que le dice a Ikki que le deje luchar a el.
Seiya ataca a Syd con los Meteoros de Pegaso pero Syd los
detiene en principio, pero cuando ganan velocidad le golpean hasta derribarle,
pero Syd también consigue herir a Seiya con un corte en el pecho. Syd le dice
que llevará su cabeza a Asgard, pero Seiya le dice que no se rendirá fácilmente
y que tiene más trucos para luchar.
Atenea les detiene para evitar que uno de los dos muera, y
les dice que son igual de fuertes. Entonces llegan Shiryu de Dragón y Hyoga de
Cisne y le dicen a Seiya que ahora no debe luchar. Syd se da cuenta que si quiere
matar a Atenea primero tiene que deshacerse de los caballeros que la protegen,
pero que ese día llegará, y le dice a Seiya que él mismo le matará. Seiya
quiere atacarle pero es frenado por Hyoga, y Syd se marcha de regreso a Asgard.
Cuando Saori se queda a solas en la mansión con los
caballeros, Shun le pregunta quién es Hilda de Polaris. Saori le dice que Hilda
es conocida por su bondad y amor a la paz, y eso es lo que más la extraña, y
dice que algo ha debido suceder en Asgard. Hyoga parte hacia allí para ver que
puede descubrir, y Shiryu se va a los 5 Picos para ver si maestro les puede
ayudar. Saori presiente que les amenaza un gran peligro.
Cuando Seiya, Shun y Kiki llegan a Asgard se encuentran con
Saori, Hyoga y Flare la hermana de Hilda que ha huido de palacio con Hyoga. Flare
les explica que Hilda ha cambiado su pensamiento radicalmente desde hace unos
días, y que antes pasaba todos los días en su altar rezando a Odín, pero que
algo ha tenido que pasar, y le pide que la salven.
Hyoga dice que ahora todo el planeta es el que está en
peligro, y Flare les dice que es porque se están fundiendo los polos de la
tierra, lo que provocaría un gran maremoto. Flare les aclara que el papel de
Hilda, como la gran sacerdotisa de Odín, es rezarle a Odín para que mantenga
helados los polos, esto deja sorprendido a Seiya.
Flare les dice que ahora que Hilda ya no reza a Odín, los
polos comienzan a fundirse. Saori le pregunta cuanto tiempo tardará en fundirse
todo el hielo, pero Flare le dice que no lo sabe, pero tienen que conseguir que
la temperatura deje de subir. Saori dice que hablará con ella y le dice a Flare
que la lleve hasta el palacio.
Entonces perciben un maligno cosmos acompañado por varios
guerreros. Al momento llega Hilda acompañada por los Guerreros Divinos. Hilda y
Atenea se atacan mutuamente con varias bolas de energía pero ninguna resulta
herida. Seiya aumenta su cosmos y
Sigfried de Dube hace lo mismo provocando un pequeño roce de cosmos entre
ambos.
Lo mismo hacen Shun y Hyoga con otros Guerreros Divinos. Tras
un intercambio de palabras entre Hilda y Atenea, esta ve el anillo que Hilda
lleva puesto. Saori le pregunta a Flare desde cuando lleva Hilda ese anillo, y
Flare dice que es desde hace poco y desde entonces se comporta de ese modo tan
extraño. Saori dice que ese es el Anillo de los Nibelungos.
Shun dice que ese anillo da un poder ilimitado para ser
capaz de conquistar la tierra a su portador. Saori dice que los Nibelungos
lanzaron un hechizo al anillo y cualquiera que se lo ponga se sentirá lleno de
odio. Saori dice que lo único que se puede hacer es quitarle el anillo para que
vuelva a ser como antes.
Seiya quiere lanzarse a quitárselo, pero Saori le dice que
ahora encarna las fuerzas del mal y que posee grandes poderes. Seiya le dice
que no se impresionan fácilmente y Saori les dice que cumplan con su deber
mientras ella evitará que se funda el hielo. Entonces Saori se va hasta el
altar desde el que Hilda le rezaba a Odín, para ocupar su puesto.
Durante el camino rompe parte de las escaleras con su cosmos
para que nadie pueda seguirla. Saori le dice a Hilda que ella le rezará a Odín
para evitar que se funda el hielo, pero Hilda le dice que a pesar de su poder y
ya que no es la sacerdotisa de Odín, no tendrá fuerza suficiente como para
retrasar el proceso durante más de 12 horas.
Saori les dice a los caballeros que no pueden permitirse
perder esta batalla ya que la salvación del mundo depende de ellos, y entonces
comienza a emitir su cosmos haciendo que el hielo aumente. Hilda le dice a sus
guerreros que la detengan, y Tholl de Pecda le lanza una de sus hachas, que
Shun intenta frenar con su cadena sin conseguirlo. Cuando está a punto impactar
contra Atenea, esta misma la detiene y se la devuelve a Tholl sin tener que
moverse, dejando sorprendido a Tholl.
Saori le dice a Seiya que cuenta con él y le pide que no la
decepcione. Entonces Seiya, Shun y Hyoga se marchan dejando a Kiki al cuidado
de Flare y Atenea. De camino Hyoga se pregunta donde estará Shiryu y Seiya dice que no pudo reunirse con Ikki, pero
Shun les dice a Seiya y Hyoga que Ikki vendrá pronto a ayudarles. Por el camino
dicen que tendrán que combatir ya que los Guerreros Divinos les cerrarán el
paso
Hyoga dice que deben vencerlos sea cual sea su poder y sus
técnicas de combate. Después la cadena nebular detecta la presencia de un
enemigo y en ese momento ven que se acercan unos remolinos hacia ellos. Luego
ven que son 2 hachas y los 3 las evitan saltando a los lados y a su regreso
saltan de nuevo al centro para volver a evitarlas. Ven a una persona y Seiya le
pregunta su nombre y este dice que es Tholl de Phecda, Guerrero Divino de
Gamma.
Tholl les dice que Hilda le ha pedido que les detenga y que
no pasarán. Cuando Tholl se dispone a lanzarles un hacha es detenido por la Cadena Nebular de
Shun, y después cuando se dispone a lanzarles la otra Hyoga le ataca con el
Polvo de Diamantes helando a Tholl. Los 3 quieren aprovechar ese momento para
pasar.
Tholl se libra fácilmente de la capa de hielo lanzada por
Hyoga y le dice que esperaba algo mejor de alguien que aprendió a luchar en
Siberia. Después lanza una descarga eléctrica a Shun a través de su cadena para
derribarle. Shun se levanta y Seiya dice que alguno de ellos debe llegar hasta
el palacio de Hilda.
Seiya les dice que el luchará contra Tholl y que sigan el
camino. Los 3 salen corriendo contra Tholl y este les lanza sus hachas,
entonces Seiya le ataca con los Meteoros de Pegaso para que Shun y Hyoga puedan
avanzar, Seiya cree haber retenido las hachas cuando daban la vuelta, pero
Tholl las deja pasar haciendo que golpeen a Shun y Hyoga, los cuales se habían
adelantado, para derribarles y dejarles inconscientes.
Seiya se da cuenta de que Tholl no ha fallado, sino que
estaba atacando a Hyoga y Shun. Después Tholl lanza sus hachas contra Seiya que
las esquiva por poco, y al caer Tholl le ataca con el Puño de Titán
derribándole y haciéndole caer varios metros por una ladera. Cuando Seiya está
en suelo Tholl comienza a pisarle la cabeza aunque tras varios pisotones el
cosmos de Seiya comienza a aumentar y Seiya consigue frenar el pie de Tholl,
para sorpresa del propio Tholl.
Tholl da un gran salto para golpear a Seiya, aunque le
esquiva cuando cae. Tholl vuelve a repetir el salto pero Seiya le vuelve a
esquivar y después le ataca con los Meteoros de Pegaso pero Tholl los detiene
con una mano para sorpresa de Seiya. Tholl ataca a Seiya con el Hércules
Titánico derribando a Seiya.
Seiya se queda asombrado por la fuerza de Tholl, pero sabe
que no tiene derecho a abandonar. Seiya cree que no podrá vencerle. Entonces
Marin de Águila se pone en contacto con él para recordarle todos los
sufrimientos padecidos en el Santuario. Recordándole que venció a los
caballeros de Oro, que son mucho más poderosos que Tholl.
Marin le dice que debe encontrar la forma de vencer a Tholl.
Marin le dice que ya no tiene nada que enseñarle, ya que hace mucho la superó,
y que solo puede darle ánimos. Seiya
dice que le vencerá aunque pierda la vida en ello. Seiya alcanza a Tholl que
queria acabar con Shun y Hyoga.
Tholl le reconoce a Seiya su valentía pero con eso no le
dará para vencerle. Tholl ataca a Seiya con el Puño de Titán pero Seiya
consigue evitar el ataque y lanzar a Tholl por los aires al mismo tiempo para
estamparle contra el suelo.
Tholl se levanta enfurecido pero al avanzar se duele en la
pierna, momento que Seiya aprovecha para atacarle con los Meteoros de Pegaso,
derribándole y lanzándole contra muro de hielo. Seiya cree haber vencido a
Tholl. Seiya se dispone a ayudar a Hyoga y Shun cuando Tholl sale de los
escombros, le dice a Seiya que es el primero en derribarle y reconoce que
estaba demasiado confiado.
Tholl para limpiar su honor por ser derribado y comienza a
aumentar su cosmos y le dice que siguiendo la voluntad de Hilda les vencerán.
Seiya cree que sus ataques no hacen efecto en Tholl y que su armadura no
presenta desperfectos tras los ataques. Seiya le dice que Hilda está poseída
por el Anillo de los Nibelungos. Tholl ataca a Seiya con el Puño de Titán
derribándole y tirándole por un pequeño barranco. Seiya no entiende porque esta
vez no ha podido frenar su ataque. Tholl le dice a Seiya que jamás podrán
vencer a los Guerreros Divinos, por que han sido elegidos por Odín para llevar
a Hilda a doblegar al Santuario.
Tholl salta para lanzarse contra Seiya en el borde del
barranco pero Seiya le esquiva quedando Tholl medio hundido en el hielo. Tholl
se da media vuelta y ataca a Seiya estampándole contra la pared de hielo que
tenía a su espalda. Cuando Tholl se va Seiya se levanta y le dice que ha podido
llegar aquí gracias a su voluntad y cuando Tholl le ataca de nuevo aparece
Shiryu de Dragón para agarrarle y salvarle del golpe de Tholl.
Seiya le dice a Shiryu que vaya a ayudar a Hyoga y Shun
mientras él retiene a Tholl para que ellos puedan ir al palacio de Hilda.
Shiryu le dice que no es tan sencillo y le explica lo que su maestro le contó
en los Cinco Picos. Dohko le dijo que si realmente es el Anillo de los
Nibelungos primero deberán romper sus maleficios, y para ello deberán reunir
los 7 zafiros de Odín portados por los Guerreros Divinos de Asgard para
conseguir la espada de Balmung, que fue llevada por Odín según la mitología,
que es la única con el poder suficiente para destruir el Anillo de los
Nibelungos.
Tras oir esto Seiya recupera su ánimo para seguir su combate
contra Tholl. Shiryu le pide a Seiya que le deje luchar contra Tholl. Entonces
Tholl salta para lanzarse contra Seiya y Shiryu, Seiya le dice que le deje
terminar su combate y vaya a ayudar a Hyoga y Shun, Tholl consigue derribar a
Seiya pero Shiryu le esquiva y se adelanta.
Cuando Tholl se dispone a ir tras Shiryu, Seiya se levanta
para sorpresa de Tholl y le ataca con los Meteoros de Pegaso que no surten
efecto en Tholl y este le derriba con el Hércules Titánico lanzándole al fondo
del barranco. Después Atenea se pone en contacto con Seiya para recordarle que consiguió desarrollar el 7º sentido después de vencer a los
caballeros de Oro.
Seiya se levanta aumentando su cosmos mientras piensa que
sus sufrimientos no son nada comparados con los de Atenea. Seiya sale en busca
de Tholl, hasta que le alcanza justo cuando este está a punto de pelear contra
Shiryu en presencia de Shun y Hyoga. Seiya le dice a Shiryu que terminará el
combate contra Tholl.
Seiya da unos pasos y se pone de rodillas, entonces Shun y
Hyoga quieren ayudarle pero Shiryu le frena. En ese momento Atenea vuelve a
hablar con Seiya que le dice que es el único capaz de hacer fracasar las
intenciones de Hilda. Seiya se levanta y ataca con los Meteoros de Pegaso a
Tholl estampándole contra una pared de hielo.
Tholl vuelve a levantarse y Seiya se da cuenta de la
resistencia de Tholl y se da cuenta de que para ganarle debe frenar sus
ataques. Tholl ataca a Seiya con el Puño de Titán pero Seiya retiene el ataque
y se lo devuelve golpeándole en las 2 piernas.
Tholl vuelve a levantarse y ataca a Seiya con el Puño de
Titán y Seiya lo hace con los Meteoros de Pegaso, y los meteoros de Seiya
atraviesan a Tholl de parte a parte. A pesar de ello Tholl queda en pie y Seiya
se dispone a volver a golpearle, pero es frenado por Shiryu que le dice que ya
está muerto.
Shun se fija que los ojos de Tholl están llenos de lágrimas
y en ese momento Tholl se desploma muerto sobre la nieve dejando caer su Zafiro
de Odín. Los 4 se acercan al cuerpo de Tholl y Seiya recoge el Zafiro de Odín del
suelo. Los 4 retoman el camino y poco después deciden separarse para tener más
opciones de llegar al palacio de Hilda y que seguramente los Guerreros Divinos
les saldrán al paso.
Todos se desean buena suerte mientras esperan reunirse de
nuevo luego en el palacio de Hilda. En ese momento cada uno va por un camino
distinto. Seiya toma un camino por estrecho desfiladero de una montaña. Durante
el camino se rompe una parte del suelo pero se sujeta con la mano derecha justo
antes de caer al vacío. Vuelve a subir al camino y unos pasos más adelante ve
el palacio de Hilda en la lejanía, mientras piensa en conseguir la espalda
Balmunga y espera que los demás lleguen a tiempo al palacio.
Seiya continúa avanzado por un camino entre las rocas cuando
percibe que Shiryu está en problemas, pero sabe que no puede hacer nada para
ayudarle y retoma su camino al palacio. Más adelante Seiya vuelve a sentir que
Shiryu está en peligro, y cree sería horrible que Shiryu hubiera perdido el
combate.
Seiya continua su camino a través de acantilados, con la
mano puesta en las costillas, mientras se pregunta si Hyoga y Shun habrán
conseguido llegar al palacio de Hilda, cuando él lo divisa en la lejanía. Poco
después Seiya se para con la mano puesta en las costillas teniendo dificultades
para respirar y piensa si Tholl le habrá roto alguna costilla. Seiya se ánima a
si mismo para continuar el camino y conseguir la espada Balmunga.
Unos pasos después Seiya se tambalea, pisa cerca del borde
del precipicio, el suelo se rompe y cae al vacío. Seiya sobrevive a la caída y
admite haber tenido suerte ya que tiene puesta su nueva armadura de Pegaso
reparada por Mu de Aries. Entonces Seiya recuerda como Mu y el resto de
caballeros de Oro vivos repararon con su sangre las armaduras de Bronce.
Seiya se pone de pie recordando la promesa que les hizo a
los caballeros de Oro, de nunca aceptar la derrota, y comienza a escalar el
precipicio mientras piensa en que debe mantener su palabra. Seiya consigue
llegar arriba del precipicio con bastante esfuerzo y continúa el camino al
palacio.
Seiya mira el Zafiro de Odín y cree que conseguirán salvar a
Saori, mientras sigue de camino al palacio. Poco después Seiya percibe que
Marin de Águila, su maestra, está en peligro.Y justo cuando llega a la entrada de
un bosque el cosmos de Marin desaparece por completo.
Seiya entra en el bosque llamando a Marin y dentro del
bosque encuentra a un guerrero divino y Seiya le pregunta su nombre. Le dice
que es Alberich de Megrez, guerrero divino de Delta, y Seiya también se
presenta. Alberich se da cuenta de que ese era el nombre que decía la mujer
anterior. Seiya le dice que se llama Marin y le pregunta que donde está, y
Alberich le dice que la ha matado. Seiya no le cree, y Alberich le dice no
podrá batirle para conseguir su zafiro de Odín.
Seiya le dice que los caballeros de Bronce son famosos por
conseguir lo imposible. Alberich le ataca con el Ataúd de Amatista, pero Seiya
le esquiva y le ataca con los Meteoros de Pegaso derribándole. Seiya piensa que
si ese era todo el poder de Alberich, podría decir que ya ha conseguido su
Zafiro de Odín. Alberich parece que le cuesta levantarse y cuando Seiya se le
acerca se levanta rápidamente para golpearle, aunque Seiya le esquiva y le
agarra para atacarle con el Torbellino de Pegaso y estamparle contra el suelo.
Seiya le dice que le ha vencido y que va a coger su Zafiro
de Odín. Entonces Alberich le muestra a Marin encerrada en bloque de amatista y
le dice que no le dejará salir vivo de allí. Seiya no se lo cree y le pregunta
que es lo que le ha hecho. En ese momento Marin se comunica con Seiya para que
no se preocupe por ella y le dice que continúe con su camino. Seiya dice que no
puede y que la sacará de ahí.
Alberich le dice que el Ataúd de Amatista absorbe la energía
de los que están prisioneros en el. Seiya se lanza a por Alberich, que le dice
que si muere nadie más podrá sacar a Marin del Ataúd de Amatista, haciendo que
Seiya se pare. Alberich le dice que para salvarla le tiene que prometer
obediencia, Marin le dice que no lo haga y que ataque. Alberich le dice que le
de el zafiro de Odín de Tholl de Phecda.
Alberich le insiste de nuevo a Seiya ante su falta de
decisión. Seiya piensa que es lo que puede hacer. Marin vuelve a decirle que se
vaya y la deje. Seiya recuerda todas las enseñanzas de Marin y que gracias a
ella es caballero. Alberich insiste y Seiya le dice que está mintiendo, pero
Alberich lo niega y le insiste de nuevo a Seiya a que se decida.
Seiya dice que debe servir a Atenea y le pide a Marin que le
perdone. Seiya ataca con los Meteoros de Pegaso derribando a Alberich. Alberich
se levanta diciendo que los caballeros de bronce no respetan la vida de sus
amigos. Seiya le dice que si la libera le perdonará la vida. Alberich le dice
que ya ha perdido mucha energía y Seiya le dice que pagará su crueldad con su
vida.
Seiya ataca a Alberich con los Meteoros de Pegaso, pero este
los esquiva saltando sobre los árboles, y de uno de ellos saca ua espada
envuelta en llamas con la que intenta golpear a Seiya aunque este le esquiva.
Alberich le dice que se llama la Espada
Llameante. Alberich le dice que la recibió con la armadura
divina de Delta y que con ella le matará.
Alberich se lanza contra Seiya intentando golpearle con la Espada Llameante
pero Seiya le sostiene los brazos evitando el golpe. Alberich le dice que
conocerá el fin de quien abandona a sus amigos, lo que despista a Seiya.
Entonces Alberich le da un rodillazo y después le golpea 2 veces con su espada,
en el pecho y en las piernas. Seiya se levanta rápidamente y hace saltar la Espada Llameante
de la mano de Alberich de un golpe, pero su brazo le queda chamuscado al
hacerlo.
Alberich aprovecha que Seiya está herido para atacarle con
el Ataúd de Amatista encerrándole en un bloque de amatista y haciendo que Seiya
pierda el zafiro de Odín que tenía. Mientras está dentro del Ataúd de Amatista,
Seiya se acuerda de Atenea.
Después llega al bosque Hyoga de Cisne, que combate contra
Alberich. En un momento del combate Seiya se comunica con Hyoga para pedirle
que les ayude. Más adelante Seiya percibe que Shiryu está luchando. Shiryu
consigue vencer a Alberich, y Seiya y Marin se liberan del Ataúd de Amatista.
Seiya ayuda a levantarse a Marin. Marin le dice a Seiya que
la deje, pero Seiya se niega y Marin le da una bofetada. Marin le recuerda que
es un caballero de Atenea y que primero debe protegerla a ella. Marin le dice
que debe desconfiar de Syd de Mizar. Entonces llega Hyoga de Cisne que le dice
que Shiryu ha derrotado a Alberich y que tienen 4 zafiros de Odín. Hyoga le
dice que Shiryu se queda atrás pero que se les unirá más tarde.
Marin se tambalea y Seiya quiere ayudarla, pero Marin le
repite que debe ir al palacio de Hilda, y que no debe volverse atrás o no se lo
perdonará nunca. Seiya se va con Hyoga y le dice a Marin que la espera en el
palacio. Hyoga y Seiya se apoyan mutuamente para recorrer el camino más
cómodamente después de que ambos estén bastante cansados tras los combates
librados.
Cuando Hyoga y Seiya llegan al palacio se encuentran a Shun
luchando contra Syd de Mizar, y Seiya se lanza contra Syd para frenarle antes
de que ataque a Shun. Hyoga ayuda a levantar a Shun y y le enseña los 4 Zafiros
de Odín que tienen. Shun les dice que él tiene el de Mime gracias a la ayuda de
Ikki.
Seiya le dice a Syd que le arrancará el zafiro de Odín de su
cadáver. Syd ataca con la Garra
del Tigre Vikingo golpeando varias veces a Seiya, que después le contragolpea
con los Meteoros de Pegaso. Syd en un principio detiene los meteoros de Seiya
pero después comienzan a golpearle para sorpresa del propio Syd, que después
felicita a Seiya por conseguir golpearle.
Seiya recuerda que Marin le dijo que desconfiase de Syd, y
se pregunta el motivo. Shun interviene y le dice a Seiya que él luchará contra
Syd y que sigan adelante. Seiya le pregunta el motivo de eso, y Shun le dice
que el no ha sufrido tanto en estos combates como ellos y que fue Ikki quien
venció a Mime y no él.
Seiya y Hyoga aceptan, pero Seiya le dice que desconfíe de
Syd. Seiya y Hyoga salen corriendo y Syd se dispone a atacarlos cuando Shun le
ataca con la cadena nebular para que Seiya y Hyoga tengan tiempo de pasar
mientras Syd evita su ataque. Hyoga y Seiya se van mientras le dicen que le
esperan más adelante.
Seiya dice que Hilda debe estar cerca, y Hyoga dice que si
Shun vence a Syd solo quedará por vencer a Sigfried. En el camino uno de los
pilares se derrumba sobre ellos pero Seiya lo destruye a tiempo. Acto seguido
el techo cae sobre ellos pero ambos consiguen esquivarlo.
Deducen que alguien quiere impedir que encuentren a Hilda.
Hyoga dice que nada podrá pararles y usa el Trueno del Alba para abrir un
agujero en la pared y poder avanzar. Cuando se disponen a entrar por el agujero
sale de el un soplo glacial que les estampa contra la pared opuesta dejándoles inconscientes.
Pasado un rato Seiya se levanta y ayuda a Hyoga a despertar,
pero Hyoga está muy débil y le dice a Seiya que siga sólo y que debe salvar a
Atenea. Seiya le pregunta por él, pero Hyoga le dice que se las arreglará, le
pide que se vaya y le dice que luego se reunirá con él. Seiya le dice que
descanse y que le esperará más adelante, y se va.
Seiya llega hasta la Estatua de Odín y presiente que la Espada Balmunga está cerca.
Entonces se presenta delante de él, Sigfried de Dubhe Guerrero Divino de Alfa.
Sigfried se sorprende de que los caballeros de bronce hayan podido vencer a 6
Guerreros Divinos. Seiya le dice que no ha venido a recibir cumplidos, sino a
quitarle su Zafiro de Odín.
Seiya le dice que Hilda está bajo la influencia del Anillo
de los Nibelungos. Sigfried no le cree y dice que le matará. Seiya le ataca con
los Meteoros de Pegaso pero Sigfried ni se mueve. Sigfried le dice que no
merece la pena evitar sus ataques porque aún llegando a tocarle no tendrían
ningún efecto sobre él.
Seiya se lanza sobre el para darle una patada, pero Sigfried
le esquiva y le derriba de un puñetazo haciendo que Seiya suelte los zafiros de
Odín que tenía. Seiya se levanta y Sigfried le ataca con la Espada de Odín lanzando a
Seiya por los aires y derribándole.
Seiya se levanta después de que Sigfried haya vencido a
Ikki, Shun y Hyoga. Seiya le dice que el combate no ha terminado y Sigfried le
dice que no tiene posibilidad de ganarle y cuando se dispone a atacarle Ikki le
agarra una pierna. Entonces Sigfried se gira para atacar a Ikki y Seiya
aprovecha para atacarle con los Meteoros de Pegaso cuando está de espaldas
haciendo enfurecer a Sigfried.
Seiya quiere mostrarse digno de la confianza de sus
compañeros que le han seguido hasta el final, mientras aumenta su cosmos.
Sigfried ataca a Seiya con las Llamas del Dragón, entonces llega Shaina de
Ophicus que se pone por medio, pero ambos son derribados.
También llega Shiryu de Dragón quién lucha contra Sigfried.
Seiya contempla el combate entre Shiryu y Sigfried en el que Sigfried parece
ser superior e inmune a los ataques de Shiryu. Seiya ve como finalmente Shiryu
descubre el punto débil de la técnica de Sigfried.
Shiryu le pregunta a Seiya si recuerda cuando se
enfrentaron, y este le dice que si. Shiryu le dice que como él, Sigfried tiene
el mismo defecto al momento de ejecutar su ataque, deja desprotegido el
corazón. Seiya le dice que pensaba que todos los descendientes de Sigfried erán
inmortales. Shiryu le dice que el Sigfried mitológico no fue bañado completamente
por la sangre del dragón.
Una hoja de un árbol se quedo pegada a su espalda a la
altura del corazón evitando que la sangre del dragón le tocase en ese punto.
Desde entonces ese sería su punto débil que aprovecharon para matarle. Dicho
punto débil es el mismo en todos sus descendientes. Sigfried baja la guardia
del corazón durante su ataque en una fracción de segundo.
Sigfried se sorprende de que Shiryu haya podido encontrar su
punto débil y le felicita, pero le dice que no le ha alcanzado el corazón
gracias a la protección de su armadura, lo cual asombra a Seiya e Ikki. Shiryu
dice que ha puesto fin a la leyenda y que ya no es inmortal como la gente
creía. Shiryu le dice que pronto morirá porque le ha enseñado a Seiya la forma
de vencerle. Entonces Shiryu cae inconsciente al suelo.
Seiya se levanta ya que gracias a Shaina no recibió de lleno
el ataque de Sigfried, y Shiryu le ha mostrado como vencer a Sigfried. Sigfried
le dice a Seiya que no va a poder vencerle, aunque admite cual es su punto débil.
Seiya piensa que tiene que intentarlo aunque muera, ya que es el único medio
que tiene para salvar al mundo.
Sigfried dice que admira su bravura, pero que no hay duda
sobre el resultado del combate. Seiya va a centrar su atención en el puño
izquierdo de Sigfried y le pide a Atenea que le ayude. Sigfried ataca a Seiya
con las Llamas del Dragón y Seiya le ataca con los Meteoros de Pegaso cuando ve
descubierto el corazón de Sigfried pero Seiya cae derribado.
Después Sigfried se da cuenta de que Seiya ha conseguido
golpearle en el corazón. Seiya sabe que ha conseguido golpearle, pero no ha
sido suficiente y le pide más ayuda a Atenea, que le dice que es la única
esperanza de la Tierra. Entonces
Shiryu, Hyoga, Shun e Ikki le envían su cosmos a Seiya para que pueda seguir
combatiendo.
Para gran sorpresa de Sigfried, Seiya se vuelve a levantar
para seguir luchando. Hilda aparece junto a la colina situada al lado de la
estatua de Odín para decirle a Sigfried que acabe con Seiya. Al ver que
Sigfried no reacciona Hilda decide atacar ella misma a Seiya pero Sigfried para
el ataque con una mano y le dice que no debe mezclarse en el combate. Sigfried
le dice que quiere saber si los Caballeros de Bronce realmente luchan por la
justicia como dicen.
Sigfried y Seiya se vuelven atacar con las mismas técnicas,
pero el ataque de Seiya se transforma en el Cometa de Pegaso y consigue
derribar a Sigfried. Seiya se acerca a Sigfried y cuando se dispone a coger su
zafiro de Odín se frena al escuchar una música de flauta.
Entonces aparece otro guerrero, que le dice a Hilda que no
debió subestimar a los Caballeros de Bronce. Seiya le pregunta que quién es, y
este le dice que es uno de los Generales del Mar Sorrento de Siren, sirviente
de Poseidón. Sorrento explica todo lo relativo a Poseidón y al Anillo de los
Nibelungos.
Sigfried se levanta tras escuchar las explicaciones de
Sorrento.Hilda le dice a Sigfried que deje que Sorrento acabe el trabajo. Seiya
dice que nadie les cerrará el camino. Entonces Sorrento usa su Sinfonía Mortal
sobre Seiya que intenta resistirse y ataca a Sorrento con los Meteoros de
Pegaso, pero no surten efecto.
Si Sorrento se lleva a Hilda con él, nadie podrá salvar a
Atenea y Seiya repite el ataque pero sin éxito y Sorrento le derriba. Sigfried
interviene y decide arrancarse su zafiro de Odín de la cintura y dárselo a
Seiya. Sigfried reconoce que Seiya tiene razón y que Hilda está poseída por el
Anillo de los Nibelungos.
El zafiro de Odín se le cae al suelo a Sigfried que se
decide a atacar a Sorrento e Hilda le ordena que se vaya. Sigfried le dice a
Hilda que va a desobedecerla pero que es por su propio bien. Sigfried se lanza
contra Sorrento pero este le frena con su Sinfonía Mortal. Seiya se sorprende
de la música que emite la flauta de Sorrento. Sigfried intenta taparse los
oídos y después se rompe los tímpanos, pero a pesar de ello sigue escuchando la
música de Sorrento.
Sorrento le ataca pero no le hace caer para sorpresa de
Seiya. Seiya ve como Sigfried se lanza sobre Sorrento y aunque le clava su mano
en el pecho, Sigfried le agarra y aumenta su cosmos para ascender hacia el
cielo en dirección a la estrella de Alfa de la constelación de la Osa Mayor. Seiya
promete que el sacrificio de Sigfried no será en vano.
Seiya recibe ánimos de sus compañeros. Hilda dice que
Sorrento ha recibido lo que merecía y que los guerreros divinos han cumplido su
misión aunque hayan muerto porque a Atenea ya no le queda tiempo. Seiya le dice
que no permitirá que Atenea muera. Hilda le dice a Seiya que ella misma le matará.
Seiya sabe que su única oportunidad es conseguir la espada Balmunga.
Hilda le lanza un par de bolas de energía a Seiya al que
derriba. Seiya se levanta pero Hilda le vuelve a derribar de nuevo estampándole
contra una columna. Después Seiya se levanta y consigue golpear a Hilda, pero
después se da cuenta de que no puede matarla, Ikki le dice a Seiya que no se
puede matar a Hilda, puesto que es la única que conoce el modo de detener el
deshielo de los polos.
Seiya se da cuenta de que debe conseguir la espada Balmunga
cuanto antes. Entonces Seiya se dirige hacia la estatua de Odín pero Hilda
vuelve a lanzarle una bola de energía lanzándole por el acantilado. Seiya
consigue agarrarse a las rocas antes de caer, pero le cuesta mantenerse. Seiya
duda si aún conseguiría salvar a Atenea.
Entonces el espíritu de Saga de Géminis aparece para dar
ánimos a Seiya y recordarle que juró proteger a Atenea pasara lo que pasara.
Saga le recuerda que la vida de Atenea depende de él y Seiya se pone a llorar
mientras aumenta su cosmos. Seiya escala el precipicio y se dirige hacia la
estatua de Odín.
Hilda le lanza una bola de energía que Hyoga intercepta para
proteger a Seiya le pide que no se detenga. Después se repite la situación con
Shiryu y Shun. Finalmente Hilda le tira su lanza, pero Ikki se pone por medio
recibiendo el golpe de la lanza y protegiendo a Seiya de nuevo.
Ikki se quita la lanza perdiendo mucha sangre aunque
consigue quedarse en pie. Cuando Seiya comienza invocar a Odín desde su altar,
Hilda derriba a Ikki con el Anillo de los Nibelungos. Hilda le dice a Seiya que
ni Odín puede correr el riesgo de enfrentarse a Poseidón.
Seiya no lo cree, y se pregunta como puede salvar a Atenea.
Hilda le dice que no puede hacer nada y le derriba con el Anillo de los Nibelungos
volviéndole a tirar por el acantilado, mientras Seiya le grita a Odín y se le
caen los zafiros de Odín de la mano.
Entonces los zafiros de Odín comienzan a brillar y a flotar
posándose sobre la corona de la estatua de Odín. De golpe surge un terremoto y
la estatua de Odín se derrumba para aparecer la armadura de Odín de las
entrañas de la tierra, la cual reviste a Seiya. Hilda no se lo puede creer,
pero dice que ahora debe obedecer a Poseidón. Seiya cree que ahora podrá
vencer.
Hilda ataca a Seiya con el Anillo de los Nibelungos, pero
este bloquea el ataque con la Espada Balmunga. Y cuando se Seiya se dispone a
golpear a Hilda con la espada, esta le dice que qué pasará si la mata, a lo que
Seiya se frena. Hilda le dice que si ella muere nadie podrá salvar a Atenea y
Seiya se detiene.
Seiya sabe que si mata a Hilda está condenando a Atenea.
Seiya se pregunta si tiene derecho a matar a Hilda, ya que a pesar de todo ella
no es la responsable de lo que ha pasado. Hilda aprovecha la duda de Seiya para
derribarle con el anillo. Seiya escucha los ánimos de los demás caballeros pero
cree que no podrá conseguirlo.
En ese momento el cosmos de Odín surge de su armadura para
comunicarse con él y decirle que no debe temer nada de Hilda. Le dice que deben
castigar a Poseidón por su ambición desmesurada que le ha costado la vida a los
Guerreros Divinos. Odín le pide que confíe en él y le dice que se levante de
nuevo.
Seiya se levanta prometiendo cumplir la voluntad de Odín y
salvar a Atenea. Seiya le pide a Odín que le guíe en este momento. Seiya vuelve
a parar los ataques del anillo para después golpear a Hilda con la Espada Balmunga. Del
golpe, Seiya le rompe a Hilda su corona y el Anillo de los Nibelungos, quedando
Hilda tirada en el suelo sobre un charco de sangre.
Al momento la armadura de Odín se desprende del cuerpo de
Seiya. Seiya teme por Hilda cuando deja de sentir el cosmos de Atenea. Entonces
fuertes terremotos comienzan a sacudir a Asgard. Seiya cree haber fracasado.
Poco después Hilda se recupera y se levanta, ya siendo ella
misma, para dirigirse hacia la armadura de Odín, coge la Espada Blamunga y
comienza a rezar a Odín para que le permita expiar los pecados cometidos,
incluso arriesgando su vida para salvar a Atenea.
Hilda les dice a los caballeros de Bronce que vayan en busca
de Atenea. En el camino se les unen Shaina de Ofiuco y Marin de Águila. Cuando
llegan junto al mar se encuentran con Kiki y Flare, pero Atenea está
inconsciente en el suelo. Flare le pregunta a Hyoga si Hilda vive, y éste le
afirma que si.
Atenea se vuelve a levantar con la ayuda del cosmos de Hilda
y Odín. Todos lloran de alegría y entonces llega Hilda para abrazar a Flare. Pero
acto seguido se forma un remolino en el mar que se traga a Atenea y les derriba
a todos. Cuando se levantan ven que Atenea no está dejándoles contrariados.
Seiya se queda junto a Shun investigando por Asgard, con la
ayuda de Hilda y Flare, para ver si localizan a Atenea. Al no encontrar nada
regresan al palacio de Hilda, y Shun pregunta si tienen noticias de Hyoga o
Shiryu pero no saben nada. Hilda y Flare sospechan que la ha raptado Poseidón,
tras la aparición de Sorrento de Siren en Asgard.
Shun y Seiya salen a continuar la búsqueda y en mitad del
recorrido Hilda y Flare salen a su encuentro. Llevan un libro en el que se
habla de un abismo prohibido en Asgard, el cual conduce a los dominios de un
rey. Al llegar allí ven un gran agujero en hielo en el que hay fuerte remolino
de agua.
Shun les dice que si entran se enfrentarán a la ley de Asgard,
pero Flare dice que ya no, y que la prohibición estaba hecha por el miedo a
Poseidón e Hilda afirma que con la armadura de Odín no tienen nada que temer y
es necesario salvar a Atenea. Seiya le dice a Shun que es el único modo de
llegar al Templo de Poseidón, y justo antes de saltar salen unos rayos del
remolino que rompe el suelo a sus pies y caen al remolino.
En la caída ambos quedan inconscientes y cuando despiertan
se dan cuenta de que están en el fondo del mar, pero pueden respirar
normalmente y ven como el océano parece el cielo. Creen estar en los dominios
de Poseidón, entonces oyen el canto de una sirena y se dirigen hacia él.
Encuentran una armadura con la forma de una sirena.
La armadura se desprende y recubre a una mujer que se
presenta como Tetis de Sirena que les dice que forma parte de las Marinas que
defienden a Poseidón. Seiya le dice que les lleve ante Atenea, y Tetis le dice
que lo hará con la condición de que consigan seguirla. Entonces les ataca para
salir corriendo cuando Seiya y Shun evitan su golpe.
Ambos salen tras ella y Seiya le dice a Shun que no pueden
perderla y Shun intenta agarrar a Tetis con su cadena durante la persecución
pero Tetis la evita sin problemas. Tetis se para y cuando Seiya y Shun la
alcanzan les ataca con la Trampa
de Coral, y de repente Seiya y Shun comienzan a convertirse por los pies en
estatuas de coral, aunque Seiya consigue liberarse y ataca a Tetis con los
Meteoros de Pegaso y detiene por completo el ataque y libera a Shun.
Entonces llega general marino Dragón de los Mares diciéndole
a Tetis que no debería subestimarles. Dragón de los Mares ataca y derriba a
Shun y Seiya de un solo golpe. Shun y Seiya se levantan diciendo que harán
cualquier cosa para rescatar a Atenea. Dragón de los Mares dice que si quieren
salvar a Atenea deberían venir los caballeros de Oro y no simples caballeros de
Bronce. En ese momento llegan unos cuantos soldados de Poseidón.
Dragón de los Mares les da la orden de atacar pero Seiya y
Shun consiguen deshacerse de todos. Seiya le dice que llame al resto de
generales para acabar con esto de golpe. En ese momento llega otro soldado para
informar al Dragón de los Mares. Seiya y Shun escuchan como Dragón de los Mares
le dice a Tetis que Atenea está encerrada dentro del Pilar Central.
Dragón de los Mares le autoriza a Tetis a informar a los
caballeros la única forma de salvar a Atenea. Dragón de los Mares se marcha y
Tetis les explica a Seiya y Shun que Atenea morirá cuando la sala de
sacrificios situada dentro del Pilar Central se llene por completo de agua.
Tetis dice que para salvarla tienen que derribar el Pilar Central.
También les dice que el Santuario Submarino está sujetado
por 7 pilares que soportan los océanos del mundo, y que deben destruirlos todos
antes de poder derribar el Pilar Central. Pero cada pilar está protegido por
uno de los Generales de los Mares, los cuales tienen grandes poderes. Seiya y
Shun ven los pilares repartidos por el océano y ambos deciden separarse y
reunirse más adelante en el Pilar Central.
Seiya anima a Shun diciéndole que el resto ya debe estar de
camino y que Hilda les ayudará a encontrarles. Entonces se van cada uno en una
dirección. Por el camino Seiya es atacado por varios soldados de Poseidón que
le informan de que está en el territorio de los hipocampos, guardianes del
Pilar del Océano Pacífico Norte.
Seiya se abre camino derribando a varios soldados, aunque
uno de ellos le atrapa con una cadena. Seiya consigue rehacerse y lanzar por
los aires al soldado para golpearle en la caída y deshacerse de él. Seiya
retoma el camino hasta llegar a los pies del Pilar del Océano Pacífico Norte.
Seiya confirma las palabras de Tetis al ver el pilar de cerca.
Seiya cree que concentrando su cosmos debería poder
derribarlo. Seiya le lanza un meteoro, pero alguien lo detiene con una mano. Le
dice que no dejará que derribe el pilar, y aunque le atacase no conseguiría ni
hacerle un arañazo. Seiya se sorprende de que haya parado su ataque con una
mano, y le pregunta quien es.
Este le dice que es el guardian del Pilar del Océano
Pacífico Norte, el general del mar Bian del Hipocampo. Seiya le dice que es el
caballero de Bronce de Pegaso. Bian le dice que para destruir el pilar antes
debe vencerle, y Seiya dice que ya ha sido informado por Tetis. Seiya ataca a
Bian con los Meteoros de Pegaso, pero estos no le hacen nada a Bian que ni
siquiera parece intentar evitarlos.
Entonces Bian da un gran salto para situarse detrás de Seiya
y tras paralizarle le ataca con el Tornado Divino empotrándole contra la base
del pilar. Seiya cae al suelo quedando asombrado por la fuerza de Bian. Seiya
se levanta y le vuelve a atacar con los Meteoros de Pegaso pero siguen sin
surtir efecto sobre Bian que ataca de nuevo a Seiya con el Tornado Divino
volviendo a derribar a Seiya.
Seiya se vuelve a levantar pero le dice a Bian que con el
Tornado Divino no podrá matarle. Seiya dice que sino es capaz de matarle, él le
derrotará. Entonces Bian ataca a Seiya con las Llamas del Fondo del Mar, que
propulsa a Seiya hacia arriba haciéndole llegar hasta la superficie del océano.
Allí su armadura de Bronce brilla como si fuese de Oro durante un instante.
Seiya consigue regresar desde la superficie del océano al
Pilar del Océano Pacífico Norte, para sorpresa de Bian. Seiya dice que hará
todo lo que sea para salvar a Atenea. Seiya ataca a Bian con los Meteoros de
Pegaso y esta vez consigue atravesar la defensa de Bian para su sorpresa. Seiya
le dice que ha cometido el error de estar demasiado seguro de si mismo y que no
es tan fuerte como los caballeros de Oro.
Seiya vuelve a atacarle con los Meteoros de Pegaso para
demostrarle que no es tan poderoso como el se creía y termina derribándole. Cuando
Bian se levanta ve brillar la armadura de Pegaso de Seiya como si fuera de Oro,
Seiya le explica que es debido a que fue reparada con la sangre de los
caballeros de Oro. Y que después de los combates en Asgard su cosmos se ha
hecho más fuerte y sus armaduras son casi tan fuertes como las armaduras de
Oro.
Seiya ataca otra vez a Bian con los Meteoros de Pegaso volviendo
a derribarle. Bian no entiende como Seiya es capaz de alcanzarle, y Seiya le
explica que luchó contra un rival que utilizaba la misma técnica defensiva que
él, el caballero de Plata Misty de Lagarto. De todas formas Bian le dice a
Seiya que podrá matarle mientras conserve sus escamas, pero en ese momento las
escamas de Bian se agrietan.
Seiya le dice que se ha jactado de ser tan fuerte como los
caballeros de Oro, pero le demostrará que no lo es. Bian ataca a Seiya con el
Tornado Divino, pero Seiya consigue frenarlo. En ese momento llega Hyoga de
Cisne pero Seiya le dice que no le necesita para ganar.
Entonces Seiya aumenta su cosmos haciendo que su armadura
vuelva a brillar como las armaduras de Oro y ataca a Bian con el Cometa de
Pegaso derribándole y destruyendo aún más sus escamas. Hyoga felicita a Seiya.
Seiya le dice que tiene que destruir el pilar y entonces llega Shiryu de
Dragón.
Seiya les explica a Hyoga y Shiryu que deben destruir los
pilares del Santuario Submarino para poder rescatar a Atenea del Pilar Central.
Seiya les pide que se marchen y que él solo destruirá el Pilar del Pacífico
Norte. Seiya se despide de Hyoga y Shiryu y les dice que se reunirán en el
Pilar Central.
Seiya jurá hacer todo lo posible para liberar a Atenea
cuanto antes. Seiya se prepara para atacar al pilar aumentando su cosmos. Entonces
Bian le dice que es imposible destruir el Pilar del Océano Pacífico Norte por
mucho que aumente su cosmos. Bian le dice que ni todos los caballeros de Oro
juntos podrían hacerle un arañazo. Entonces Bian muere pensando que Poseidón
vencerá.
Seiya aumenta su cosmos y usa el Cometa de Pegaso contra el
pilar, pero no consigue nada. Seiya cree que Bian ha dicho la verdad antes de
morir. Seiya intenta de nuevo con los Meteoros de Pegaso pero sigue sin
conseguir nada. Seiya usa otra vez los Meteoros de Pegaso y vuelven a
fallar.
Seiya decide aumentar su cosmos al máximo para lanzarse él
mismo contra el pilar. Entonces llega Kiki que trae la armadura de Oro de Libra,
de parte de Dohko de Libra y gracias a la ayuda de Shaina de Ofiuco. Cuando
Seiya ve la armadura de Oro de Libra se sorprende mucho. Seiya dice que ahora
podrán destruir todos los pilares del Santuario Submarino de Poseidón.
Kiki le pregunta si se va a poner la armadura de Oro de
Libra, y Seiya le dice que el único que tiene derecho a hacerlo es el viejo
maestro, pero que esta armadura tiene 12 armas muy poderosas. Entonces uno de
los escudos se suelta y Seiya lo coge al vuelo. Después Seiya lanza el escudo
contra el pilar liberandose mucha energía, y el escudo regresa hasta a Seiya al
que le cuesta frenarlo.
Seiya se sorprende del poder del escudo y cree que sería
capaz de destruir una estrella. En ese momento el pilar comienza a agrietarse
hasta que se pulveriza en gran cantidad de trozos, acto seguido se oye un
pequeño temblor de tierra y en el ambiente comienza a formarse un niebla
humeda. Seiya le dice a Kiki que ahora nadie podrá pararles. Seiya le dice a
Kiki que le lleve la armadura de Oro de Libra a Shun de Andrómeda que debe de
estar en el Pilar del Océano Pacífico Sur.
El principio del camino lo hacen juntos, en el cual se
encuentra Shina luchando contra Tetis. Seiya le agradece a Shaina que trajese
la armadura de Oro de Libra. Shaina le dice que debe agradecerselo a Dohko,
pero que deben darse prisa para salvar a Atenea y le dice que se vaya. Seiya le
pregunta que es lo que va a hacer, pero Shaina le dice que eso no es asunto
suyo.
Seiya y Kiki se van y Seiya le vuelve a repetir a Kiki su
cometido. Seiya avanza por unas escaleras en busca de más pilares. Llega un
momento en que no ve ningún pilar y no consigue orientarse. Entonces ante Seiya
se presenta Marin de Águila, su maestra. Seiya le hace un par de preguntas pero
Marin sale corriendo y Seiya sale en su busca.
Seiya no encuentra a Marin, después sube por unas escaleras
en las que abunda la niebla mientras piensa en destruir más pilares. Poco
después Seiya oye como se derrumba el Pilar del Océano Pacífico Sur y sabe que
Shun ha logrado su objetivo. Finalmente Seiya encuentra otro de los pilares.
Allí se encuentra con Marin a la que agradece haberle guíado
hasta el pilar. Marin le dice que tiene llevárselo al Santuario. Seiya le dice
que no puede irse sin salvar a Atenea. Marin le dice que no es lo bastante fuerte
como para ganar a Poseidón y que no quiere que muera. Seiya duda de que sea la
auténtica Marin ya que siempre le guío en la batalla.
Marin le tiende la mano para llevárselo al Santuario pero
ese gesto le confirma a Seiya que no es la auténtica Marin, por que ella nunca
le tendería la mano. Entonces le dice que no es Marin sino otra persona
conocida para él. Dice que es Seika y Seiya se enfurece y le dice que no puede
decir que es su hermana, pero se quita la máscara para demostrarlo.
Seiya dice que eso no es posible. Seiya duda al principio,
pero recuerda su infancia, y cuando Seika le abraza se pone a llorar creyendo
que es ella realmente. Entonces Seika le golpea en el estomago dejándole
inconsciente.
Cuando Seiya despierta cree que le han debido dar por
muerto. Allí ve que el Pilar del Océano Antártico ha sido destruido mientras
piensa en Atenea. Seiya se dirige al Templo de Poseidón cuando percibe que
Shaina de Ofiuco le llama con las pocas fuerzas que tiene.
Seiya llega al Templo de Poseidón y allí encuentra a Shaina
inconsciente en el suelo. Allí también está Poseidón sentado en su trono. En
ese momento se levanta el muro situado a la espalda de Poseidón mostrando
detrás suya el Pilar Central. Poseidón le dice a Seiya que Atenea está dentro.
Poseidón se levanta y le dice a Seiya que no se mueva y que
a pesar de haber oído cantar a Atenea hace un momento ahora debe de haber
muerto. Seiya le dice que no le cree. Poseidón le dice que se marche porque
ahora no tiene a quien proteger. Seiya está convencido de que Atenea sigue viva
e insiste en rescatarla, pero Poseidón le dice que no puede hacer nada contra
él.
Seiya se lanza contra el pero Poseidón le devuelve su golpe
y le derriba sin esfuerzo, sorprendiendo a Seiya. Poseidón le dice a Seiya que
todo ha terminado. Pero Seiya se levanta y su armadura comienza a brillar como
las armaduras de Oro, entonces Poseidón le destroza completamente su armadura
para asombro de Seiya. Cuando Poseidón se dispone a atacar a Seiya, aparece
Shiryu de Dragón que detiene el ataque con el Escudo del Dragón.
Seiya se cae al suelo y Shiryu le dice que no le dejará
morir solo. Shiryu se lanza contra Poseidón pero este detiene el ataque y le
derriba. En ese momento llega Hyoga de Cisne que le dice a Shiryu que si tienen
que morir es mejor que lo hagan juntos y se prepara para atacar a Poseidón.
Poseidón le dice que si quiere morir él le ayudará.
Es Poseidón el que ataca primero, entonces Shiryu se pone
por medio para proteger a Hyoga con su escudo pero el ataque de Poseidón es tan
fuerte que rompe las armaduras de ambos y les lanza por los aires junto a
Seiya, pero Poseidón detiene su ataque cuando oye el canto de Atenea.
Seiya se vuelve a levantar y se encara con Poseidón para que
le deje pasar, entonces aparece volando la armadura de Oro de Sagitario enviada
por el espíritu de Aioros de Sagitario para revestir a Seiya. Después oyen un
fuerte ruido desde el Atlántico Sur y notan que el pilar que lo sustentaba ha
sido derribado.
Seiya vuelve a pedirle a Poseidón que se aparte amenazándole
con matarle gracias a la fuerza que le da la armadura de Oro de Sagitario. Seiya
ataca a Poseidón con los Meteoros de Pegaso, pero Poseidón se los devuelve
estampándole contra una de las columnas de su templo. Poseidón le repite que no
da la talla para luchar contra el y que si sigue atacándole acabará muriendo
por sus propios golpes.
Seiya se vuelve a levantar diciendo que no le importa y que
luchará hasta que salve a Atenea, y vuelve a atacar a Poseidón, a pesar de las
advertencias de Shiryu y Hyoga, y este le devuelve de nuevo el ataque. Seiya
vuelve a levantarse pero esta vez empuña el arco y la flecha de Oro de
Sagitario.
Seiya le dice que le deje pasar o le atravesará porque la
flecha de Sagitario siempre alcanza su objetivo. Poseidón le dice que dispare
si no le tiene miedo a la muerte. Seiya duda en disparar, y Shaina, Shiryu y
Hyoga le piden que no lo haga, aunque Seiya termina disparando pero Poseidón
detiene la flecha y la devuelve contra Seiya clavándosela en el pecho y derribándole.
Seiya admite que Poseidón tenía razón y que no quiso
creerle. Seiya piensa que es invencible, y se pregunta si Atenea morirá y si
han perdido la batalla. Seiya se levanta de nuevo y Poseidón se sorprende de
que siga vivo y de la resistencia de la armadura de Oro de Sagitario. Seiya
dice que todavía no ha terminado la lucha.
Seiya se arranca la flecha del pecho y se dispone a
lanzársela de nuevo a Poseidón. Poseidón le dice que se clavará en el mismo
sitio, y Seiya dice que lo intentará de nuevo ya que no tiene nada que perder.
Seiya lanza la flecha pero Poseidón la desvía de nuevo contra Seiya pero Shaina
se pone por medio recibiendo ella el impacto de la flecha en la espalda.
Seiya le pregunta porque hizo eso, y Shaina le dice que no
debe morir hasta que salve a Atenea. Shaina le dice a Seiya que su vida es más
importante que la suya y que por eso le protege. Shaina le dice que la única
persona del mundo capaz de ganar este combate es él. Seiya le pregunta porque
siempre está dispuesta a salvarle, pero Shaina dice que eso no tiene
importancia.
Shaina le dice que tiene que volver a usar la flecha e
intenta arrancarsela. Seiya le dice que es peligroso quitarla ya que perderá
mucha sangre, pero Shaina le dice que es un riesgo que tiene que correr y
entonces se la arranca. Shaina le da la flecha y le dice que si Poseidón la
devuelve otra vez, podrá servir de escudo de nuevo.
Seiya le dice que no puede aceptar eso, pero Shaina le dice
que la Flecha
de Oro de Sagitario es la única arma con poder suficiente como para superar a
Poseidón. Seiya se dispone a usarla de nuevo y Poseidón le dice que está a
punto de sacrificar la vida de Shaina.
Seiya lanza la flecha y Poseidón se la devuelve otra vez, y
Seiya se gira para evitar que la flecha golpee a Shaina y le dice que se
arrepentiria siempre si ella muere, pero entonces es Shiryu el que se pone por
medio para proteger a Seiya y a Shaina. Shiryu se arranca la flecha y le dice
que dispare y que el y Hyoga le harán de escudo, pero Seiya rehusa esa idea. Justo
entonces llega Shun quien también se pone como escudo de Seiya.
Shun, Hyoga y Shiryu convencen a Seiya para que vuelva a
disparar y en caso de que devuelva la flecha ellos la pararían. Shiryu dice que
si su determinación por vencerle supera el cosmos de Poseidón podrán vencerle.
Finalmente Seiya acepta la propuesta. Poseidón le dice a Seiya que si le
dispara de nuevo uno de sus compañeros morirá.
Seiya se pregunta si tiene el derecho de arriesgar la vida
de sus compañeros, pero Seiya se decide a actuar. Seiya dispara la flecha de
nuevo, pero esta vez la flecha sale envuelta por los cosmos de los caballeros y
Poseidón no es capaz de detenerla y le impacta sobre el casco haciéndolo saltar
por los aires, hiriendo a Poseidón y dejándole inconsciente durante un breve
periodo de tiempo.
Todos sienten como Poseidón pierde la fuerza divina que
antes le rodeaba. Los caballeros pasan al lado de Poseidón de camino al Pilar
Central sin que este pueda hacer nada para pararles. Seiya anima al resto
diciendo que aún pueden salvar a Atenea. Poco después oyen un temblor de tierra
procedente del Pilar del Atlántico Norte y deducen que Ikki lo ha derribado.
Por el camino todos son derribados por el enorme cosmos de
Poseidón que les ataca para impedir que lleguen a su destino. Seiya es el
primero que se levanta viendo que Poseidón se ha vuelto mucho más poderoso que
antes, y Poseidón le ataca de nuevo, pero Hyoga se pone por medio para recibir
el golpe y proteger a Seiya.
Hyoga le dice que continúe y que ellos le protegerán. Hyoga
le dice que Atenea depende de él. Seiya le preguntará que le pasará a él. Hyoga
le dice que cumplirá con su deber de caballero protegiéndole todo lo posible. Poseidón
lanza otro ataque contra Hyoga pero entonces aparece volando la armadura de Oro
de Acuario enviada por el espíritu de Camus de Acuario para proteger y revestir
a Hyoga.
Hyoga dice que no decepcionará a Camus que confía en él al
enviarle su armadura. Hyoga le dice a Seiya que vaya a salvar a Atenea mientras
él se enfrenta a Poseidón. Poseidón ataca a Hyoga, y Hyoga ataca a Poseidón con
la Ejecución
de la Aurora,
al principio los ataques están equilibrados pero poco a poco se van acercando a
Hyoga, y cuando parecía que iba a recibir el golpe se interpone Shiryu
sujetando uno de los escudos de la armadura de Oro de Libra, absorbiendo el
golpe, para ser revestido por ella a continuación.
Al ver la situación Seiya cree que no está todo perdido. Seiya,
Shiryu y Hyoga atacan juntos a Poseidón con los Meteoros de Pegaso, la Cólera del Dragón y el
Trueno del Alba respectivamente y este también les ataca pero es Poseidón el
que es derribado quedando inconsciente. Los 3 se dirigen al Pilar Central y
Shiryu usa el Escudo de Libra para intentar derribarlo, pero el Pilar repele el
escudo que queda agrietado e impacta contra Shiryu en su retorno.
Hyoga y Seiya corren a ayudar a Shiryu que no se explica
como el Escudo de Libra no ha podido demoler el Pilar Central. Los 3 intentan
derribarlo usando todas las armas de Libra pero no consiguen hacer nada para su
desesperación. Seiya les dice que el se lanzará contra el pilar que necesita la
ayuda de sus ataques para protegerse del impacto contra el pilar.
Shiryu y Hyoga intentan convencerle de que es un suicidio,
pero Seiya les dice que puede conseguirlo e insiste en hacerlo. Justo cuando se
disponen a hacerlo reaparece Poseidón desprendiendo un cosmos mayor que antes.
Cuando Poseidón se dispone a atacarles llega Ikki de Fénix que retiene a
Poseidón y les dice que encuentren el Ánfora de Atenea para encerrar al
espíritu de Poseidón.
Entonces Seiya se lanza contra el Pilar Central ayudado por la Cólera del Dragón de Shiryu
y el Trueno del Alba de Hyoga. Al momento Poseidón se deshace de Ikki y cuando
le ataca aparece Shun para protegerle pero Poseidón les derriba a ambos y a
Shiryu y a Hyoga.
Los 4 se levantan y le envían sus cosmos a Seiya para
protegerle del ataque de Poseidón. Seiya consigue penetrar dentro del Pilar
Central y derribarlo, mientras los 4 miran sorprendidos la proeza de Seiya. Seiya
sale llevando a Atenea en brazos mientras esta sostiene el Ánfora de Atenea. Poseidón
lleno de ira intenta atacar a Seiya y a Atenea con su tridente, pero este no
reacciona.
Atenea se despierta y le dice a Poseidón que admita su
derrota, le dice que es un asesino y que debe ser castigado. Atenea le dice que
debe volver a ser encerrado en el Ánfora de Atenea. Atenea le dice que no se
resista y que debe aceptar el castigo. Poseidón dice que un dios no recibe
órdenes de nadie y que no se rendirá, entonces Poseidón le tira su tridente a
Atenea.
Seiya se pone por medio recibiendo el impacto del tridente.
Seiya le agradece a Aioros de Sagitario la confianza que le dio y que gracias a
su armadura ha podido salvar a Atenea. Seiya se saca el tridente del pecho para
clavarlo en el pecho y después desplomarse en el suelo. Después Poseidón le
dice que van a librar un combate a muerte y comienza a atacar a Atenea.
Los caballeros se dan cuenta de que es muy fuerte y deben
pararle antes de que mate a Atenea. Poseidón le dice que es muy fácil, pero
Atenea le dice que no debe olvidar a sus caballeros. Poseidón le dice que ya no
pueden hacer nada y continúa el ataque, pero esta vez sus golpes no afectan a
Atenea.
Entonces los caballeros unen sus cosmos al de Atenea
superando el cosmos de Poseidón y consiguen encerrar al espíritu de Poseidón,
que sacan del cuerpo de Julián Solo, en el Ánfora de Atenea, que Atenea cierra
con uno de sus sellos.
Entonces llegan Kiki y Shaina de Ofiuco uniéndose al grupo,
en ese momento el agua se abate sobre ellos arrastrándolos a todos, pero Atenea
usa su cosmos para atraerlos a todos hacia ella y subirlos hasta la superficie.
Todo el grupo aparece en la superficie mirando hacia el horizonte donde aparece
una imagen de la estatua de Atenea.
Seiya reaparece en el Santurio cuando se dirigía a ver a Mu
de Aries para que le reparase su armadura. Al llegar a la Casa de Aries ve como Mu está
dejándose golpear sin poner oposición. Seiya interviene y derriba al atancante
de Mu con los Meteoros de Pegaso para sorpresa de todos los presentes.
Seiya da un salto para ponerse al lado de Mu y preguntarle
por lo que ocurre y por qué se dejaba golpear. Entonces Seiya que quién estaba
golpeando a Mu era Mascara de Muerte de Cáncer acompañado por Afrodita de
Piscis, lo que le deja muy sorprendido ya que pensó que habían muerto en la
batalla de las 12 Casas.
Seiya se pregunta si son fantasmas, y Mu le dice que ahora
son espectros leales al dios Hades. Seiya le pregunta a Mu sobre Hades, y este
le dice que Hades es el verdadero enemigo de Atenea, y al que debe derrotar. Le
dice que Hades quiere controlar el mundo, pero que Atenea libró una batalla
hace mucho tiempo para detenerlo, pero el sello de Atenea se ha roto y Hades
vuelve a luchar contra Atenea.
Mu le dice que Atenea y sus caballeros nacieron con el
propósito de detener a Hades y proteger la tierra. Seiya entiende que los
combates anteriores eran un preludio de lo que venía. Mu le dice a Seiya que se
marche ya que los caballeros de Bronce no pueden estar en el Santuario.
Seiya le dice que después de lo que le ha contado no tiene
intención de irse, y que él luchará en nombre de Atenea. Mu le dice que si no
obedece morirá por la orden de Atenea. Seiya se sorprende de que Saori haya
ordenado eso. Seiya cree que eso es un error y le pide a Mu que le deje ver a
Atenea.
Mu derriba a Seiya de un golpe y le dice que no es ningún
error. Seiya se levanta gritando pero entonces es golpeado por Mascara de
Muerte haciendo que se ponga de rodillas. Mascara de Muerte se dispone a darle
una patada a Seiya cuando este le frena con una mano y dice que Saori jamás
diría eso lanzando por el aire a Mascara de Muerte, para después ponerse la
armadura de Pegaso.
Seiya reta a Mascara de Muerte, y este le dice que con la
armadura en un estado tan lamentable no podrá derrotarle, pero Seiya le dice
que eso no es importante para derrotarle. Mascara de Muerte se lanza contra
Seiya, pero este le derriba con los Meteoros de Pegaso.
Seiya sigue desafíando a Mascara de Muerte, y justo cuando
este está a punto de atacarle con las Ondas Infernales, Mu interviene golpeando
a Seiya y frenando a ambos. Seiya le pregunta a Mu porque hace eso, y este le
dice que como le dijo antes, si no se marcha él mismo le matará.
Seiya cae al suelo pensando en Saori y si es verdad que ya
no les ven necesarios. Seiya se pregunta el porque de eso. Entonces Mascara de
Muerte le dice a Seiya que Mu matará a los caballeros de Bronce, sino también a
Atenea, pero Seiya no le cree. Mascara de Muerte le dice que Mu está obligado a
hacerlo mientras el hombre encapuchado que les acompaña este de su lado.
Seiya le pregunta quien es ese hombre. Mascara de Muerte le
dice que nadie puede oponerse a él en el Santuario. Mascara de Muerte le dice
que le dirá su nombre a cambio de matarle, pero cuando está a punto de golpear
a Seiya, Mu le frena y le dice que él se encargará de Seiya, para después
lanzar a Mascara de Muerte por los aires.
Mu entonces ataca a Seiya con su Extinción de Luz Estelar,
para sorpresa de Seiya, pero realmente le hace desaparecer, teletransportándole
hasta el Coliseo del Santuario y alejándole del peligro, mientras Seiya grita
el nombre de Saori. Finalmente Seiya aparece en el Coliseo, pero se queda
inconsciente tras la maniobra de Mu.
Más adelante Seiya es encontrado por Shiryu de Dragón en el
Coliseo. Seiya se da cuenta de que está en el Coliseo, donde ganó su armadura.
Shiryu le pregunta que hace en el Coliseo. Seiya le dice que Mu de Aries le
envió allí para que se salvase. Seiya le pregunta lo mismo a Shiryu y este le
dice que Ikki de Fénix le dijo donde estaba.
Seiya se alegra al oir eso y cree que con Ikki nadie les
puede ganar. Seiya no ve a Ikki y Shiryu le dice que Ikki no irá con ellos ya
que cree que no hay razón para luchar. Seiya se enfurece y cree que Ikki nunca
diria eso. Entonces ven como la llama del signo de Géminis se apaga y recuerdan
cuando la vieron por primera vez.
Seiya grita maldiciendo a Ikki por no ayudarles, pero Shiryu
le dice que no evita la lucha por miedo. Seiya le dice a Shiryu que Ikki
intento evitar que entrase al Santuario por la fuerza, y Shiryu le contesta que
Mu hizo lo mismo con él. Shiryu dice que algún dia puede que lo entiendan.
Seiya le da la razón a Shiryu. Shiryu dice que deben pensar
en como llegar con Atenea y como combatir al enemigo. Seiya le dice que los
espectros no son rivales para ellos, y los 2 se van del Coliseo. Poco después
perciben unos fuertes ataques desde a la Casa de Cáncer a la Casa de Virgo, y luego al
contrario. Entonces deciden acelerar el paso para llegar cuanto antes a su
objetivo.
Más adelante Shiryu precibe claramente el cosmos de Dohko
procedente de la Casa
de Aries. Seiya le dice que hay otro cosmos muy fuerte a su lado. Seiya le dice
que no puede dejarle ir solo, y Shiryu le dice que si fuese Marin él iría en su
ayuda. Seiya le dice que irán juntos, pero Shiryu le dice que Atenea le está
esperando. Ambos se separan esperando verse más tarde.
Poco después Seiya percibe una gran explosión de cosmos en la Casa de Aries. Seiya se pone
su armadura y llega a la Casa
de Cáncer, donde Mu está inmóvil sobre un pilar a punto de ser golpeado por un
espectro. Seiya lanza un meteoro que el espectro desvía con una mano.
Seiya les grita que no les permitirá seguir en el Santuario,
y Mu se sorprende de ver a Seiya de nuevo tras haberle enviado al Coliseo.
Seiya le pide a Mu que no lo vuelva a hacer, ya que siempre volverá al igual
que Shiryu. Seiya le dice que les deje luchar ya que esta es también su lucha.
Entonces Giganto de Cíclope se lanza a por Seiya, esquivando
sus Meteoros de Pegaso y golpeándole varias veces. Giganto le dice que no hay
comparación entre los caballeros y los espectros. Seiya le dice que no son los
más fuertes al comportarse con esa actitud y atacando a traición, y Seiya se
pone en pie.
Ante las palabras de Seiya, Giganto se dispone a atacarle de
nuevo pero es frenado por alguien que le ordena a él y al resto del grupo de
espectros que se vayan a la Casa
de Leo. Giganto ve que se trata de Papillon, y su cosmos deja sorprendidos a
Seiya y Mu. Finalmente Giganto y el resto de espectros se marchan dejando a
Seiya y Mu con Papillon.
Papillon libera a Mu de sus psicoquinesis. Después se
sorprenden de ver la forma babosa de Papillon, que les dice que es Myu de
Papillon, la Estrella Terrenal
del Encanto, y Seiya se sorprende de que también sea un espectro. Myu dice que
ha liberado a Mu para luchar contra él en igualdad de condiciones, pero Seiya
quiere luchar.
Mu le pide a Seiya que se quede al margen. Myu ataca a Mu
con la Erupción
de Fealdad, entonces Mu quita a Seiya de la trayectoria del ataque y se protege
con el Muro de Cristal. Myu se sorprende de que la Erupción de Fealdad no
funciona y Mu le contraataca con su Revolución de Polvo Estelar.
Myu que se encontraba en estado de babosa recibe el golpe
pero surge en forma de larva atacando a Mu y Seiya con el Hilo de Seda
envolviéndoles y atrapándoles en un capullo. Al rato Mu consigue liberarse y al
llamar a Seiya este reacciona y también consigue liberarse.
Seiya le dice a Mu que si no le hubiese llamado habría
muerto dentro del capullo. Mu y Seiya no ven a Myu, pero encuentran otro
capullo. Myu les dice que sabía que se liberarían del Hilo de Seda pero que los
envolvio en el para ganar tiempo y transformarse en su forma final. Myu sale
del capullo con un Surplice con la forma de una mariposa.
Seiya se sorprende al ver a Myu en su forma final. Myu dice
que matará a Mu, pero Seiya le dice que él será su rival, pero Myu paraliza sus
movimientos controlando él mismo el cuerpo de Seiya que se resiste. Myu aumenta
su psicoquinesis para frenar más a Seiya. Entonces Seiya recuerda a Shiryu,
Shun, Hyoga e Ikki y consigue liberarse de la psicoquinesis de Myu para asombro
de este.
Myu detiene su ataque y Seiya se cae al suelo. Mu le pide a
Seiya que se vaya, Seiya le dice que ambos son caballeros de Atenea. Mu le dice
que por eso debe ir a protegerla y le dice que deja a Atenea en sus manos.
Seiya acepta pero le pide a Mu que se reúna luego con él para repararle la
armadura, entonces Seiya se marcha.
Seiya sube con dificultad por el Santuario tras el ataque de
Myu y termina cayendo al suelo. Seiya se comunica con Atenea gracias a su
cosmos, le dice que él y los demás lucharán hasta que se agote su cosmos, pero
cuando Atenea se gira para hablar con Seiya, su cosmos desaparece.
Entonces Seiya reacciona cuando le encuentran Shiryu, Hyoga
y Shun. Seiya se levanta y sale corriendo a la Casa de Leo. Hyoga le dice que vaya con cuidado
para no volver a caer, y Seiya les dice que Aioria de Leo les espera en la Casa de Leo.
Poco antes de llegar a la Casa de Leo encuentran los cadáveres de 3
espectros, pero no llevan puestas sus sapuris. Seiya dice que deben avanzar
para saber que pasó y Shun dice que según la forma en que murieron sus asesinos
deben ser, entonces es frenado por Hyoga y Shiryu que le dicen que deben
continuar, y siguen subiendo.
Al llegar a la
Casa de Leo le preguntan a Aioria por los espectros y este
les dice que derrotó a 6 espectros pero que otros se dirigen a la Casa de Virgo, y que pasaron
porque se distrajo al sentir un cosmos conocido.
Aioria dice que entre los espectros es posible que vayan
algunos caballeros que ya conocían. Esto confirma lo que ya suponían al ver los
cadáveres de los espectros y suponen que caballeros van mezclados con los
espectros. Aioria les explica que ahora que Shaka de Virgo se tiene que
enfrentar con ellos en la Casa
de Virgo haya decidido morir, después de su enfrentamiento desde la Casa de Cáncer.
Aioria va junto con los caballeros de Bronce a la Casa de Virgo donde se
encuentran con Mu de Aries, que les impide el paso al Jardín de los Sales
Gemelos, dado que se Shaka desea morir enfrentándose a Saga, Camus y Shura.
Poco después perciben la muerte de Shaka.
Seiya promete vengar la muerte de Shaka. Cuando Saga, Shura
y Camus salen del Jardín de los Sales Gemelos, Saga le da a Mu el rosario de
Shaka como recuerdo. Entonces ven como Aioria les derriba a los tres retándoles
a que usen de nuevo la
Exclamación de Atenea y cuando se dispone a rematarles es
frenado por Mu que le dice que en su estado actual ellos tres no pueden hacer
nada, pero Aioria dice que no puede quedarse parado sin hacer nada después de
la muerte de Shaka.
Aioria les ataca con el Plasma Relámpago, pero Saga detiene
el ataque para asombro de Aioria. En ese momento llega allí Milo de Escorpio
que les ataca a los 3 con la
Aguja Escarlata hasta llegar a 14 golpes. Justo cuando va a
lanzarles a Antares, Seiya avisa a Milo para que tenga cuidado, y entonces Saga
le ataca con su Explosión de Galaxias estampando a Milo contra el techo de la
casa de Virgo, aunque Milo no recibió todo el golpe gracias al aviso de Seiya.
En ese momento ven como Saga, Camus y Shura se ponen en la
posición de la Exclamación
de Atenea. Shiryu y Hyoga quieren intervenir pero son frenados por Aioria. Acto
seguido Mu, Aioria y Milo se ponen también en esa posición dejando sorprendidos
a todos. Shun les pide que no lo hagan y Shiryu se pregunta que ocurrirá si
chocan 2 Exclamaciones de Atenea.
Mu explica que seguramente destruyan el Santuario si eso
sucede. A pesar de los intentos de los caballeros de Bronce, los 2 grupos se
atacan con la Exclamación
de Atenea. Ambos ataques se quedan en el medio nivelados sin moverse pero
desprendiendo una enorme potencia, estampando a los caballeros de Bronce contra
las columnas de la Casa
de Virgo.
Entonces los 4 caballeros de Bronce aumentan sus cosmos para
neutralizar el poder de las Exclamaciones de Atenea. Los caballeros de Oro les
piden que paren y que se marchen, pero estos se niegan. Los 4 rodean a la bola
de energía central aumentando sus cosmos al máximo.
Seiya les pregunta a los caballeros de Oro porque tienen que
luchar entre sí. Seiya grita que todos son caballeros de Atenea que luchan por
la justicia en el mundo. Los 4 caballeros de Bronce llegan a hacer que sus
armaduras brillen como las armaduras de Oro, y atacan a la bola de energía para
enviarla hacia el cielo, Seiya lo hace con los Meteoros de Pegaso.
Finalmente la energía de las Exclamaciones de Atenea sube hacia
el cielo, pero la Casa
de Virgo se derrumba atrapándoles entre los escombros. Seiya queda inconsciente
y tiene un sueño en el que se ve a sí mismo portando una armadura extraña
tirado sobre un campo de flores con una fuerte herida en el pecho. En ese momento
llega Saori para tapar la herida con sus manos.
Seiya ve a Saori llorando diciendo que el deber de un
caballero es proteger a Atenea, mientras se le va nublando la vista. Entonces
Seiya despierta y se toca el pecho y se pregunta porque está soñando con Saori.
Cuando salen de entre los escombros los 4 se reúnen se preguntan donde están
los caballeros de Oro, y Seiya dice tener un mal presentimiento acerca de
Atenea.
Los 4 siguen subiendo por las 12 casas camino al Templo de
Atenea, pero en el camino perciben la muerte de Atenea. Cuando llegan al Templo
de Atenea encuentran una daga de oro bañada en sangre. Seiya se pone a llorar y
lanza la daga al aire que choca contra los pies de otro caballero, que les dice
que a pesar de la muerte de Atenea, el verdadero combate va a comenzar ahora.
Shiryu le reconoce, es Shion de Aries, el anterior Patriarca
del Santuario, que también se unido a Hades. Shiryu le pregunta a Shion sobre
Dohko de Libra, pero Shion les dice que se aparten tras llamarles patéticos. Seiya
se lanza contra él, pero Shion le frena y le derriba, pero antes de que caiga
Shun sujeta a Seiya. Entonces los 4 atacan a Shion, pero este les derriba a
todos, para después decirles que les va a explicar la verdad sobre la muerte de
Atenea.
Shion se pone de rodillas delante de la sangre de Atenea y
se pone a llorar. Les dice a los caballeros de Bronce que ellos aún después de
muertos seguían siendo caballeros de Atenea y que si realmente creen que alguno
se uniría a Hades. Shion dice que por mucho que Hades les ofreciera, jamás
intentarían matar a Atenea. Seiya dice que lo que han hecho es imperdonable y
se dispone a golpear a Shion pero es frenado por Shun.
Shun le dice a Shion que les explique la verdad de la que
hablaba. Entonces Shion coge parte de la sangre de Atenea que estaba en suelo y
la envía a la estatua de Atenea que comienza a brillar y acto seguido
desaparece dejando sorprendidos a los caballeros de Bronce. Shion les dice que
observen bien ya que no ha desaparecido.
Los 4 se acercan más y ven que la estatua se ha encogido al
tamaño de una mano. Shion les dice que eso es la armadura de Atenea. Shion
explica que la armadura de Atenea necesita la sangre de la propia Atenea para
resucitar. Shion dice que si Atenea no viste su armadura cuando luche contra
Hades no tendrá opción de ganar.
Shion dice que fue Hades el que les despertó de la muerte,
pero que harían lo posible para frenarle fingiendo ayudarle. Shion dice que
debían ocultar sus intenciones a toda costa y que por eso Saga, Camus y Shura
usaron la Exclamación
de Atenea. Los 4 caballeros de Bronce lloran al escuchar la historia y le
preguntan que pueden hacer ahora.
Shion les ordena ir al Castillo de Hades para destruirle.
Entonces Shion cae al suelo ya que el tiempo que Hades le dio para resucitar
comienza a acabarse. Los caballeros de Bronce corren a ayudarle, pero Shion
dice que en poco tiempo volverá al mundo de los muertos, pero antes quiere
darles algo.
Entonces Shion toma parte de la sangre de Atenea que estaba
en el suelo y lanza sobre las armaduras de los caballeros de Bronce que estaban
casi destruidas por completo. Shion consigue que las 4 armaduras de Bronce se
restauren, cambiando su forma y aumentando su poder, impresionando a los
caballeros de Bronce.
Shion dice que habiendo renacido con la sangre de Atenea,
serán las mejores y más poderosas armaduras que jamás tendrán. Shion les dice
que vayan al Castillo de Hades siguiendo el rastro de cosmos de los caballeros
de Oro que ya fueron allí y le da la armadura de Atenea a Seiya para que sea el
quién la lleve.
En ese momento los 4 aumentan sus cosmos y se van volando al
Castillo de Hades. Cuando llegan al Castillo de Hades, Shun salva a Aioria de
caer al cocyto con su cadena nebular, tras los ataques de Radamanthys de Wyvern.
Los 4 se presentan en el Castillo y Radamanthys pregunta quienes son y Seiya le
dice que son caballeros de Atenea.
Dicen que han venido a proteger a Atenea y a acabar con
Hades. Seiya ataca a Radamanthys con los Meteoros de Pegaso pero no tienen
efecto en Radamanthys que comienza a reirse. Radamanthys lanza un soplo de aire
con su brazo para quitarselos del medio pero ninguno cae.
Los caballeros de Oro piden a los caballeros de Bronce que
no luchen contra Radamanthys y que se vayan, pero estos se niegan marcharse. Entonces
Radamanthys lanza una gran onda explosiva para golpearles a todos, pero los
caballeros de Oro se ponen por delante para recibir el golpe y proteger a los
caballeros de Bronce. Mu es quien protege a Seiya.
Finalmente los caballeros de Oro convencen a los caballeros
de Bronce, para que entren en el Castillo y ayuden a Saga, Camus y Shura. Shun
les dice a los caballeros de Oro que les esperarán más adelante. Dentro del
castillo perciben como desaparecen sus cosmos y Shun le va a preguntar a Seiya,
cuando Shiryu le frena para que no lo diga. Seiya dice que deben ir a ayudar al
resto como les dijeron.
Entran en la habitación principal del castillo, rompiendo la
cristalera del techo y sorprenden a Zeros de la Rana, el espectro que estaba allí junto a Saga,
Camus y Shura a los que los caballeros de Bronce van a socorrer. Shun y Seiya
ayudan a Saga que les pide que protejan a Atenea, entonces sus cuerpos se
desvanecen. Los caballeros de Bronce creen que también les confían sus almas de
caballeros y nunca lo olvidarán.
Seiya ve como a continuación Hyoga mata a Zeros con la Ejecución de la Aurora por patear a Camus. Seiya
baja por las escaleras que llevan al Infierno y ve a Pandora, aunque no la
reconoce y Shun la pide que se espere. Pandora se gira pero después sigue
avanzando.
En ese momento comienzan a escuchar el arpa de la habitación
en la que ya no había nadie y al volver ven que es Radamanthys el que la está
tocando. Radamanthys avisa a los caballeros de Bronce que las escaleras que
tienen delante llevan al reino de los muertos, y que nadie puede bajar por
ellas estando a salvo sin la protección de Hades.
Radamanthys comienza a hablar mal de los caballeros de Oro
haciendo enfurecer a los caballeros de Bronce. Seiya ataca a Radamanthys con
los Meteoros de Pegaso, pero este los esquiva y se lanza sobre Seiya
golpeandole varias veces para después hacer lo mismo con Shiryu. Shun le ataca
con la cadena nebular, pero Radamanthys la sujeta y la usa para estrangular el
cuello de Hyoga, y termina derribando a Shun de una patada.
Seiya se levanta y vuelve a atacar con los Meteoros de
Pegaso consiguiendo golpear levemente a Radamanthys para su sorpresa y este
lanza sobre el dándole unos fuerte puñetazos en el estomago y antes de caer le
agarra del cuello estampándole contra la pared y levantándole.
Radamanthys comienza a ahogarle por haber dañado su sapuris,
entonces ve como Shiryu, Hyoga y Shun se preparan para atacarle. Shun le ataca
con la Tormenta
Nebular, Shiryu con la Cólera del Dragón y Hyoga con el Rayo de Aurora.
Radamanthys suelta a Seiya y se protege de los ataques con sus alas, para
después atacar con el Castigo Supremo provocando una explosión en la sala del
castillo en la que se encontraban.
Seiya quiere volver a levantarse, pero los demás le dicen
que no son rivales para Radamanthys. Seiya les anima hablando de los caballeros
de Oro y todos vuelven a levantarse, sorprendiendo a Radamanthys. Radamanthys
dice que no piensa consentir que se atrevan a plantarle cara y provoca otra
fuerte explosión.
Shun, Shiryu y Hyoga salen despedidos, pero no consigue
derribar a Seiya. Seiya le dice que no podrá derrotarles y le ataca con el
Cometa de Pegaso golpeándole de pleno en el estomago sorprendiendo a
Radamanthys que no se lo explica.
Radamanthys enfurece y ataca a Seiya con el Castigo Supremo,
pero este lo aguanta sin caer. Seiya se acerca para darle un puñetazo, pero
Radamanthys lo para con una mano. Seiya aumenta su cosmos volviendo dorada su
armadura, y consigue arrastrar hacia atrás a Radamanthys hasta que finalmente
ambos caen por el abismo que lleva al reino de los muertos.
Mientras cae por el abismo Radamanthys desaparece y Seiya
piensa en Saori. Seiya promete encontrarla para darle la armadura de Atenea que
consiguieron gracias a Shion. Durante la caída Seiya queda inconsciente y
cuando despierta se pregunta si realmente ha llegado al Infierno.
A su lado ve a Shun que está inconsciente. Seiya despierta a
Shun y le pregunta si el sólo salto al Infierno, y Shun dice que también lo
hicieron Hyoga, Shiryu y Dohko de Libra. Shun se alegra de que Seiya despertase
el Octavo Sentido y Seiya comprende que Shaka y Atenea murieron para ir al
Infierno a luchar contra Hades.
Shun le dice que deben entregarle a Atenea su armadura, que
Seiya es quién porta. Ambos avanzan por el Infierno y se encuentran un gran
arco de piedra, Shun lo reconoce y dice que es la Puerta del Infierno. Ven
que tiene una inscripción: “quién pase por aquí que abandone toda esperanza”.
Shun dice que no se le puede pedir eso a alguien que vino al
Infierno, y Seiya le dice que no la perderán ya que ellos son los caballeros de
la esperanza. Siguen avanzando y encuentran un río y suponen que es el río
Aqueron. Allí encuentran gran cantidad de almas errantes que están quejándose.
Entonces alguien les dice que se quejan porque están
condenadas a vagar entre el mundo de los muertos y el de los vivos para
siempre. Es un espectro que se presenta como Caronte de Aqueronte. Caronte les
pregunta sus nombres y después se da cuenta de que son caballeros de Atenea.
Caronte les dice que no puede dejarlos pasar, entonces Seiya
se lanza a por él y Caronte contra Seiya. Seiya le ataca con los Meteoros de
Pegaso y Caronte se los devuelve con su Remo Rodante. Después cuando Caronte se
dispone a golpear a Seiya con el remo es frenado por la cadena nebular de Shun,
que le insiste en pasar.
Caronte les dice que podría dejarlos pasar si le pagan con
monedas de plata, Seiya le dicen que no le pagarán por eso y se dispone a
atacarle pero Shun le detiene y le da a Caronte un colgante de oro. Shun le
dice a Seiya que según Ikki es un recuerdo de su madre a la que no conoció.
Seiya le dice que no debe darle algo tan valioso, pero Shun le dice que si
sirve para evitar una batalla y avanzar en su camino será bien empleado.
Caronte dice que no les alcanza para que los lleve, pero les
deja subir a su barca. A la mitad del recorrido, en la zona más profunda y
fría, Caronte golpea Seiya con su remo y le arroja al agua. Caronte les
recuerda que les dijo que no les alcanzaba para llevarlos. Seiya intenta
moverse en el agua pero Caronte dice que es imposible flotar o nadar en el río
Aqueron.
Los muertos que vagan dentro del río quieren arrastrar a
Seiya hasta el fondo. Shun intenta subir a Seiya y Caronte comienza a golpear a
Shun para que le suelte por que solo el puede pasar por darle el colgante, pero
nadie más.
Dado que Shun se niega a soltar a Seiya, Caronte dice que
entonces el también saldrá de la barca, pero cuando está a punto de golpear a
Shun, Seiya le ataca con los Meteoros de Pagaso para evitarlo y Caronte los
esquiva con su remo. Seiya repite el ataque pero esta vez Caronte no consigue
protegerse y es derribado por Seiya, cayendo al agua.
Seiya se sube a la barca con Shun, y Caronte les pide ayuda
para subir a la barca, les dice que si no le ayudan no podrán salir de allí
porque no serán capaces de orientarse ni conocen el camino. Entonces Shun
decide ayudarle a subir a la barca para cruzar cuanto antes. Al llegar a la
barca Seiya le devuelve el remo a Caronte y este intenta golpear a Seiya con el
remo pero le frena sujetando el remo.
Seiya dice que no soltará el remo para que no pueda volver a
atacarles, y entonces Caronte ataca a Seiya con el Triturador Infernal que sale
despedido de la barca quedando inconsciente. Cuando despierta ve que Caronte
les está llevando hacia la orilla y que le ha devuelto a Shun su colgante en
agradecimiento por salvarle la vida. Caronte le dice a Seiya que a cambio
tendrá que luchar contra él al llegar.
Seiya acepta la propuesta. Cuando se acercan al final del
camino, Caronte les explica la composición del Infierno y al llegar Caronte les
recuerda que deben combatir. Seiya le dice a Shun que no interfiera y que si es
derrotado contínue adelante para cumplir la misión.
Caronte usa el Triturador Infernal y Seiya ataca con los
Meteoros de Pegaso. Seiya es derribado pero Caronte recibe de lleno el ataque
de Seiya que le rompe el casco y parte de su sapuris, para después caer
fulminado sobre su barca. Shun ayuda a Seiya a levantarse que apenas tiene unos
rasguños y se dirigen hacia la Primera Prisión.
Ambos suben por unas largas escaleras hasta que llegan a la Primera Prisión,
un gran edificio en el que pone “Palacio del Juicio”. Shun se pregunta que es
lo que juzgarán. Cuando se disponen a entrar dentro alguien les dice que deben
guardar silencio.
Es el espectro Marrokino, que les dice que es Lune de Balrog
quien controla este lugar y quiere que este en absoluto silencio. Entonces
Seiya estornuda que cree haberse resfriado de caer al río. Marrokino les dice
que en presencia de Lune deben confesar los pecados que cometieron en vida. Al
entrar en el palacio Lune reprime a Marrokino por hablar dentro y después Lune
le pide que se vaya.
Lune se presenta a Seiya y Shun como el dirigente del lugar,
en reemplazo temporal del Juez del Infierno Minos de Grifo. Les explica que
según sus pecados cometidos en vida elegirá un Infierno al que irán. Lune les
pide sus nombres y tras decirselos, Seiya le dice que no hicieron nada malo como
para que tengan que juzgarles. Lune dice que calle y que si están allí es
porque han cometido algún pecado.
Al intentar comprobar los pecados cometidos por Seiya y
Shun, Lune se sorprende de no encontrarlos en su archivo y les pide de nuevo
sus nombres. Seiya se los repite gritando a todo volumen además de decirle que
son caballeros de Atenea y Lune se percata de lo que ocurre. De repente aparece
gritando Marrokino diciendo que unos caballeros de Atenea habían cruzado el río
Aqueron, y que estaban en el primer circulo del Infierno.
Seiya ve como Lune atrapa a Marrokino con su látigo
pidiéndole silencio, justo después le suelta y Marrokino muere despedazado por
las marcas que le dejó el látigo de Lune. Lune se da cuenta de que Seiya y Shun
los caballeros que han entrado al Infierno con vida. Decide juzgarlos y
mandarlos a un Infierno aunque no hubiesen muerto. Seiya se lanza a atacar a
Lune, pero Lune lo hace antes con la Reencarnación.
Cuando Seiya recibe la Reencarnación va
recordando los pecados que fue cometiendo desde que era un niño, especialmente
las muertes que provocó. Seiya le dice que lo hizo por la justicia. Lune le
dice que solo los Dioses pueden aplicar el castigo de la muerte, por lo que
Lune envía a Seiya al sexto círculo del Infierno a un pantano de sangre
hirviente donde están los que arrebataron la vida a otros.
Antes de que Seiya llegará a su destino es frenado y traído
de vuelta por la Cadena
de Andrómeda de Shun, quedando inconsciente al volver. Poco después Shun
despierta a Seiya que le pregunta acerca de lo sucedido. Shun le explica que
pensó que había sido derrotado pero que Lune desapareció.
Seiya y Shun pasan la Primera Prisión
entrando en un valle oscuro que conecta con la siguiente prisión. En el camino
se encuentran con Kanon de Géminis que se está enfrentando con Radamanthys. Seiya
y Shun le agradecen a Kanon haberlos salvado y se alegren de que Kanon fuese
ahora su aliado.
Kanon les tira al suelo diciendo que juro fidelidad a Atenea
pero nunca dijo que se hubiese convertido en su aliado. Kanon le dice a Shun
que no puede pensar que está cansado de luchar sino es mejor que no este
combatiendo. Kanon le dice que si no vences a tu enemigo después muchas
personas sufrirán.
Kanon les dice que sigan adelante dado que tienen que entregarle
un objeto importante a Atenea. Seiya y Shun se marchan dejando a Kanon solo con
Radamanthys. Más adelante ven subir una estrella fugaz hacia el cielo y piensan
que Kanon es el causante. En el camino a la Segunda Prisión
tienen que soportar una intensa lluvia que cala hasta los huesos.
Cuando llegan a la Segunda Prisión
ven que tiene forma de un templo egipcio. Al poco de entrar perciben un fuerte
olor que piensan puede ser de un animal. Entonces ven un perro gigante de 3
cabezas. Intentan pasar sin que les vea, pero les ve y les ataca cogiendo a
Seiya con una de sus cabezas al que muerde y luego tira al suelo.
En ese momento llega un espectro que se presenta como Pharao
de Esfinge. Pharao les dice que Cerbero es el perro guardián del Infierno. Cerbero
se lanza a por Shun que le frena con su cadena, pero que consigue coger a
Seiya. Otra de las cabezas de Cerbero va a por Shun, pero este le atrapa con la
cadena nebular.
Cerbero consigue soltar la cadena y derribar a Shun. Cuando
Shun se incorpora solo ve el casco de Pegaso envuelto en sangre y cree que
Seiya ha muerto. En ese momento Seiya sale de la boca de Cerbero a la que
elimina de un puñetazo. Acto seguido se lanzan contra ambos las otras 2 cabezas
pero Shun las atrapa con la
Gran Captura y las deja fuera de combate para sorpresa de
Pharao.
Seiya reta a Pharao, y este le dice que se arrepentirán de
lo que han hecho. Cuando Pharao se dispone a atacarles llega el caballero de
Plata Orfeo de Lira que le dice a Pharao que él se encargará de ellos. Seiya y
Shun le reconocen diciendo que tenía un poder mayor al de los caballeros de
Oro, y creen que Orfeo fue a dar a la segunda prisión del Infierno al morir,
pero Pharao les dice que Orfeo no está muerto.
Pharao dice que fue al Infierno de propia voluntad y ahora
es un siervo de Hades. Seiya y Shun no pueden creer que Orfeo se pusiera de
parte de Hades y le preguntan porque hizo eso siendo un caballero de Atenea.
Entonces Pharao interviene atacándoles con el Curso de la Balanza. Un sonido muy
fuerte les envuelve y apenas pueden moverse. Shun consigue usar su Nebulosa de
Andrómeda, pero Pharao le dice que inútil cualquier cosa que haga y que no
podrá escapar a su arpa mágica.
Seiya ataca a Pharao con los Meteoros de Pegaso pero no
surten ningún efecto. Pharao les dice que están bajo el influjo de su ataque y
entonces el corazón de Seiya hace intención de salir de su cuerpo. En ese
momento interviene Orfeo comenzando a tocar su lira para ayudar a Seiya y Shun.
Pharao le pregunta a Orfeo porque interviene, entonces Orfeo les ataca con el
Nocturno de Cuerda dejándoles inconscientes y enviándoles a las afueras de la Segunda Prisión.
Saori se comunica con Seiya para que despierte y siga
luchando. Ambos se despiertan y ven un jardín de flores en el que hay una roca
con una cabeza humana. Al acercarse ven que se trata de una mujer que les
pregunta su nombre y le dicen que son caballeros de Atenea. La mujer les pide
que salven a Orfeo ya que por su culpa está en el Infierno.
Eurídice les dice que ambos vivían en la superficie hasta
que murió por culpa de una serpiente venenosa, entonces Orfeo fue al Infierno a
pedir a Hades que la resucitase. Finalmente Hades aceptó y Pandora les puso la
condición en su regreso de no podrían mirarse hasta salir del Infierno.
Pero cuando al ver una luz creyendo estar a salvo Orfeo se
dio la vuelta y entonces Eurídice se petrifico. Eurídice les dice que Orfeo
decidio quedarse en el Infierno para cuidarla y seguir tocando para ella como
prometió. Eurídice les pide que se lleven a Orfeo a la Tierra de nuevo porque ya
la había consolado más que suficiente. En ese momento aparece Orfeo con un ramo
de flores para Eurídice.
Orfeo les dice que debieron irse al despertar ya que les
perdonó la vida por ser caballeros de Atenea. Orfeo les dice que no tienen
poder para luchar contra Hades y que se vayan si quieren vivir. Seiya le dice
que Atenea está en el Infierno y que deben entregarle su armadura. Seiya le
dice que Atenea es la única que puede parar a Hades y que si ella muere la Tierra se convertirá en el
Infierno. Orfeo les dice que a lo mejor eso es necesario para lograr la utopía.
Orfeo les recuerda que el tiene una deuda con Hades y les
pide que se marchen. Seiya le dice a Shun que deben irse ya que no tiene caso
hablar con un traidor. Seiya y Shun se marchan pero en ese momento ven una luz
y Orfeo recuerda que es igual a la luz que le confundió la vez que se iba del
Infierno con Eurídice. La armadura de Atenea que tenía Seiya sale volando hasta
las manos de Pharao.
Pharao dice que Pandora se alegrará mucho cuando le entregue
la armadura de Atenea. Seiya le dice que se la devuelva y Pharao le responde
que ya debió darse cuenta que son inferiores a él. Pharao le recrimina a Orfeo
porque Seiya y Shun siguen vivos cuando dijo que se encargaría de ellos. Orfeo
le pregunta que si esa luz es la misma con la que confundió la luz del sol
cuando salía con Eurídice. Pharao le contesta qué que pasaría si fuese verdad.
Orfeo le dice que pasaría que ese lugar sería su tumba.
Seiya ve como Orfeo ataca a Pharao, provocando que este
suelte la armadura de Atenea, la que Seiya recoge. Pharao contraataca a Orfeo
con el Réquiem del Infierno consiguiendo romper la cuerda de Sol de la lira de
Orfeo. El ataque de Pharao comienza a debilitar a Orfeo, Seiya y Shun. Pharao
ataca a Orfeo con Equilibrio de la
Balanza, pero Orfeo consigue volver el ataque contra Pharao.
A Pharao se le cae el espejo que le dio Pandora para engañar
a Orfeo y mantenerle en el Infierno. Orfeo rompe el espejo de un pisotón y
comprende su error de intentar traer a la vida a Eurídice. Cuando Pharao quiere
volver a atacar a Orfeo se le rompen todas las cuerdas de su arpa, entonces
Orfeo le ataca con el Nocturno de Cuerda, ayudándose de la boca para tensar la
cuerda de Sol, derrotando a Pharao.
Orfeo tras despedirse de Eurídice le pide a Seiya y Shun que
le acompañen hasta Giudecca, para enfrentarse directamente con Hades. Orfeo les
explica que una vez cada 13 días toca su lira para Hades en Giudecca conociendo
un camino directo para llegar hasta allí, y que esa era la mejor ocasión para
atacarle. Recogen un cofre lleno de flores para que Shun y Seiya puedan entrar
en Giudecca ocultos en su interior sin ser vistos.
Orfeo llega a Giudecca y se presenta ante Pandora con el
cofre. Pandora comprueba el cofre y llega a clavar su tridente varias veces
para comprobar que es inofensivo. Shun recibe una herida en una mano al
intentar proteger a Seiya de los golpes de Pandora. Justo cuando Orfeo va a
empezar a tocar llegan a Giudecca Minos de Grifo, Aiacos de Garuda y
Radamanthys de Wyvern, los 3 Jueces del Infierno.
Mientras Orfeo toca se da cuenta que Hades está en su trono
y él no se había dado cuenta de su llegada. Entonces Orfeo lanza su Serenata
del Viaje a la Muerte
en medio de su tonada durmiendo a Pandora, Minos, Aiacos y Radamanthys. Cuando
Orfeo se pone de pie para dirigirse hacia Hades es atacado por la espalda por
Radamanthys que logro soportar el ataque de Orfeo.
Cuando Radamanthys iba a volver a atacar a Orfeo salen del
cofre de flores Seiya y Shun, y Seiya ataca a Radamanthys con sus Meteoros de
Pegaso. Entonces Orfeo sale corriendo hacia el trono de Hades para atacarle,
pero al llegar se da cuenta de que Hades tiene un rostro igual al de Shun y
colgante igual que el de Shun. Radamanthys le intenta frenar pero Seiya vuelve
a atacarle. Orfeo le ataca a pesar de todo sabiendo que esa iba a ser la única
oportunidad que tuviera de hacerlo.
Orfeo ataca a Hades con el Acorde Final atrapándole por
completo y despezando su cuerpo, pero cuando todos creen que lo ha conseguido,
se dan cuenta de que las cuerdas de su lira habían atrapado al trono y que
Hades no estaba allí. Justo después Orfeo, que estaba distraído pensando en lo
que había podido pasar, es atacado por Radamanthys.
Cuando Seiya y Shun van a ayudar a Orfeo, Radamanthys pone
Orfeo delante de él y les dice que si le atacan Orfeo recibiría el golpe.
Radamnthys le dice a Orfeo que despertara a Pandora, Aiacos y Minos pero Orfeo
se niega y ataca a Radamanthys con el Acorde Final rodeándole completamente.
Orfeo le pide a Seiya que mate a Radamanthys aunque el
también recibiese el ataque. Seiya duda en hacerlo y Radamanthys se libera de
las cuerdas de Orfeo, entonces Orfeo agarra a Radamanthys y este comienza a
golpearle para que le suelte. Orfeo vuelve a insistirle a Seiya que los ataque
a los 2 para destruir a Radamanthys.
Seiya termina por hacerle caso a Orfeo y ataca con sus
Meteoros de Pegaso derribándoles a los 2. Shun recoge la lira de Orfeo para
devolvérsela. Orfeo resulta muy mal herido y les pide a Seiya y Shun que
protejan a Atenea mientras termina muriendo en los brazos de Seiya. Entonces se
dan cuenta de que Radamanthys ha sobrevivido para su sorpresa. En ese momento
el espíritu de Hades toma posesión del cuerpo Shun.
Shun le dice con voz seria que no les ataque y que luche
termine ahí. Radamanthys se sorprende porque su voz es igual a la de Hades.
Radamanthys le dice que como se atreve a imitar a Hades y que será castigado
por ello. Shun le dice que si va a ser combatiendo a pesar de haberselo
prohibído.
Seiya no entiende nada de lo que ocurre. Entonces cambia el
color de su pelo a rojo. Seiya sigue pensando que a quien tiene delante es a
Shun de Andrómeda, su amigo y compañero. Cuando Radamanthys llama Hades a Shun,
Seiya se sorprende y Radamanthys le ataca con la Gran Caución
derribándole.
Después Seiya es llevado y enterrado vivo en el Cocyto.
Mientras está allí Seiya piensa en Saori y sus compañeros. Más adelante percibe
los cosmos de Ikki de Fénix y Shun de Andrómeda y se pregunta si Ikki mató a
Shun. Entonces Seiya se da cuenta de que está en el Cocyto y se pregunta por el
destino de Shun.
Seiya está atrapado sin poder moverse, pero sabe que no
puede quedarse en el Cocyto. Entonces a su lado cae desplomado Ikki sin
reaccionar. Allí también está el espectro Valentine de Arpía, que le explica a
Seiya que el Cocyto es la 8ª prisión del Infierno y que allí van los que
desafiaron a los dioses.
Seiya ve como están atrapados allí también Mu de Aries,
Aioria de Leo y Milo de Escorpio. Los tres Santos de Oro estaban atrapados en
el hielo con vida pero estando inconscientes. Cuando Valentine se iba Seiya le
dice que le saque del hielo porque el tiene la armadura de Atenea, y que si le
derrota se apoderaría de ella.
Valentine lo saca del hielo y Seiya intenta darle varias
patadas sin conseguirlo. Entonces Seiya comienza a sentir los efectos de haber
estado enterrado en el hielo, pero vuelve a intentar golpear a Valentine sin
conseguirlo. Valentine le dice que en ese estado no tiene fuerzas para luchar y
lo derriba de una patada.
Seiya se sigue resistiendo a darle la armadura de Atenea a
Valentine y le ataca con sus Meteoros de Pegaso sin hacerle daño. Entonces
Valentine le ataca con su Greed The Life destruyendo parte de la armadura de
Pegaso a la altura del hombro izquierdo de Seiya y haciendole soltar la
armadura de Atenea que cae al hielo del Cocyto.
Cuando Valentine va a coger la armadura de Atenea se
sorprende de que Seiya en su estado llegue antes que él. Entonces comienza a
pisarle el brazo para que suelte la armadura de Atenea y como no la suelta le
da una patada lanzándole por los aires.
Valentine agarra la armadura de Atenea pero esta le quema la
mano para su asombro y entonces Seiya comienza a emanar un gran cosmo a pesar
de estar tirado en el suelo. En ese momento Seiya percibe como le llama el
cosmos de Saori y quiere hacerle llegar su armadura cuanto antes para que
derrote a Hades. Valentine se dispone a atacar a Seiya de nuevo, pero este se
levanta rápidamente y le golpea con una patada rompiendo el casco de Valentine.
Seiya se levana sabiendo que no puede quedarse en el Cocyto
y que debe darle la armadura a Atenea. Valentine estampa a Seiya de una patada
contra un muro de hielo y se asombra de que Seiya fuese capaz de encender un
cosmo tan fuerte en ese estado, comprendiendo porque Seiya es el encargado de
llevarle a Atenea su armadura. Luego ataca a Seiya con su Greed The Life varias
veces seguidas pero Seiya consigue esquivarlas todas.
Entonces Seiya sale corriendo hacia Valentine y Valentine
sale hacia Seiya atacándose mutuamente con el Greed The Life y los Meteoros de
Pegaso, siendo Valentine el que recibe el golpe destruyéndose gran parte de su
sapuris y muriendo justo después. A pesar de ganar el combate Seiya solo piensa
en darle su armadura a Saori.
Justo después Seiya percibe que ha desaparecido el cosmos de
Atenea. Seiya se pone a llorar pensando que no ha llegado a tiempo y cree que todo
se ha perdido. Seiya abre la mano y la armadura de Atenea resbala sobre el
hielo del Cocyto. Entonces Marin de Águila se pone en contacto con él para
recordarle que jamás debe rendirse por difícil que sea la situación y que jamás
debe perder la esperanza.
La armadura de Atenea emana un pequeño brillo, lo que anima
a Seiya y la recoge del suelo. Seiya regresa rapidamente a Giudecca para buscar
a Saori. Al llegar encuentra parte destrozada y se pregunta que ha pasado.
Seiya encuentra a Shun inconsciente al que despierta. Shun ya no está poseido
por Hades y Seiya le pregunta que pasó con Atenea y Shun le dice que su cosmos
desaparecio a su espalda.
Shun y Seiya se encuentran unas escaleras que suben durante
mucho tiempo hasta que se topan con un gigantesco muro preguntándose que podrá
ser. Entonces Shaka de Virgo que está allí les dice que es el Muro de los
Lamentos situado al final del Infierno. Shun pregunta a Shaka que ocurrio y
Shaka les dice que Atenea fue al otro lado del muro para derrotar a Hades.
Seiya dice que ellos la seguirán, pero Shaka dice que es
imposible, por eso se llama el Muro de los Lamentos, y que solo los dioses
pueden cruzarlo. Seiya dice que entonces lo derribarán, pero Shaka le dice que
él ya lleva un rato intentándolo sin conseguir nada. Shun se sorprende de que
alguien tan poderoso como Shaka no pueda nada contra el muro.
Entonces Seiya comienza dar puñetazos al muro de forma
desesperada y Shun tiene que calmarlo. Seiya dice que como no pudo dar su
armadura a Atenea ahora tendrá que luchar sola contra Hades. Seiya le pregunta
a Shaka que hay al otro lado del muro y Shaka les dice que los Campos Elíseos.
Shun dice que eso mismo les dijo el espectro Caronte, que es un lugar parecido
al cielo que queda al otro lado del Infierno.
Shaka les dice que allí Atenea busca el verdadero cuerpo de
Hades. Seiya se pregunta porqué Atenea no les esperó y se fue sola. Entonces de
la armadura de Atenea comienza a emanar el cosmos de Atenea que les dice que no
podía dejar que fueran con ella y que pretende detener el Gran Eclipse de Hades
y acto seguido el cosmos de Atenea se difunde por todo el Infierno.
Seiya le da a Shun la armadura de Atenea y le dice que
aumentará su cosmos al máximo para lanzarse contra el muro. Shun le dice que
sería en vano ya que ni Shaka pudo hacer nada. Seiya le recuerda a Shun que
juraron no perder nunca la esperanza al entrar al Infierno. Seiya dice que lo
intentará las veces que hagan falta hasta conseguirlo para ir a los Campos
Elíseos y vencer a Hades.
Entonces Seiya aumenta su cosmos y se lanza contra el muro,
pero Shaka le frena diciéndole que Shun tiene razón y que no podrá hacerle nada
al muro. Seiya insiste y Shaka le golpea levemente pero lo justo como para
dejarle inconsciente. Seiya poco después viendo que Shaka aumenta su cosmos
todo lo posible.
Entonces Shaka se dispone a volver a golpear al muro pero es
detenido en el último momento por Dohko de Libra. Shun y Seiya se alegran de
ver allí a Dohko, y Seiya se pregunta si ese es Dohko, a lo que Shun le
asiente. Justo después aparecen Mu de Aries, Aioria de Leo y Milo de Escorpio. Shun
y Seiya se sorprenden de verles vivos y les agradecen por haberles salvado en
el Castillo de Hades. Dicen que se han salvado gracias a Atenea.
Seiya ve como Mu le devuelve a Shaka su rosario de las 108
cuentas que perdió en el Santuario. Shaka dice que es imposible hacer nada sin
la luz del Sol. Dohko dice que no es imposible y que harán brillar la luz del
Sol sorprendiendo a todos. Dohko les explica a todos que pueden derribar el
Muro de los Lamentos porque dentro de las armaduras de Oro reside la luz del
sol y que si elevan su cosmos al máximo podrán derribarlo.
Entonces Dohko reparte las armas de Libra entre los 5
caballeros de Oro y todos comienzan a aumentar sus cosmos al mismo tiempo al
máximo posible. Todos lanzan las armas de Libra contra el muro produciendo una
gran luz, pero el muro resiste y les devuelve las armas golpeándoles de lleno a
los 5. Shun y Seiya corren a ayudarles y Dohko cree que solo los 12 caballeros
de Oro podrían romperlo.
Seiya le dice que no deben perder la esperanza y le pide a
Dohko que le deje intentarlo, pero Dohko le dice que es imposible. Seiya le
dice que con el poder de las armaduras de Oro pueden destruir cualquier cosa
como hicieron con el Pilar Central del Templo de Poseidón. Seiya recoge del
suelo la espada de Libra y empezando a aumentar su cosmos le pide a Shun, que
si muere, busque a su hermana y le disculpe.
Justo cuando Seiya va a golpear el muro algo le derriba. Es
la armadura de Oro de Sagitario que ha ido hasta el Infierno, y al momento
llegan las armaduras de Oro de Acuario, Capricornio, Tauro, Cancer y Piscis. Se
dan cuentan de que están en el Infierno todas las armaduras de Oro, pero aún
queda una por unirse a ellos, y Shun dice que es Kanon quién tiene la armadura
de Oro de Géminis.
Entonces las armaduras de Oro comienzan a resonar llamándose
entre ellas. Al rato llega también la armadura de Oro de Géminis enviada por
Kanon y en ese momento llegan Shiryu de Dragón y Hyoga de Cisne. Dohko les
explica a Shiryu y Hyoga que las armaduras de Oro han venido para generar la
luz del Sol y Seiya les dice que Atenea está al otro lado del muro con Hades.
Acto seguido las armaduras de Oro que acaban de llegar
comienzan a vibrar muy fuerte y se desarman produciendo una luz muy fuerte que
obliga a todos a taparse los ojos. Cuando la luz se desvanece ven como han
resucitado los caballeros de Oro muertos Aioros de Sagitario, Saga de Géminis,
Camus de Acuario, Shura de Capricornio, Aldebarán de Tauro, Mascara de Muerte
de Cáncer y Afrodita de Piscis dejando a todos muy sorprendidos.
Seiya se saluda con Aldebarán de Tauro al que hacía mucho
tiempo que no veía. Al momento Aioros saca su arco y la Flecha de Oro de Sagitario
y todos los caballeros de Oro se ponen a su lado excepto Dohko que les pide a
los 4 caballeros de Bronce que se vayan ya que todos los caballeros de Oro
unirán sus cosmos en la Flecha
de Oro de Sagitario para derribar el Muro de los Lamentos generando la luz del
Sol, pero que se creará tanta energía todo lo que este en los alrededores será
destruido.
Dohko les recuerda que deben entregarle su armadura a
Atenea. Dohko les explica que después de destruir el Muro de los Lamentos si un
humano que no sea un dios intenta cruzarlo será destruido, pero ellos pueden
cruzarlo ya que sus armaduras están bañadas con la sangre de Atenea.
Dohko les dice que Hades esconde su verdadero cuerpo en los
Campos Elíseos y que deben destruirlo para que no vuelva a resucitar. También
les explica que al tener tanto aprecio a su cuerpo elige el cuerpo de alguien
más para resucitar y no dañar su verdadero cuerpo, y que está vez le tocó a
Shun a quién deja sorprendido tras oír esto.
Dohko les dice que destruyen el cuerpo de Hades la guerra
santa no se volverá a repetir nunca. Dohko les vuelve a decir que se marchen y
entonces los demás caballeros de Oro les animan y les pide que salven a Atenea.
Los 4 caballeros de Bronce se marchan con lágrimas en los ojos jurando cumplir
su misión en los Campos Elíseos.
Los caballeros de Bronce se alejan hasta llegar a una puerta
que cierran para dejar solos a los caballeros de Oro. En ese momento aparece
Minos de Grifo que quiere llegar hasta el Muro de los Lamentos pero Seiya le
ataca con los Meteoros de Pegaso pero Minos los esquiva y le derriba con su
Marioneta Cósmica.
Después es Shun el que le ataca con la Cadena Nebular pero
Minos hace que Shun reciba su propio ataque. Finalmente le atacan a la vez
Hyoga y Shiryu con el Polvo de Diamantes y la Cólera del Dragón, pero Minos los esquiva y los
derriba con la
Marioneta Cósmica. Minos les dice que como se atreven a
luchar contra uno de los Jueces del Infierno.
Cuando Minos se dispone a atacarles a los 4 a la vez con la Marioneta Cósmica
surge una enorme explosión proveniente del Muro de los Lamentos que derriba
Giudecca y les deja a todos atrapados entre los escombros. Los 4 caballeros de
Bronce consiguen salir de los escombros y se dirigen de nuevo al Muro de los
Lamentos.
Al llegar ven un enorme agujero que atraviesa por completo
el muro dejándoles asombrados por el poder que tenían todos los caballeros de
Oro cuando estaban reunidos. Entonces ven flotando las 12 armaduras de Oro
vacías y se ponen a llorar lamentando su muerte mientras les recuerdan a ellos
y a la misión que les han dejado por hacer.
Seiya dice que no tienen tiempo para lamentarse y que deben
honrarles y cumplir su misión en los Campos Elíseos. Los 4 se disponen a entrar
en el Muro de los Lamentos, pero antes de entrar Shiryu se queda atrás al
percibir algo extraño y Shun, Seiya y Hyoga avanzan por el agujero del Muro de
los Lamentos.
Cuando llegan al final se encuentran el Espacio
Superdimensional en el que se retuercen el tiempo y el espacio. A lo lejos ven
un resplandor que identifican con los Campos Elíseos. Seiya y Shun saltan al
espacio, pero Hyoga es frenado en el último momento por la llegada de Minos,
que sobrevivió a la explosión del Muro de los Lamentos.
Seiya y Shun le dicen a Hyoga que salte y se olvide de
Minos, pero este se niega diciendo que entonces serían un blanco fácil. Hyoga
les dice a Seiya y Shun que se vayan mientras él distrae a Minos. Seiya ve como
Hyoga le ataca con el Polvo de Diamantes pero Minos se lo devuelve con una
mano. Entonces el Espacio Superdimensional arrastra a Seiya y Shun en
direcciones distintas.
Seiya se pregunta si ningún humano puede atravesar el camino
que lleva a los Campos Elíseos. Entonces de la armadura de Pegaso se despliegan
unas alas. Con ellas Seiya puede moverse libremente por el Espacio
Superdimensional y rescata a Shun.
Shun le pregunta por las alas y Seiya le dice que es debido
a la sangre de Atenea aunque la armadura de Pegaso ya tuviera unas alas desde
el momento en que la ganó. Acto seguido Seiya y Shun se van a los Campos
Elíseos pero al llegar se separan y Seiya acaba inconsciente el viaje.
Al despertar Seiya ve un lugar muy hermoso y se pregunta si
está en el los Campos Elíseos. Seiya se encuentra con unas chicas a las que
pregunta por Atenea y Hades, pero estas huyen asustadas. Entonces alguien llega
y le dice que ha asustado a las ninfas y han dejado de cantar. Seiya le
pregunta quien es, y este dice que es Thanatos.
Seiya se da cuenta de que tiene el color de pelo y ojos
plateados y le pregunta si es un espectro. Thanatos le dice a Seiya que es un
sirviente de Hades desde la era Mitologica, y no como un espectro como Seiya
creía. Seiya le pregunta por Atenea y Thanatos le dice a Seiya que Atenea había
muerto y que su hermano Hypnos le estaba entregando su cadáver a Hades. Cuando
Seiya se acerco a Thanatos para preguntarle, Thanatos le atacó aunque sin
necesidad de moverse para hacerlo.
Cuando Thanatos iba a volver a atacar a Seiya, que estaba
tirado en el suelo, con intención de matarle llegó Hypnos. Seiya observa que
son gemelos idénticos pero Hypnos tiene el color de pelo y ojos dorados. Hypnos
advierte a Thanatos de que en los Campos Elíseos nunca se había derramado
sangre, y que tendría que disculparse con Hades si lo hacía.
Thanatos decía que no podía mantenerse al margen de la
llegada de Seiya a los Campos Elíseos y que su presencia allí ya había manchado
la pureza de los Campos Elíseos. Hypnos le preguntó a Thanatos porqué había
matado a Pandora. Thanatos dijo que la mató por traicionar a Hades y por ayudar
al Caballero del Fénix a llegar a los Campos Elíseos, y que no se podía
permitir la traición contra Hades. Hypnos creía que la muerte era demasiado
para Pandora que había cuidado el alma de Hades desde su infancia.
Hypnos le dijo a Thanatos que había capturado a Atenea pero
que no la había matado, porque el único que podía matar en los Campos Elíseos
era Hades. Seiya se levanta y le pregunta a Hypnos donde está Atenea. Hypnos le
dice que Atenea está en el Templo de Hades dentro de la Gran Vasija sumida en
el Sueño Eterno que el mismo la había provocado.
Seiya salio corriendo hacia el Templo de Hades y Thanatos le
dijo a Hypnos que mataría a Seiya aunque tuviera que manchar de sangre los
Campos Elíseos. Hypnos le dice que si lo hace debe darse prisa porque sino
mancharía de sangre el Templo de Hades, lo que sería imperdonable.
Thanatos ataco desde lejos a Seiya pero este lo esquivo
gracias a las alas de su armadura y le contraataco con los Meteoros de Pegaso y
continúo el camino hacia el Templo de Hades. Hypnos advierte a Thanatos que no
lograría vencer a Seiya si no luchaba con todo su poder. Hypnos se marcha
dejando solo a Thanatos contra Seiya.
Thanatos decía que no debía subestimar su poder y volvió a
atacar a Seiya destruyendo las alas de su armadura. Thanatos golpea varias
veces a Seiya hasta que este oye la voz de su hermana Seika. Seiya se levanta y
ataca a Thanatos con los Meteoros de Pegaso que se terminan convirtiendo en el
Cometa de Pegaso parando el ataque de Thanatos y golpeándole.
Thanatos aparece ante Seiya sin recibir ningún daño y le
dice que el también es un Dios como Hades, el Dios de la Muerte, y que un ataque de
un humano no le puede hacer nada a un Dios. Pero Thanatos se dio cuenta de que
el cometa de Seiya le había echo un poco de sangre en una mano, lo que le
enfurece.
Thanatos comienza a golpear a Seiya que estaba tirado en el
suelo por el cansancio. Thanatos también quiere hacerle sufrir mentalmente y le
dice que matará a su hermana que está en el Santuario de Atenea en la Tierra. Seiya no le
cree y Thanatos le mostró la imagen de su hermana en el Santuario en ese
momento, lo que hace a Seiya gritar el nombre de su hermana Seika. Thanatos le
dice que al ser el Dios de la
Muerte puede matar a cualquiera sin importar la distancia a
la que estuviera.
Thanatos le dice que matará a su hermana haciéndola sufrir,
entonces Seiya se levanta para atacarle, pero este le volvió a atacar justo
cuando se levantó. Thanatos intentaba matar a Seika, la hermana de Seiya,
lanzando enormes bolas de fuego hacia ella, pero fueron repelidas por Kiki y
por Marin quienes estaban a su lado. Thanatos les dice que su resistencia sería
inútil y que terminaría matando a Seika. Thanatos les dice que había derrotado
a Seiya que estaba en los Campos Elíseos.
Thanatos volvió a atacar a Seika, pero esta vez Shaina paró
el ataque. Entonces Marin, Kiki, Shaina, Jabu, Geki, Ban, Ichi y Nachi se
pusieron alrededor de Seika para protegerla de los ataques de Thanatos.
Thanatos le dice a Seiya que no podrán protegerla y Seiya grita para que se
pare.
Thanatos ataca pero entre todos lograron crear una barrera
defensiva juntando todos sus cosmos y parar el primer ataque de Thanatos, pero
Thanatos volvió a atacarlos con más fuerza logrando destruir la barrera,
golpeándolos a todos y rompiendo parte de sus armaduras.
Seiya dice que no puede permitir que todos sacrifiquen sus vidas.
Entonces Seiya se levanta agarrando a Thanatos y atacándole con el Torbellino
de Pegaso, aunque Thanatos se desvaneció evitando el ataque y haciendo que
Seiya recibiera el golpe. Cuando Seiya estaba en el suelo y Thanatos iba a
rematarle apareció Shun de Andrómeda quien detuvo el ataque de Thanatos con la Cadena de Andrómeda.
Thanatos lanzó a Shun por los aires y le atacó destruyendo la Cadena de Andrómeda que no
pudo resistir el ataque.
Thanatos que iba a atacar a Shun de nuevo fue atacado por
Shiryu de Dragón con el Dragón Naciente, aunque lo esquiva y contraataca a
Shiryu derribándole. De repente Thanatos siente que tiene medio cuerpo
congelado, y es atacado por Hyoga de Cisne quien le congela del todo. Pero
Thanatos consigue librarse del hielo y ataca a Hyoga y a Shiryu derribándoles.
Le dice a Hyoga que tendría que llegar hasta más que el cero absoluto para
poder congelarle.
Entonces llega Ikki de Fénix y Thanatos le pregunta quién
es, e Ikki le dice su nombre y que ha venido a vengarse en nombre de todas las
almas del Infierno. Ikki se lanza contra Thanatos, pero este esquiva el golpe y
descubre que Ikki lleva puesto el colgante de Pandora, que le permitía moverse
por el Infierno.
Thanatos lanza a Ikki por los aires rompiendo el colgante de
Pandora. Ikki le dice que él no cree en los dioses y menos en dioses malignos.
Ikki se levanta y le ataca con las Alas Ardientes del Fénix consiguiendo
romperle la mascara a Thanatos. Ikki se sorprende de que su ataque no haya
conseguido nada.
Thanatos le dice que es un poco mejor que los otros, pero
que haberle roto la mascara le saldra caro y que ahora luchará en serio. Por
eso Thanatos contraataca a Ikki con más fuerza con la que se lo hizo a los
otros caballeros de bronce, atacándole con la Terrible Providencia,
destruyendo la armadura del Fénix.
Thanatos dice que el ataque tendría que haberle
descuartizado, pero le tiene el suficiente respeto a Hades como para no
provocar un baño de sangre. Cuando Thanatos iba a rematar a Ikki que estaba en
el suelo siente una vibración proveniente del Infierno de las 12 armaduras de
Oro. Pero Thanatos sabe que las armaduras de Oro no pueden llegar a los Campos
Elíseos sin la ayuda de un Dios, y no se preocupa por ello.
A su espalda estaban ya levantados Seiya, Shun, Shiryu y
Hyoga, pero Thanatos les ataca a todos a la vez, incluido Ikki, destruyendo sus
armaduras. Entonces aparecen las armaduras de Oro de Sagitario, Libra, Acuario,
Virgo y Leo para ayudar a los caballeros de Bronce. Seiya es revestido por la
armadura de Oro de Sagitario.
Thanatos se cuenta de que el único que pudo ayudar a las
armaduras de Oro a llegar a los Campos Elíseos es Poseidón. Thanatos se burla
de las intenciones de Poseidón y les dice a los caballeros de Bronce que no
lograrán vencerle con las armaduras de Oro. Los caballeros de Bronce le atacan
todos a la vez, Seiya lo hace con los Meteoros de Pegaso, pero Thanatos
consigue evitar el ataque conjunto, a pesar de que en un primer momento los
caballeros de Bronce creían haberle vencido.
Los caballeros de Bronce no se creen que Thanatos haya
podido esquivar el ataque. Thanatos les recuerda que el es un Dios, y con un
solo ataque logra destruir las 5 armaduras de Oro. A Seiya se le cae al suelo
la armadura de Atenea tras el impacto. Thanatos recoge del suelo la armadura de
Atenea, que se le cae a Seiya tras su ataque, para destruirla.
Seiya cree que ya no pueden hacer nada. Seiya siente que se
ha quedado sin fuerzas. Entonces Saori se pone en contacto con Seiya que le
dice que no debe rendirse como nunca hizo, pero Seiya le dice que ahora es
distinto, que ya no tienen fuerzas y que también han perdido las armaduras de
Oro.
Atenea le dice que todavía están vivos y que mientras lo
sigan estando no lo habrán perdido todo. También les dice que sus fuerzas
pueden superar a las de los dioses y hacer milagros. Mientras sigan vivos ese
milagro puede ocurrir. Seiya también oye las voces de Marin, Shaina, Kiki,
Nachi, Jabu, Ichi, Geki y Ban que le hablan de su hermana Seika y le dan ánimos
para continuar luchando.
Seiya comienza a llorar y grita por su hermana. Seiya oye la
voz de su hermana Seika y de Atenea. Atenea le dice que debe expandir su cosmos
al máximo con una potencia sin límite.
De repente Seiya se levanta emanando un enorme cosmos, y se
empieza a formar alrededor de Seiya una nueva armadura de los restos de la
armadura de Bronce de Pegaso. Esto deja asombrados a todos que no saben lo que
ocurre. Aparece Hypnos que explica que es una armadura Divina, lo que hace
sorprenderse aun más a Thanatos que no se lo explica.
Hypnos dice que los caballeros de Bronce llegaron a los
Campos Elíseos gracias a la sangre de Atenea en sus armaduras y que las
armaduras resucitadas con la sangre de un Dios pueden convertirse en armaduras
Divinas. Los caballeros de Bronce que se sorprenden con las explicaciones de
Hypnos.
Seiya comprende que este era el secreto que se ocultaba en
la sangre de Atenea. A pesar de todo Thanatos sigue convencido de que no podrán derrotarle, dado que
es un Dios. Thanatos ataca a Seiya aunque Seiya lo esquiva fácilmente, teniendo
la sensación de haber recuperado sus fuerzas, y golpea a Thanatos arrebatándole
la armadura de Atenea.
Thanatos ataca a Seiya con la Terrible Providencia
pero Seiya consigue frenar el ataque de Thanatos diciéndole que es un dios de
segunda categoría que trata la muerte como un juego, y le contrataca con los
Meteoros de Pegaso derribando a Thanatos y destruyendo parte de su armadura.
Thanatos se levanta para volver a atacar a Seiya, pero Seiya
le esquiva y le ataca con el Cometa de Pegaso que golpea de pleno a Thanatos
destruyendo lo que le quedaba de su armadura y matando a Thanatos el Dios de la Muerte, justo después
desaparece la estrella de 5 puntas que Thanatos tenía marcada en la frente.
Seiya sale corriendo en dirección al Templo de Hades para
darle a Saori la armadura de Atenea. Por el camino Hypnos se cruza por medio,
siendo atacado por Seiya con los Meteoros de Pegaso destruyendo su casco y su
capa. Seiya retoma su camino mientras Ikki se enfrenta con Hypnos.
Cuando Seiya llega al Templo de Hades ve a Saori dentro de la
Gran Vasija que está de color rojo. Seiya
empieza a golpear la vasija sin conseguir nada y decide usar los Meteoros de
Pegaso, pero le son devueltos. Entonces un espirítu que estaba por allí le dice
que sus esfuerzos para romperla seran inútiles.
Seiya le reconoce como Hades. Hades le dice a Seiya que a
Atenea no le queda sangre y que ya está muerta. Seiya dice que no puede
rendirse y vuelve a atacar a la vasija con los Meteoros de Pegaso, pero ocurre
lo mismo de antes. Hades le dice que no tiene sentido seguir luchando.
Seiya dice que no se rendirá nunca y Hades le dice que
entonces morirá junto con Atenea. Entonces llega Ikki de Fénix que reconoce el
espíritu de Hades que estaba flotando cerca de la Gran Vasija.
Ikki ataca a Hades con las Alas Ardientes del Fénix sin
éxito y Hades derriba a Ikki estampándole contra la Gran Vasija. Seiya
ayuda a Ikki y ambos recuerdan que ocurría lo mismo con Poseidón. Ikki se
desesperá dado que al no llevar ninguna armadura no podrá llevar su poder al
máximo.
Entonces Ikki al contacto con la sangre de Atenea que salía
de la Gran Vasija
resucita la armadura Divina del Fénix. Junto a Seiya ataca a la Gran Vasija que les
devuelve su ataque y les derriba.
Al levantarse Ikki mirá la construcción sobre la que está
flotando el espíritu de Hades. Seiya se da cuenta de que tiene la forma de un
panteón y ambos piensan que dentro puede estar el cuerpo de Hades. Seiya e Ikki
salen corriendo hacia el panteón con la certeza de que allí se encuentra el
verdadero cuerpo de Hades, guardado allí por el propio Hades desde la era
mitológica. El espíritu de Hades les ordena detenerse, pero ambos continúan
corriendo.
Seiya e Ikki derriban la puerta del Panteón y dentro encuentran
la tumba de Hades. . Cuando se disponen a destruirla, el espíritu de Hades
vuelve a su cuerpo. Seiya e Ikki salen despedidos del Panteón por la fuerza de
la entrada de Hades. Entonces Hades sale del Panteón ya con su espíritu dentro
de su propio cuerpo.
Hades baja las escaleras del Panteón y se lanzan hacia él
Seiya e Ikki a los que derriba sin hacer ningún movimiento. Con su poder Hades
levanta la Gran Vasija
y la lleva justo a los pies de las escaleras del Panteón. En ese momento Hades
desenvaina su espada e intenta cortar la Gran Vasija a la mitad pero Ikki se pone por
medio recibiendo parte del golpe para caer después.
Seiya se acerca a Ikki, pero Hades apunta a Seiya con su
espada y le dice que no se mueva. Hades le dice que Atenea está sufriendo
dentro de la Gran Vasija
porque ha absorbido toda su sangre. Hades le dice que será compasivo y que la
matará el mismo. Hades le dice a Seiya que se vaya y le ataca con su espada que
Seiya frena con las 2 manos, pero finalmente Seiya es derribado con el poder de
la espada de Hades.
Seiya le dice a Hades que no permitirá que mate a Atenea.
Seiya se sorprende de los ojos azules y de la mirada que tiene Hades. Hades le
dice que los humanos no comprenden los límites de su capacidad y por eso
intentan hacer cosas imposibles. Hades le dice que también se han atrevido a
enfrentarse a los dioses, y que por eso su existencia ya es inútil.
Seiya le dice que los dioses deben ser justos y que un dios
como él nunca será adorado, entonces Seiya se levanta pero Hades le hiere con
su espada, aunque Seiya no sufre heridas gracias a su armadura Divina. Seiya se
queda junto a la Gran
Vasija diciendo que no dejaría que mate a Atenea. Entonces
Hades dice que acabará con los 2 al mismo tiempo.
En ese momento llegan, Shiryu, Hyoga y Shun, cada uno con su
armadura Divina, y atacan a Hades antes de que este golpeara a Seiya con su
espada. Hades se queda aturdido y los 5 le vuelven a atacar antes de que
reaccione, Seiya lo hace con los Meteoros de Pegaso, aunque es Hades quien lo
esquiva y les derriba con su espada.
Consiguen hacer sangrar levemente a Hades en la frente. Hades
recuerda haber visto la cara de Seiya antes en algún sitio. Hades le reconoce
como el caballero de Pegaso de la era mitológica, el único de la historia que
había lograrlo herirle. Hades cree que la reencarnación de ese hombre ha vuelto
para volver a herirle. Hades se decide a matarle para que no vuelva a
reencarnarse. Seiya se lanza sobre Hades, pero este vuelve a derribarle.
A Seiya se le cae la armadura de Atenea al suelo y cuando
vuelve a cogerla Hades le clava la espada en la mano y le dice que esa armadura
ya no sirve ahora que Atenea ha muerto. Hades les dice al resto que ya han
fallado. Hades les enseña la
Tierra donde el Máximo Eclipse ya está completo. Vuelven a
atacar a Hades aunque ocurre igual que antes.
Hades les dice que deben resignarse a morir, pero Seiya le
dice que no se rendirá. . Después cuando Hades quiere matar a Seiya los
Caballeros de Bronce son protegidos por esferas de luz creadas por Atenea. Atenea
les dice que con ellos estarán protegidos de los ataques de Hades y llegarán a la Tierra. Atenea les
agradece el esfuerzo y les dice que deben volver a la Tierra.
Entonces Atenea recupera la sangre pérdida dentro de la Gran Vasija, Hades
queda sorprendido por todo lo hecho por Atenea en ese momento y se dispone a
matarla pero Seiya le entrega su armadura a Atenea quien la viste al salir de la Gran Vasija.
Hades se da cuenta de que todo era un plan de Atenea para
sacarle de su sueño. Atenea le dice que la batalla que tienen desde tiempos
mitológicos deben terminarla ahora. Hades intenta golpear a Atenea con su
espada pero esta lo detiene con su escudo aunque pierde el casco. Atenea y
Hades cruzan palabras sobre la vida y los humanos hasta que Hades se cansa de
escuchar a Atenea.
Hades derriba a Atenea tras un golpe con su espada y cuando
Hades está a punto de matar a Atenea, Seiya sale de su esfera para atacar a
Hades estampándole contra un pilar de su Panteón, pero Hades consigue clavarle
su espada a Seiya en el pecho al lado del corazón.
Seiya cae al lado de Atenea y está le dice que debe aguantar
para ver a Seika en la Tierra,
entonces Seiya se desmaya. Atenea comienza a llorar y le pide a Seiya que no se
muera por todas las personas que le quieren. Hades se levanta y le dice que ha
perdido la ocasión de matarle y recoge de nuevo su espada.
Atenea le pregunta a Hades que si
sabe qué es el amor, y después le dice que los humanos son muy fuertes gracias
al amor. Atenea le dice que no es el indicado para juzgarles debido a su
ignorancia sobre el amor. Cuando Hades sale corriendo hacia Atenea el resto de
los caballeros salen de sus esferas y juntando sus cosmos con el de Atenea con
siguen sobrepasar el cosmos de Hades y Atenea le atraviesa el pecho a Hades con
su báculo y le dice que el amor es la fuerza infinita de los humanos.
Hades no puede creer que haya sido vencido, pero le dice a
Atenea que si el muere, los Campos Elíseos y el Infierno también desaparecerán.
Hades le dice que ellos también morirán al desaparecer el lugar donde están.
Hades muere, su templo comienza a derrumbarse y el Máximo Eclipse se detiene.
Atenea les dice a los caballeros que ya es hora de volver a la Tierra llena de luz, siendo
Ikki y Shun son los que llevan a Seiya que está inconsciente tras el golpe de
la espada de Hades.
Técnicas:
- Pegasus Ryu Sei Ken (Meteoros de Pegaso): Es
la técnica básica de Seiya. De sus puños, y alguna vez de sus piernas, salen
cientos de golpes que toman la forma de un meteoro que va volando hacia su
objetivo. Su cantidad y potencia dependen del cosmos que Seiya emplee durante
el ataque. Los meteoros que se forman son esferas de color azul blanquecino.
Antes de realizar el ataque Seiya traza con sus brazos la forma de la constelación
de Pegaso marcando la posición de sus 13 estrellas. En su estado máximo los
meteoros llegan a convertirse en rayos de luz.
- Pegasus Sui Sei Ken (Cometa de Pegaso): Seiya
reúne el poder de los Meteoros de Pegaso en un solo golpe de gran potencia.
Seiya es capaz de lanzar el Cometa desde el primer momento o primero los
Meteoros que luego se combinan para formar el Cometa. El Cometa es de
proporciones mucho mayores que los Meteoros, así como su fuerza.
- Pegasus Rolling Crash (Torbellino de Pegaso): Seiya sujeta
fuertemente a su enemigo por la espalda, y tras coger impulso y con la ayuda de
su cosmos, sale volando hacia el cielo para después caer con toda la fuerza
acumulada en vuelo contra el suelo. Esta técnica es doble filo ya que Seiya
también puede ser herido al tiempo que la realiza. Generalmente es el enemigo
de Seiya quien impacta primero contra el suelo, lo que le da a Seiya la
oportunidad de amortiguar la caída o de evitar él el impacto contra el suelo.
Habilidades:
Aunque no sea
propiamente una habilidad, Seiya es el caballero más tozudo y de moral más
inquebrantable que existe, jamás dando una situación por pérdida, aún en las
peores condiciones. También es un buen estratega en el combate aún a pesar de
su aparente falta de serenidad y sentido común.
Mitología:
Según las fuentes clásicas, Perseo no llegó a volar montado en Pegaso, puesto que lo hacía gracias a unas sandalias aladas; sin embargo, muchos artistas renacentistas lo representaron volando en este caballo.
Pegaso aparece relacionado fundamentalmente con el héroe Belerofonte, quien a lomos del équido alado logró dar muerte a la Quimera, bestia de múltiples cabezas (entre ellas una de león y otra de cabra) que asolaba los territorios de Licia. Gracias a este corcel Belerofonte pudo obtener igualmente una victoria sobre las amazonas. Belerofonte encarna el "defecto" de la "excesiva" ambición. Cuando por fin consigue montar a Pegaso, no contento con esto le obliga a llevarlo al Olimpo para convertirse en un dios, pero Zeus, molesto por su osadía, envía a un insignificante mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita al vacío a Belerofonte sin matarlo, quedando lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo toda su vida recordando su gloria pasada.
Armaduras: